Wily Garrido: guardián inquebrantable de las tradiciones y la cultura huanuqueña

Por: Jorge Chávez Hurtado

 En nuestra histórica ciudad de Huánuco, existe un hombre cuya pasión por los libros lo ha llevado a convertirse en un símbolo de cultura, desarrollo y perseverancia. Víctor Wily Garrido Guardia, nacido el 18 de diciembre de 1957 en Paucas, Huari, Áncash, podría haber sido un empresario más en su tierra natal, pero su destino lo llevó a abrazar a Huánuco como su verdadero hogar, donde su huella es imborrable en la vida cultural y educativa de esta ciudad.

Víctor Wily es hijo de Pablo Garrido Meza y Eleuteria Guardia Bayona, y el tercero de cinco hermanos. Aunque su vida comenzó en otros lares, su alma y corazón han sido conquistados por la ciudad de Huánuco. Es aquí donde encontró su verdadero hogar, no solo por el crecimiento que ha experimentado en su carrera, sino también porque sus hijas y nietos nacieron en esta tierra, lo que lo ha llevado a afirmar que Huánuco es su hogar de sangre. Junto a su esposa, la profesora Gloria Miraval Contreras, ha construido una familia que refleja los valores del esfuerzo y la dedicación.

La carrera empresarial de Wily no comenzó de manera tradicional. Como muchos emprendedores, empezó desde abajo, vendiendo libros de forma ambulatoria en el Parque Santo Domingo de Huánuco. La venta de libros no era simplemente un negocio para él; era una misión. Con cada libro que ofrecía, compartía una parte de su alma, una pequeña semilla de conocimiento que buscaba germinar en las mentes de los huanuqueños. En enero de 1984, fundó la librería La Pampa, la cual se convirtió en un pilar para los estudiantes y lectores de la ciudad.

Su carácter jovial, carismático y conversador fue su mayor arma en esta empresa. No solo vendía libros; creaba relaciones, fomentaba el diálogo y establecía lazos con aquellos que buscaban en los libros un refugio o una fuente de sabiduría. A través de los años, Wily ha sido testigo de la evolución de muchos escritores huanuqueños y peruanos, observando cómo las palabras de estos autores tomaban vida y resonaban en las calles de la ciudad.

Uno de los momentos más memorables en su vida ocurrió en marzo de 1986, cuando conoció a Juan José Bello, el afamado escritor y periodista autor de La guerra de los viracochas. Con el tiempo, Wily ha construido una red de amistades y contactos con personalidades de la literatura y el periodismo, consolidándose como una figura respetada en estos círculos.

El camino de Wily no estuvo exento de desafíos. Desde los vendedores ambulantes hasta la feroz competencia en el sector de libros, Wily tuvo que adaptarse. Enfrentó la presión de las autoridades locales, lo que lo llevó a alquilar su primer local formal en la cuadra cinco del jirón Dos de Mayo. A partir de ese momento, su librería no solo fue un lugar para comprar libros, sino un espacio de encuentro para intelectuales, escritores y estudiantes.

Con el paso de los años, Wily logró adquirir su propio local, ubicado en el jirón Aguilar 568, donde estableció la emblemática librería El Pueblo. Este espacio se ha convertido en un refugio para los lectores y en un símbolo de resistencia cultural frente a la creciente digitalización y la pérdida del hábito de la lectura. En tiempos de crisis, Wily demostró su capacidad de reinvención, expandiendo su negocio hacia la venta de calzados y otros productos, pero siempre con la mirada fija en su misión principal: promover la lectura y el conocimiento.

Wily Garrido no solo es un empresario; es un defensor de la cultura, un apasionado de Huánuco y un firme creyente en el poder transformador de los libros. En más de cuarenta años de trabajo, ha sido un testigo cercano del crecimiento intelectual de la región, y su librería ha sido el punto de partida para innumerables proyectos académicos, artísticos y sociales.

A pesar de las pedradas en estadios lejanos y los parabrisas rotos de su carro en los estadios de los rivales futbolísticos como en Tarma y Cerro de Pasco, Wily se considera un hincha acérrimo del León de Huánuco y se considera hincha también de la UDH, equipo de fútbol que nos representa en la Liga 2. Su amor por esta ciudad, por su cultura y por su gente, es inquebrantable.

Desde el segundo lustro de los años 80, es un pilar fundamental en la difusión y preservación de nuestra música huanuqueña, brindando su apoyo incondicional a nuestros programas radiales que exaltan la esencia y tradición de esta tierra.

Con cada página vendida y cada libro compartido, Wily Garrido Guardia sigue siendo un faro de cultura en Huánuco, demostrando que el poder de las palabras trasciende fronteras, épocas y generaciones.

Leer Anterior

El fútbol peruano está de duelo: Roberto Chale, el ‘Niño Terrible’, fallece a los 77 años

Leer Siguiente

Ecuador volvió a la realidad a Perú: le toca el fondo de la tabla en las eliminatorias