
El gobierno de Israel se encuentra evaluando una propuesta de alto el fuego en Gaza, aceptada recientemente por el grupo islamista Hamás. La iniciativa, impulsada por los mediadores Qatar, Egipto y Estados Unidos, contempla una tregua de 60 días, la liberación de rehenes y presos, así como el ingreso de ayuda humanitaria al enclave palestino.
Según fuentes oficiales, el plan incluye la liberación de 200 palestinos encarcelados en Israel, entre ellos mujeres y menores, muchos de los cuales no han sido sometidos a juicio. A cambio, Hamás entregaría a diez rehenes vivos y los cuerpos de 18 personas fallecidas durante el conflicto. Además, se plantea una retirada parcial de las fuerzas israelíes, que actualmente controlan el 75 % de la Franja de Gaza.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed Al Ansari, afirmó que la propuesta busca abrir una vía hacia un acuerdo integral para poner fin a la guerra. No obstante, Israel ha reiterado que su política exige la liberación de todos los rehenes —al menos 50 según sus estimaciones— antes de considerar el fin de las hostilidades.
La situación humanitaria en Gaza continúa deteriorándose. Organismos internacionales advierten sobre una inminente hambruna que afecta a los 2,2 millones de habitantes del enclave. Además, se ha reportado que más trabajadores humanitarios han muerto en Gaza que en cualquier otro conflicto reciente, según la Media Luna Roja Palestina.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, evalúa convocar nuevas conversaciones para definir la postura oficial frente a la propuesta. La presión interna también crece, con protestas de familiares de los rehenes que exigen una solución inmediata y critican cualquier intento de sabotear el acuerdo.
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de las negociaciones, en un momento clave para la estabilidad regional y la protección de vidas civiles.