La noche sagrada de la Guardada: el Señor de Burgos entró a la Catedral, y su pueblo lloró en silencio

Por: Jorge Chávez Hurtado Huánuco no dormía. La Plaza de Armas, vestida de luces y plegarias, parecía contener la respiración del tiempo. Era la noche de la Guardada del Señor de Burgos, y las campanas