La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los gobiernos de los países americanos «estar extremadamente alertas y preparados» para intensificar las acciones dirigidas a controlar la expansión del dengue, ya que se puede prever «un aumento de casos en la segunda mitad de 2023».
La organización recomendó como una medida de precaución general el uso de repelente para evitar la picadura del mosquito transmisor del virus, tras recordar que el mayor riesgo se corre durante el día y al inicio de la noche.
El número de personas infectadas desde que empezó el año ha superado la barrera de los tres millones en el continente (casos reportados hasta el 1 de julio), cifra que supera a la de todo 2022 (2,8 millones de casos) y que está cerca del récord de los 3,1 millones registrados en 2019.
En Perú
El zancudo Aedes aegypti, transmisor del dengue, un enemigo casi imperceptible, afecta 22 regiones y 538 distritos del país. Las lluvias intensas y el corte de agua potable son factores determinantes para su veloz reproducción. En el curso del 2023 han registrado más de 194,583 casos de dengue, entre confirmados y probables, y más de 250 fallecidos.
De acuerdo con la sala situacional del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC-Perú), a la fecha el país registra una tendencia a la baja de los casos. Piura, Lambayeque y La Libertad figuraron entre las regiones que reportaron la mayor cantidad.
Ante la emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud (Minsa) destinó más de 50 millones de soles a las regiones Amazonas, Ayacucho, Áncash, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno, Piura, San Martín, Tumbes, Ucayali y la provincia constitucional del Callao, para financiar las acciones de control y mitigación del dengue, como la contratación de profesionales de la salud, campañas de fumigación y control vectorial.
A esta transferencia presupuestaria se sumó el desplazamiento a las regiones de la comisión de alto nivel de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de Washington y del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta, Estados Unidos, a fin de brindar asesoramiento especializado al Minsa y a los gobiernos regionales en temas relacionados con la vigilancia epidemiológica, control vectorial, diagnóstico y manejo clínico del dengue.
En esa línea, el Minsa intensificó su estrategia de intervención. Pasó de nebulizaciones espaciales focalizadas a “megacampañas de fumigación” con control total de ciudades por tres ciclos a más para eliminar el vector Aedes aegypti en su etapa adulta. Para ello se pusieron en operatividad 1,485 termonebulizadores a escala nacional y se contrataron a 178 fumigadores, 247 anotadores, 777 inspectores, 23 jefes de brigada para control vectorial y se movilizaron, desde Lima a las regiones, a especialistas de diferentes ramas de la salud.
Control larvario
Otra estrategia es el control larvario, en el que los agentes comunitarios desempeñan un papel importante. Ellos van casa por casa y verifican que en el hogar no existan depósitos con agua en los que se pueda desarrollar el mosquito y promueven el uso del larvicida, que son bolsitas pequeñas que tienen una sustancia especial y se colocan en los recipientes con agua para evitar la reproducción del zancudo.
El personal fumigó 1 millón 195 807 viviendas e intervino 2 millones 490 896 casas con control larvario. Además, se realizaron 690 campañas comunicacionales, 832 campañas de recojo de criaderos del zancudo y se emitieron 245 ordenanzas municipales para intervenciones en dengue.
Hasta ahora, el sector Salud ha recogido más de 5 800 toneladas de inservibles a escala nacional.
Atención hospitalaria
Para la atención especializada de los pacientes graves en regiones, habilitaron 150 camas en hospitales de Lima y se realizó el traslado aeromédico hacia la capital. También se verificó el stock de insumos y medicamentos en los almacenes y farmacias.
Además, incrementó de 28 a 49 los laboratorios para el diagnóstico serológico y se implementaron 55 unidades de vigilancia clínica (Uviclin) en los establecimientos de salud. En estos espacios se asegura la atención, el tratamiento y la recuperación de pacientes afectados por el dengue.
