El Parlamento ruso ha dado un paso más en su enfoque ultraconservador al aprobar en primera lectura un proyecto de ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de ciudadanos de países donde se permite la transición de género. Esta iniciativa busca evitar que menores rusos sean adoptados por personas que pertenezcan a comunidades LGTB, según el texto que acompaña el proyecto.
El proyecto fue aprobado con un amplio respaldo: 397 diputados votaron a favor, mientras que solo uno se opuso. Esta ley tiene como objetivo «proteger a los niños», asegurando que los menores crezcan en lo que ellos consideran una «familia tradicional». La propuesta también pretende evitar que padres adoptivos cambien de género o que intenten modificar el género de los menores adoptados.
Como sabemos anteriormente Rusia ya había aprobado una ley que prohíbe las transiciones de género e impedía que personas transgénero puedan adoptar niños. Esta medida refuerza el marco legal del país en contra de las transiciones de género y reafirma su postura conservadora en temas de familia y adopción.