El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, reconoció este domingo la victoria de su adversario, el ultraderechista Javier Milei, de La Libertad Avanza, en la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales de Argentina. Ambos candidatos llegaron al balotaje después de que en la primera vuelta Massa obtuviera un 36,78 % de los votos y Milei, un 29,99 %.
«Los resultados no son los que esperábamos. Me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo y para desearle suerte, porque es el presidente que la mayoría de los argentinos eligió para los próximos cuatro años”, dijo en un discurso ante sus militantes.
Según los datos oficiales al 86,6 % de las mesas escrutadas, la diferencia es abultada: Javier Milei obtiene 55,95 % frente al 44,04 % de Sergio Massa.
El postulante oficialista señaló que la jornada electoral en el país sudamericano ratifica que Argentina “tiene un sistema fuerte, sólido y que, además, es transparente y respeta siempre los resultados”.
Sergio Massa indicó que desde mañana la “tarea de dar certezas» y transmitir «garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de la Argentina es responsabilidad del presidente electo” Javier Milei.
Detalló que le ha planteado tanto a Milei como al mandatario Alberto Fernández que, desde este lunes 20, se ponga en marcha “mecanismos de enlace y transición de recambio democrático, para que los argentinos en los próximos 19 días no tengan ni dudas ni incertidumbre respeto del normal funcionamiento económico, social político-institucional”.
Milei es un economista que se califica de libertario y hace elegir al electorado entre «continuidad o cambio», después de que le quitó esa bandera a la coalición opositora Juntos por el Cambio, aunque obtuvo luego el apoyo de la candidata perdedora de ese espacio, Patricia Bullrich, y del expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
El outsider caracterizado popularmente como el «loco», por sus reacciones, insiste en que «una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre», tiene un discurso contra «la casta» política y propone un recorte del gasto público y la dolarización de la economía.
Muchos argentinos asisten con emoción a votar en un año que se cumplen 40 años continuados de democracia, luego del fin de la última dictadura militar (1976-1983), en una elección que en la que resulta clave el voto de los jóvenes.
Unos 35,8 millones de argentinos fueron convocados a votar con sufragio obligatorio para ciudadanos entre 18 y 70 años y optativo para quienes superen esa edad y para los adolescentes de 16 y 17 años, además de para residentes en el exterior.