Europa enfrenta una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que superan los 40 °C en varios países del sur del continente. Esta situación ha provocado alertas sanitarias, cierres de escuelas y una oleada de incendios forestales que amenazan zonas urbanas y rurales por igual.
En España, se alcanzaron los 46 °C en El Granado, Andalucía, marcando un récord histórico para el mes de junio.
Portugal registró máximas de 44 °C en Beja y 41 °C en Lisboa, con más de 80 municipios en riesgo extremo de incendio.
En Italia, 21 ciudades —incluidas Roma, Milán y Nápoles— están bajo alerta roja por calor, con temperaturas que superan los 40 °C durante varios días consecutivos.
Francia mantiene alerta naranja en el 73 % del país, especialmente en la costa mediterránea.
En Grecia, un incendio al sur de Atenas obligó a evacuar cinco zonas residenciales. Las llamas, avivadas por fuertes vientos, dañaron viviendas y obligaron al despliegue de más de 130 bomberos y 24 aeronaves.
Turquía también reportó múltiples focos activos en regiones como Izmir y Adana, donde un avión hidrante se estrelló durante las labores de extinción.
Las autoridades han cerrado escuelas, restringido actividades al aire libre y emitido recomendaciones para proteger a personas vulnerables. En Italia, incluso se han prohibido trabajos al aire libre durante las horas más calurosas del día.
Expertos vinculan esta ola de calor con el cambio climático, señalando que estos fenómenos extremos serán cada vez más frecuentes e intensos si no se toman medidas urgentes.
