El astronauta estadounidense Jim Lovell, célebre por liderar la misión Apolo 13, falleció el jueves 7 de agosto de 2025 en Lake Forest, Illinois, a los 97 años, según confirmó la NASA. Su nombre quedó grabado en la historia de la exploración espacial por su temple y liderazgo durante una de las emergencias más recordadas en vuelos tripulados.
Lovell comandó la misión Apolo 13 en abril de 1970, cuyo objetivo era alunizar. Sin embargo, una explosión en un tanque de oxígeno obligó a abortar el descenso lunar. A más de 300,000 kilómetros de la Tierra, Lovell y sus compañeros Fred Haise y Jack Swigert improvisaron junto al equipo en Houston un plan de supervivencia que permitió el regreso seguro de la tripulación. La frase “Houston, tenemos un problema”, atribuida popularmente a Lovell, se convirtió en un ícono cultural, aunque la versión original fue “Houston, hemos tenido un problema”.
Además del Apolo 13, Lovell participó en otras tres misiones espaciales: Gemini 7 (1965), Gemini 12 (1966) y Apolo 8 (1968), siendo uno de los primeros humanos en orbitar la Luna. En total, acumuló más de 715 horas en el espacio, más que cualquier otro astronauta de los programas Mercury, Gemini y Apolo.
Tras retirarse de la NASA y la Marina en 1973, Lovell se dedicó a la escritura, conferencias y actividades vinculadas a la exploración espacial. Su experiencia fue plasmada en el libro Lost Moon, coescrito con Jeffrey Kluger, que inspiró la película Apollo 13 dirigida por Ron Howard y protagonizada por Tom Hanks.
La NASA, en un comunicado, destacó su “valentía y carácter inquebrantable”, y su familia lo recordó como “padre, abuelo y héroe” cuya vida inspiró a millones.
Con su partida, se cierra un capítulo fundamental en la historia de la conquista espacial. Lovell no solo sobrevivió a una misión crítica, sino que transformó una posible tragedia en una lección de ingenio, liderazgo y esperanza.
