Por Víctor Raúl Osorio Alania*
La provincia de Oxapampa que pervive entre la selva alta y selva baja respira con árboles de diverso tamaño (el tamaño varía según la elevación). La pizarra vivencial o natural es tan válida como el salón de clases, de ese modo, un momento de esparcimiento educa nuestras indagaciones para decir al unísono: Villa Rica y El Oconal, faena isócrona.
Oconal deriva de la voz quechua “ocko” (húmedo), tiene como sinonimias a bofedal, ciénaga, lodazal, fangal, humedal o semipantano.
El Oconal villarricense ocupa 164 hectáreas (perímetro de 5679,32 m.), tiene forma ovalada con una profundidad aproximada de tres metros, hállese a veinte minutos de caminata desde la plaza principal de Villa Rica.
Este latido ecológico propicia paseo en bote, consumo de platos típicos (chilcano de carachama, doncella frita o a la parrilla), degustación del café, un cono relajante de helado artesanal, ictioterapia (los peces purifican la piel), idoneidad en cuatrimoto, adrenalina pura en columpio, liana de la fidelidad o soga de Tarzán, pasarela sobre entablado movedizo y reducido.
ANTECEDENTES
Charles de Weck, en Perú hoy, publicado por Desco (Lima), señala: Actualmente, la laguna El Oconal está colmada de agua, pero aún se encuentra en una situación de gran fragilidad debido [a] la deforestación y la continua extensión de la frontera agrícola y ganadera (pastizales). Además, está amenazada por diversos factores de contaminación, especialmente los residuos del proceso de beneficio húmedo del café y las aguas servidas de los asentamientos humanos. A ello debería agregarse la reciente invasión de terrenos realizada por asociación de trabajadores rurales. (De Weck, 2008, p. 288).
Antonio Brack Egg (Villa Rica, 1940 – Lima, 2014), en la selección de cuentos El Oconal, laguna de los dioses, mediante Pachacámac y la Pachamama cavila y reta.
Pachacámac, el Señor de la Tierra, bajó desde lo alto y disfrazado de parihuana, de color blanco y rojo, trajina por el Perú…
Después de despedirse voló hacia el sur siguiendo la carretera. Pasó por Puerto Inca, Ciudad Constitución y Puerto Bermúdez, y toda la selva ardía porque estaban quemando los bosques. Llegó a Villa Rica y se posó para descansar en un pantano que la gente llama El Oconal. Vio muchas garzas blancas y se puso a conversar con ellas.
—He recorrido todo el Perú y he visto cosas muy malas que están haciendo los humanos, destruyendo a la Pachamama.
—Aquí las cosas están cambiando. Antes cortaban los bosques y mataban todos los animales. Pero desde hace algunos años las cosas están mejorando. Mira, todo son cafetales con sombra de árboles, y los animales están regresando. Fíjate en ese cerro pelado y vez [a] muchas personas plantando árboles. Allí al frente están los alumnos de un colegio haciendo una faena para sembrar árboles.
— ¡Por fin encuentro a humanos que están haciendo cosas mejores!
Se despidió y se remontó hacia las alturas siderales y con voz de trueno dio su mensaje a los humanos de esta parte de la Tierra… Los bosques son la garantía de tener agua en abundancia y más limpia. Os quedan pocos años para mejorar lo que estáis haciendo mal. Los bosques son riqueza, son agua y son belleza. Son la vestimenta de la Pachamama. (Brack, 2012, p. 15)
ENTREVISTA
Jesús Soria Urco nació el 25 de diciembre de 1983 en Villa Rica, desde los 25 años de edad va de un lado a otro con prisa de anfitrión y guía en El Oconal (laguna), desde el puerto Osito. Al dueño le dicen Osito, porque su papá era identificado como Oso. Jesús Soria repite con ímpetu: «Cuídate de las aguas mansas que de las bravas me encargo yo».
Hablemos de la flor de loto. Si se dan cuenta, muy temprano están abiertas las flores de loto, parte de una planta introducida ya que no es nativa de acá. Proviene de la cultura oriental (hindú), planta introducida por los dueños. Loto purifica el agua y es flor mística. Al acercarse con el bote van a conocer más de cerca a la flor. También hay migración de aves como gallineta (Gallinula chloropus), aguilucho (Geranoaetus polyosoma), carrao (Aramus guarauna), zambullidor (Podilymbus podiceps) que se alimentan de peces y caracoles.
¿La flor de loto solo existe en el color blanco? Atrae más el color blanco, cuando las abejas polinizan la flor salen rosado y fucsia. Florea todo el año. A partir de la una o dos de la tarde la flor de loto se cierra o guarda para en la noche abrirse otra vez.
Advertencia. Si deseas llevarte la flor de loto, tienes que venir con tu pareja. Señorita, si tu pareja te regala flor de loto, se convierte en amor eterno. No obstante, él tiene que lanzarse y sacarlo nadando. Si él sale con esa flor de loto y te entrega, dice que demuestra valentía y será digno de usted. Pero si no regresa, él no era, otro será, pero lo intentó.
¿Oconal es igual a humedal? Son humedales, porque el agua entra y sale, no es agua estancada. También tiene junco y papiro (plantas introducidas)
¿Qué árboles hay en el contorno? No son nativos, eucalipto, pino, más allá hay diablo fuerte, en la loma, Entaz… De los árboles nativos quedan ucumano, diablo fuerte, robles. Poco quedan, la mayoría de árboles nativos han sido depredados totalmente.
El Oconal es un lugar de descanso para las aves migratorias, pasan muchos, van de continente a continente. Viajan de ocho a doce horas, pero van descansando. De aquí, a 40 minutos, está el Bosque de Sho’llet [Reina de los caracoles en lengua Yanesha], hay cinco lagunitas, también nacen puquiales.
Turistas. Han venido franceses, japoneses, austroalemanes (de Pozuzo), preservan bastante la flor de loto. Antes de la pandemia nos visitaron muchos extranjeros, ahora, se redujo la visita. He guiado a estudiantes de Tingo María.
Ictioterapia. Exfoliación [o eliminación de células muertas de la piel] mediante la intervención de peces introducidos, terapia de relajamiento contra el estrés…
CORTESÍA
El paseo en bote sin motor nos ha relajado y nutrido, aprendimos a cuidar proa y popa, remando y remando por más de noventa minutos llegamos más allá de las usuales orillas. Hablo en nombre de Alejandro Jesus Aldave Gamarra, Camila Sophia Buendía Ramos, Willy Henry Mamani Alvites, Ricardo Gabriel Sanchez Rodriguez, Gerson Álvaro Silvestre Quispe, Alessandra Camila Trujillo Vizcarra y Leonel Alonso Zeña Ccorahua, estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Derecho y Ciencia Política.
*Docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
