Ayer jueves, Japón fue sacudido por un terremoto de magnitud 7.1, pero la verdadera preocupación ahora es la advertencia emitida por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) sobre la posibilidad de un «megaterremoto». La JMA ha señalado que la probabilidad de que ocurra un sismo de gran magnitud ha aumentado, aunque esto no significa que sucederá con certeza.
Ante esta alerta, las autoridades han ordenado a las centrales nucleares del país revisar sus planes de emergencia. Además, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, canceló un viaje previsto al centro de Asia debido a la advertencia sobre este posible «megaterremoto». Japón, un país conocido por su intensa actividad sísmica, todavía recuerda el devastador terremoto de 2011, que dejó un saldo de 15,893 muertos, 2,556 desaparecidos y 6,152 heridos.