
Este miércoles, un dron israelí mató a dos palestinos en el barrio de Shujaiya, al este de la ciudad de Gaza, según confirmó el hospital Bautista de la capital tras recibir los cuerpos de los fallecidos. El ataque se produjo a pesar del alto el fuego vigente entre las fuerzas israelíes y los grupos armados palestinos, lo que ha generado preocupación entre organismos humanitarios y la comunidad internacional.
El bombardeo tuvo lugar en la calle Hassanein, una zona designada por el Ejército israelí como “zona roja” o “militarizada”, donde el acceso está prohibido para los civiles palestinos. De acuerdo con fuentes locales, los dos hombres se encontraban en áreas residenciales cercanas cuando fueron alcanzados por el dron. Aunque algunas zonas de Shujaiya han sido evacuadas, muchas familias aún permanecen en el barrio, uno de los más densamente poblados de Gaza.
La agencia EFE reportó que durante más de treinta minutos, tanques y drones israelíes abrieron fuego contra puntos previamente marcados como objetivos militares. Este incidente se suma a otros ataques registrados el martes, en los que al menos seis personas murieron en distintos puntos del enclave costero, también en medio del alto el fuego.
La línea de retirada de las tropas israelíes, establecida como parte del acuerdo de cese de hostilidades, no ha sido claramente definida, lo que ha generado confusión entre los civiles sobre las zonas seguras. Organizaciones de derechos humanos han advertido que esta ambigüedad expone a la población a nuevos ataques y dificulta la asistencia humanitaria.
Hasta el momento, el gobierno israelí no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el ataque en Shujaiya. Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad de Gaza continúa documentando los casos de víctimas civiles en medio de la tensa calma que vive la región.