El expresidente Jair Bolsonaro presentó un nuevo recurso ante la Corte Suprema de Brasil para intentar anular la condena de 27 años de prisión que le fue impuesta por liderar un complot contra el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, pese a que el tribunal ya había dado por concluido el proceso.
El recurso fue interpuesto por la defensa del exmandatario, quien desde el 25 de noviembre 2025 cumple la pena en régimen cerrado en la sede de la Policía Federal en Brasilia. Bolsonaro fue condenado por cuatro de los cinco magistrados de la Sala Primera del Supremo Tribunal Federal, mientras que el juez Luiz Fux votó a favor de la nulidad de la acción penal y la absolución del expresidente.
Los abogados sostienen que la resolución se anticipó, ya que aún existía plazo para interponer nuevos embargos, lo que consideran un procedimiento legal válido para revisar fallos no unánimes.
La defensa busca que el caso sea revisado por un colegiado más amplio, argumentando que la decisión inicial podría vulnerar normas internas del tribunal. Además, insisten en que el proceso judicial estuvo marcado por irregularidades y que la condena debe ser anulada. Bolsonaro, de 70 años, fue hallado culpable en septiembre de liderar una organización criminal con el objetivo de invalidar las elecciones de 2022 e impedir la investidura de Lula da Silva.
El fallo de 27 años y tres meses de prisión es considerado histórico en Brasil, ya que nunca antes un expresidente había recibido una condena tan severa por delitos vinculados a un intento de golpe de Estado. La sentencia también implica la pérdida de sus derechos políticos y de su cargo en el Partido Liberal, donde ejercía liderazgo.
Mientras tanto, el país se mantiene en tensión política. Los sectores aliados de Bolsonaro califican la condena como una persecución judicial, mientras que los partidarios de Lula sostienen que se trata de un paso necesario para preservar la democracia. La Corte Suprema deberá decidir si admite o rechaza el nuevo recurso, aunque especialistas señalan que las posibilidades de revertir la condena son reducidas, dado que el proceso ya fue declarado firme.
En conclusión, Jair Bolsonaro intenta una última maniobra legal para revertir su condena de 27 años, pero enfrenta un escenario adverso en la Corte Suprema, que ya cerró el caso y ratificó la sentencia.






