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El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, afirmó que el ataque perpetrado por un padre y su hijo durante una celebración de Janucá en la playa de Bondi, en Sídney, habría estado motivado por la ideología del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El tiroteo, ocurrido el domingo por la tarde, dejó 15 personas fallecidas y más de 40 heridas. Los responsables fueron identificados como Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed, de 24. Ambos abrieron fuego con armas de cañón largo contra la multitud antes de que la policía abatiera al padre. El hijo permanece hospitalizado en coma bajo custodia policial.
Antecedentes de los atacantes
La policía del estado indio de Telangana confirmó que Sajid Akram era originario de Hyderabad y había emigrado a Australia en 1998, conservando la nacionalidad india. Su hijo, en cambio, es ciudadano australiano. Las autoridades calificaron el ataque como un acto terrorista impulsado por antisemitismo.
Albanese señaló que la ideología del Estado Islámico habría influido en el accionar de los atacantes. La policía encontró en un vehículo registrado a nombre de Naveed explosivos improvisados y dos banderas artesanales asociadas al grupo extremista.
El joven ya había sido observado por la agencia de inteligencia australiana en 2019, aunque no se determinó entonces que representara una amenaza inmediata.
Investigación en curso
Las autoridades reconstruyen los movimientos de ambos en los días previos al ataque. Un punto clave es un viaje que realizaron a Filipinas en noviembre. El Departamento de Migración filipino confirmó su ingreso al país el 1 de ese mes. La policía australiana investiga si tuvieron contacto con extremistas durante su estadía.
El día del ataque, Naveed dijo a su madre que saldría a pescar, pero los investigadores creen que se reunió con su padre en un departamento alquilado para planear el atentado.
Víctimas y respuesta del gobierno
Entre los fallecidos se encuentran una niña de 10 años, un sobreviviente del Holocausto y un rabino local. Otras 42 personas fueron trasladadas a hospitales con heridas de bala y lesiones diversas.
Tras el ataque, el gobierno australiano anunció que endurecerá las leyes que permitieron a Sajid Akram poseer seis armas de fuego. Australia no registra tiroteos masivos frecuentes desde la masacre de Port Arthur en 1996.
El atentado también reavivó el debate sobre el antisemitismo en el país. La Asociación Judía Australiana criticó al gobierno por no adoptar medidas suficientes para proteger a la comunidad. Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu sostuvo que el reconocimiento australiano del Estado de Palestina habría incrementado el clima de hostilidad.
Solidaridad y homenajes
La Cruz Roja Australiana informó que más de 7.000 personas donaron sangre el lunes para ayudar a los heridos, una cifra récord. Ese mismo día, un memorial improvisado con flores y mensajes se formó junto a la playa de Bondi, donde familiares y ciudadanos acudieron para rendir homenaje a las víctimas en pleno desarrollo de la festividad de Janucá.






