La cita entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska duró tres horas en busca de la paz en Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunieron el 15 de agosto en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, en un encuentro que marcó el primer cara a cara entre ambos líderes desde 2019 y el primero desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022.

Durante casi tres horas de conversaciones, ambos mandatarios calificaron la reunión como “muy productiva” y destacaron haber alcanzado “muchos puntos de entendimiento”, aunque no se logró un acuerdo formal para poner fin al conflicto. Trump afirmó que “quedan muy pocos puntos pendientes” y anunció que se comunicará con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y líderes de la OTAN para discutir los resultados del encuentro.

Putin, por su parte, subrayó que el diálogo fue “constructivo y de respeto mutuo” y expresó su esperanza de que el entendimiento alcanzado “allane el camino hacia la paz en Ucrania”. Sin embargo, las exigencias del Kremlin —que incluyen el reconocimiento de la anexión de Crimea y el control de cuatro regiones parcialmente ocupadas— siguen siendo inaceptables para Kiev, que exige un alto el fuego inmediato y garantías de seguridad.

La elección de Alaska como sede de la cumbre no fue casual: además de su cercanía geográfica con Rusia, el territorio tiene un pasado histórico vinculado a ambos países. Esta reunión también representó la primera vez que Putin pisó suelo occidental desde que se emitió una orden de arresto en su contra por parte de la Corte Penal Internacional.

Tras el encuentro, Trump anunció una próxima reunión con Zelenski en Washington D.C., en la que se espera avanzar hacia un formato trilateral que incluya a Estados Unidos, Rusia y Ucrania. Mientras tanto, líderes europeos han expresado su apoyo a una cumbre tripartita y han reiterado la necesidad de garantizar la seguridad de Ucrania sin concesiones territoriales.

Aunque no se alcanzó un acuerdo definitivo, la reunión entre Trump y Putin representa un paso significativo en los esfuerzos diplomáticos para poner fin a una guerra que ha dejado decenas de miles de muertos y millones de desplazados. El mundo observa con cautela los próximos movimientos de ambos líderes y las reacciones de Ucrania y sus aliados.

Leer Anterior

Reducen a policía y rescatan a preso en Huánuco

Leer Siguiente

Pakistán: el monzón dejó más de 340 muertos en 48 horas y desató una crisis humanitaria