(Capulí, Vallejo y su Tierra)
Por: Víctor Raúl Osorio Alania*
Esta caverna tiene buena leyenda, suficiente vaguada, algo o mucho de misterio; la dorsal forja ecos en el tiempo, admiran a este fenómeno delicada conjetura, anchuroso espacio y figuras diversas. Hay ascenso como miedo y descenso, igualmente nótese ruido, esperanza, silencio.
ACRÓSTICO
Gruta de Huagapo (Acróstico con quinteto [ABABA], pareado [AA] y séptima [ABBA, -cC]).
Gruta de Huagapo, encanto natural, / Reúne citas como antecedente, / Un enigma o varios te hacen astral, / Tu jornada parece concluyente / A la luz de un gigantesco portal.
Da gusto recorrer por vuestras entrañas / En atardeceres que dan mañanas.
Historia con espeleología / Ululan querencia por tu presencia, / Altillo Racashmarca en Palcamayo / Germina junto a la filosofía. / Andadura nueva en tu venero / Por más de un significado, / Opino y enaltezco al ente quietado.
ANTECEDENTES
Juan Ullastre en su obra Cuevas exóticas (exploraciones espeleológicas del Ecuador al ártico) informa:
Érase una vez que, habiendo palestra [lidia] a causa de rivalidades entre los moradores de aquellos páramos y quebradas, un grupo de mujeres y niños buscaron refugio en la cueva. En su cautiverio subterráneo lamentaron y lloraron por mucho tiempo la muerte de su jefe y fue tan grande el raudal de sus lágrimas que desde entonces manan por la boca de la cueva. (…) El río subterráneo de Guagapo fluye a 3.500 m de altitud en la quebrada del río Chaka. En resumen: las aguas, en gran parte procedentes de las zonas no calizas limítrofes, son drenadas por los millpus y circulan en el sentido NE-SW [noreste-suroeste] hasta la zona profunda del karst [relieve], donde toman un sentido ortogonal (NW-SE) [noroeste-sureste], hasta resurgir por la boca de la cueva. (1983, pp. 84-85)
Danilo Sánchez Lihón, presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra, ha plasmado: ¡Gruta de Huagapo!, para mí tú eres la representación de la poesía misma. O mejor dicho de cómo ella se urde, se concreta y arde hacia lo hondo y hacia lo alto, hacia adentro y hacia afuera, impulso tras impulso en el meollo y centro de la piedra.
Donde todo lo has concebido dibujando y acicalándolo con pacientes gotas de agua, que filtras una a una y siglo tras siglo con un ritmo y compás interminable por la trama cerrada de la roca, entresacando lo límpido de lo acerbo, abrupto y amargo.
¿Qué de ti está despierto en plena oscuridad para entretejer con acierto tus metáforas de piedra en la noche desvelada? Y estas fantasmagorías que tallas escondida y callada, ¿no son acaso heridas, cavilaciones y padecimientos entre tanta sombra, tiniebla y abrojo?
¿Qué lengua misteriosa habla en la oscuridad el rumor de tus aguas que no sabemos de dónde viene, así como no sabemos tampoco de donde proceden las aguas de la poesía, aunque ambas tengan guardianes y centinelas?
Lo que sí sé es que hay un momento que tu entraña tenebrosa se enciende e ilumina. Y los coros que yacen dormidos en tus estalactitas despiertan y cantan. ¡Qué celebran aquel día de fiesta? ¿Es la poesía que se plasma y concreta? (2024, p. 1)
PRIMORDIAL
Distancia. De seis a siete horas de viaje terrestre desde Lima, obvio, está supeditado al medio de transporte.
Mapa de ruta. Lima, Ticlio, La Oroya, de aquí dos opciones: 1. Tarma, Acobamba, Palcamayo, Huagapo. 2. Condorín, San Pedro de Cajas y Huagapo.
Ubicación. A 250 km desde Lima, ocupa terrenos de Palcamayo, provincia de Tarma.
Toponimia. Huaga es gemido, lágrima o llanto, en tanto, apu alude a poderoso; es decir, poderoso que llora. Válido citar la voz originaria de wajapu y esta de wajay, significando llorar o gemir a voces.
Altitud. 3572 metros de altitud. La entrada es imponente (18.90 por 33.50 metros), la galería, pura adrenalina.
Conclusión. La visita en equipo permite el acopio de información entre todos y para todos.
Recomendación. Visitar este recurso natural de abril hasta agosto e ingresar con guía de periplo.
RELATO
Avidez cultural galopaba como tropilla en desbande en varias comarcas (en cada pueblo había familias conocidas y pocas). La cosecha dura aún el tiempo previsto. Los ciclos de la vida van con más dichas que dolencias. Trajinaron por diversos lugares. Nadie recuerda si fueron días o meses. Así, aquellos sedentarios convertidos en errantes llegaron hasta la cercanía de Racashmarca. La curiosidad pudo atender todo apetito cuasi descomunal.
La entrada de Wajapu les pareció una mirilla en la lógica del ser gigante. ¡Qué magno! Bajaron en parejas nada disparejas exentas de quejas con el sueño de pescar almejas. El ducho en estas andaduras habló fuerte y claro: ¡Avancen con sumo cuidado! ¡Sujétense de las manitas! ¡Vistazo al frente!
Hubo murmullo estimulante, pero de la vaguada y de las escuadradas. Rieron las pinturas rupestres coloreadas de rojo y los retratos pétreos que se hallan en diversas posturas (creo que se cubrieron la boca con sutileza de yo no fui).
El guía explorador dio cátedra de colosal magnitud. «Espeleotema congrega a estalactita (imagen cónica cuya parte gruesa descuelga de la roca interior y delgada en la punta); también véase estalagmita (coniforme, grueso a ras de piso y puntiagudo hacia arriba)».
Otro complementó: «Puedo referenciar a la luz de nuestras visitas, hay espeleotemas en la Cueva de las Lechuzas o de los Guácharos (Tingo María), también en Hatun Uchcu (Ambo)».
El trajín yacía anonadado, parlanchines mudos, de repente alguien grita: ¡Eres el amor de mi vida! Un eco interminable anduvo jironeando pensamientos, incluso miradas, corazones en proactividad, extremidades frenéticas, nostálgicos chorros dio Wajapu.
Bastaron trescientos metros de avance lineal para decir la lección más grande: el agua nace en la naturaleza, por ello, se debe cuidar por todos los medios.
Estaban tan embelesados en el interior de la gruta, olvidaron la marcha del tiempo. La caverna crujió con rareza hasta envolver la entrada.
¿Quién tiene la llave duplicada en guijarro labrado de esta gruta? No es necesario. Digamos en coro: ¡Wajapu somos tus amigos!
La rejilla resaltaba con aquella luz completa y radiante de la luna. Pudo verse a las estrellas jugando a las escondidas en el interior de aquella veta.
¡Vayan amigos, en la puerta hay provisiones para alimentar el espíritu! ¡Tomen como deberes sagrados volver con paseantes para alegrar mi existencia!
¡Felicidad impensada! Un anciano líder mencionó: La visita a Wajapu salió a las mil maravillas, aprendimos mucho. A modo de festejo ungieron sus cuerpos en la cascada externa.
*Docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos