El Ministerio de Salud de Líbano informó que al menos 13 personas murieron este martes como consecuencia de un bombardeo israelí contra un campamento de refugiados palestinos ubicado en las afueras de la ciudad de Sidón, en el sur del país. El ataque, que se produjo en una zona densamente poblada, generó alarma entre la población local y ha sido considerado uno de los más graves registrados en las últimas semanas en territorio libanés.
Según las autoridades sanitarias, entre las víctimas se encuentran mujeres y niños, mientras que decenas de personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales cercanos. El hecho ha intensificado la tensión en la región, donde los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y grupos armados palestinos han venido escalando en los últimos meses.
Organizaciones humanitarias presentes en el lugar denunciaron que el bombardeo afectó directamente a viviendas precarias dentro del campamento, lo que incrementó la magnitud de la tragedia. La comunidad internacional ha expresado preocupación por el impacto de la ofensiva en la población civil y por el riesgo de que la violencia se extienda hacia otras zonas del Líbano.
El gobierno libanés señaló que evalúa medidas diplomáticas y legales frente a lo que calificó como una violación de su soberanía y un ataque contra población vulnerable. Mientras tanto, la situación en Sidón continúa siendo crítica, con equipos de rescate trabajando en la remoción de escombros y en la atención de los sobrevivientes.
