
Una devastadora serie de inundaciones ha golpeado la provincia de Punjab, en el este de Pakistán, dejando al menos 1,2 millones de personas afectadas y provocando el desplazamiento de más de 248.000 habitantes. El desastre se desató tras el desbordamiento simultáneo de los ríos Ravi, Sutlej y Chenab, algo que no ocurría desde hace 38 años.
Las intensas lluvias monzónicas, sumadas a la apertura de compuertas de represas en la vecina India, provocaron el colapso de cultivos, viviendas y negocios. En el distrito de Gujranwala, al menos 15 personas perdieron la vida en las últimas horas.
Las autoridades locales han desplegado casi 700 campamentos de emergencia y 265 hospitales de campaña para atender a los damnificados. Sin embargo, muchos residentes denuncian que la ayuda no ha llegado a tiempo. “Mi familia esperó durante dos días la llegada de un bote en el tejado de nuestra casa”, relató Zainab Bibi, una mujer de 54 años afectada por las crecidas.
Los meteorólogos advierten que las lluvias podrían continuar durante los próximos días, lo que agrava el riesgo de nuevas inundaciones y deslaves. El gobierno ha instado a las comunidades vulnerables a evacuar y ha prometido asistencia para la reconstrucción.
Este desastre se suma a una temporada monzónica particularmente intensa en la región, que ya ha cobrado la vida de más de 800 personas en Pakistán desde finales de junio.