El alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue decapitado apenas seis días después de asumir su puesto. Según se sabe, horas antes de ser asesinado, Arcos había solicitado protección. Su cuerpo fue hallado de manera atroz: su cabeza apareció sobre el techo de una camioneta , mientras el resto de su cuerpo estaba dentro del vehículo.
El asesinato de Arcos ha sido fuertemente condenado por su partido, el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Su líder, Jesús Zambrano, afirmó que este hecho es «otra evidencia más de la falta de gobernabilidad» en el estado de Guerrero, el cual parece estar «dominado por la delincuencia».
En medio de un profundo dolor y una demanda de justicia, se llevó a cabo una ceremonia solemne para despedir al alcalde Alejandro Arcos Catalán, donde la tristeza y la indignación fueron palpables entre los asistentes.