El juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, ordenó vigilancia policial permanente sobre el expresidente Jair Bolsonaro, quien cumple prisión domiciliaria preventiva en su residencia en Brasilia. La medida responde a un “riesgo concreto de fuga” detectado por la Fiscalía General, en el marco del juicio que enfrenta por presunto intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
Bolsonaro, acusado de liderar una organización criminal para impedir la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, podría enfrentar hasta 40 años de prisión si es hallado culpable. La decisión judicial se produce a pocos días del inicio de las deliberaciones finales del proceso, programadas entre el 2 y el 12 de septiembre.
Entre los elementos que motivaron la orden de vigilancia, se encuentra un borrador de solicitud de asilo político dirigido al presidente argentino Javier Milei, hallado en el celular de Bolsonaro, así como las acciones de su hijo Eduardo Bolsonaro desde Estados Unidos, consideradas como intentos de obstrucción a la justicia.
La vigilancia será ejecutada por la Policía Penitenciaria del Distrito Federal, con presencia continua en el domicilio del exmandatario, y bajo estrictas condiciones de discreción para evitar tensiones con simpatizantes o filtraciones mediáticas.
