Bombardeos del ejército de Colombia contra un campamento guerrillero en la Amazonía dejaron un saldo de 19 muertos pertenecientes a las disidencias de las FARC, bajo el mando de alias Iván Mordisco, considerado el rebelde más buscado del país. El operativo fue confirmado el martes por altos mandos militares, quienes detallaron que la ofensiva se realizó en la madrugada del 10 de noviembre.
El presidente Gustavo Petro anunció previamente en la red social X que había ordenado “el bombardeo y la disolución militar” de esta organización, conocida como Estado Mayor Central (EMC), tras los frustrados intentos de negociar la paz con sus líderes. “Se trata de una decisión necesaria ante la amenaza inminente de estas estructuras contra los soldados y la población civil”, señaló el mandatario.
El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, informó en rueda de prensa que además de los 19 disidentes muertos, el operativo dejó un capturado, el rescate de tres menores de edad y la incautación de abundante material de guerra. Cubides explicó que la ofensiva aérea fue ejecutada en una zona selvática del departamento del Guaviare, donde las disidencias mantenían un enclave estratégico para sus operaciones.
Alias Iván Mordisco, líder del EMC, es considerado el principal jefe de las disidencias de las FARC tras la firma del acuerdo de paz de 2016. Bajo su mando, estas estructuras han mantenido actividades de narcotráfico, extorsión y control territorial en varias regiones del país, lo que ha dificultado los esfuerzos del gobierno colombiano por consolidar la paz.
El operativo militar representa uno de los golpes más fuertes contra las disidencias en los últimos meses y refleja el giro de la política de seguridad del gobierno de Petro, que ha pasado de intentar negociaciones a ordenar acciones militares directas. Analistas señalan que este tipo de ofensivas podrían intensificar el conflicto en zonas selváticas, aunque también buscan debilitar la capacidad de mando de los grupos armados ilegales.






