Vilcabambino quechuañol: Elmer Baldeón Diego

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

 

Vilcabamba absorbe su existencia y supera tormentas; aquel hito de patria es la semilla en sus escritos; ese lar nativo determina los pasos que da en viajes, rituales, en la formulación de diversas interrogantes con sus respuestas.

Doy cuenta de Elmer Baldeón Diego, Wiraqocha, docente quechua hablante por herencia de sus abuelos y padres; de buena manera supo gestar el reconocimiento de “Capital Histórica de Vilcabamba”, a 3.445 metros de altitud, distante a 69 km y al noroeste del Cerro de Pasco.

 

AUTOR

¿Cuándo y dónde nació? Nací el 20 de mayo de 1960 en el barrio arriba de Gorish, Vilcabamba, provincia “Daniel Alcides Carrión”. región Pasco. Mis padres: Encarnación Baldeón Eslado y Leonarda Diego Flores; mis hermanos: Carmen, Norma, Jheysen, Lino, Richard, Bety..

Estudios realizados. Escuela N.° 34152 de Vilcabamba, INEI N.° 11 de La Oroya y en la Universidad Nacional “Daniel Alcides Carrión”, licenciado en Educación, especialidad de Biología-Química. Maestrista de la Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”.

¿En qué instituciones ha laborado? Docente y director  del Colegio Nacional de CC. HH. “Gran Mariscal Ramón Castilla” de Tángor, distrito de Paucar; director y actual docente de la IE “Centenario” de Vilcabamba.

Especialista del área de Ciencia, Tecnología y Ambiente en la Unidad de Gestión Educativa Local “Daniel Alcides Carrión”.

Regidor de la municipalidad provincial de “Daniel Alcides Carrión”.

Publicaciones: Markanchy Rayku (14 trípticos), Historia heroica de un pueblo mártir, Vilcabamba, Renaciendo entre fuegos y espinas (poemario), De ayer un recuerdo nomás (cuento), Pirwa, poesía andina, Campohuaylash del distrito de Vilcabamba y su influencia en la educación, Pakarina (poesía quechua), La nunca y jamás  rendida Vilcabamba.

Reconocimientos. De la Dirección Regional de Educación Pasco, Palmas Culturales de la Dirección Desconcentrada de Cultura Pasco, del Congreso de la República como escitor pasqueño.

 

HEROICA

¡Heroica resistencia en Vilcabamba el martes 31 de mayo de 1881! Como secuela de la guerra contra Chile, una docena de mapochinos que retornaban de la provincia de “Dos de Mayo”, Huánuco, todos en caballo, invaden Vilcabamba, provincia “Daniel Alcides Carrión”, región Pasco, pretenden coger alhajas y otras riquezas del templo. Entonces, en reacción espontánea, los aldeanos usan piedras, warakas (hondas) y palos, de ese modo, los willkas echan y victiman a los sureños. Aquel aciago día fallecieron de las filas comunales: Máximo Guillermo, José Vásquez, Epitación Ramos, Carmen Venturo Rosales (del caserío de Anipogo), Hilario Venturo, Santiago y Eduardo Basilio. ¡Viva los honderos de antología!

Elmer Baldeón Diego, en Historia heroica de un pueblo mártir: Vilcabamba (1995, 61 pp.), revela datos para acercarnos a los acontecimientos.

Segunda invasión: jueves 2-junio-1881. Familia Venturo del caserío de Anipogo, Dolores Villanueva, Tiburcio Villena, Ezequiel Ramos, Hilario Venturo, José Flores y decenas de heridos. Tercera invasión: domingo 5-junio-1881. Cuatro tapeños guían a los chilenos: Juan Valladares, José Chombo, Redio Ramos y Pedro Cárdenas. Vilcabamba resiste, pero desfallece: Honores para Paula Fiada, Máximo Guillermo, Micaela Villegas Víncula, Leandro del Valle, Salomena Javier y sus 3 menores hijos, Faustino Diego, Martina Víncula (la quemaron viva), Mónico Baldeón, Ezequiel Eslado, Martín Aguilar, Juan de la Mata Alcántara, Bartolomé Flores, Crisóstomo Diego, Eusebio Ramos, Francisco Rupay, Evaristo Álvarez, Simeón Hermitaño, Nicolás Javier, Rufino Rupay, Bartolomé Flores. Cuarta invasión: martes 7-junio-1881. Los chilenos queman sembríos de papa, maíz, trigo y derriban casas en Vilcabamba, Quiswarpata, Marquijirca y Viscos. Confundidos con los restos de otros campesinos, yacen sangrantes Carmen Venturo, Hilario Venturo, Santiago y Eduardo Basilio.

La proeza de mil ochocientos ochenta y uno / encumbra a Vilcabamba por el acto oportuno.

 

PIRWA

Pirwa, poesía andina (2010, 154 pp.) agrupa 27 composiciones. Pirwa o almacén guarda y conserva granos (maíz, haba, trigo), tubérculos (oca, papa). Elmer, con este epígrafe demuestra inmensa querencia por las raíces agrarias.

Yo soy carrionino revela más de un detalle afín con el autor.

¡Oh, poesía andina! / Yo soy el fruto de un óvulo del Ande, / por mis venas corre sangre proletaria. / Engendrado en su vientre de una mujer quechua, / gracias te digo pushkando esta plegaria, / te juro en la vida, luchar por tu grandeza.

Yo nací en la columna dorsal de los Yarush / del Unay Marka con vértices de jirkas y wankas, / siendo un orgullo del panorama con cielo azul / donde amamanté los senos de la pacarina Pacha y / aún como las canchitas con olor del pan fraterno, /hay mazorcas al compás de trinos en pichuychankas próvidos [cuidadosos] (p. 49).

 

CAMPOHUAYLASH

Campohuaylash del distrito de Vilcabamba y su influencia en la educación (2012, 156 pp.) es una

Campo Waylash, danza recreativa prehispánica, involucra todo el cuerpo, en especial, mente y corazón; expresión campesina vivaz, exigente, pero fácil de aprender, irradia idiosincrasia en Chaupiwaranqa, por adición, danzas extras alegran las cuencas hidrográficas del Marañón, Pachitea, Huallaga, Mantaro.

Campo Waylash y Tayta Compadres ya alcanzaron la cumbre folclórica como baile y danza, que siga su práctica y a la vez fijemos los pasos –e inversión de ser posible– en Ju-Jú, Mama Raywana, Jaramuruy (canto a la planta gramínea), Lishtay, Corpus Christi y Chacramanay. La Herranza rinde homenaje al ganado lanar, vacuno, camélido sudamericano. Mención aparte para la Chunguinada, el Auquish Danza y la Negrería.

Elmer Baldeón Diego y Eddyt Ríos Chihuán injertan su estilo nupcial en la investigación antropológica, histórica y etnológica del Campo Waylash, ungida en libro, enfilada temporal y espacialmente en Vilcabamba, cuya toponimia sería planicie sagrada o pueblo de nietos.

 

PAKARINA

Tuve el privilegio de escribir el panegírico de Pakarina, poesía andina (marzo, 2022, 98 pp.). Apus tutelares y Pachamama dialogan mirando las cadenas níveas, Waywash y Waqurunchu anuncian con delectación inigualable la llegada de Pakarina, poesía andina…

El poeta ingresa decidido con Yo juro, eso refleja la palabra empeñada y el cumplimiento pertinente, así, así hablarán los hechos más allá de la muerte.

Cada composición irradia Fulgor de esperanza (resulta vital en tiempos de incertidumbre y confinamiento, incluso la oscura noche lo cree así), hay denotaciones y connotaciones a lo largo del texto.

 

VILCABAMBA

La nunca y jamás rendida Vilcabamba (marzo, 2022, 171 pp.), obra de EBD, Eddyt Ríos Chihuán y Jheysen Baldeón Diego profundiza lo manifestado en 1995.

Digo en el exordio: La gratitud hay que decirla, de lo contrario es ingratitud. Las comarcas rurales proveen la despensa alimentaria para que subsistan los grupos sociales, por eso, eternamente, gracias. Pronto, cuando identificamos hechos inolvidables donde pusieron el pecho por la patria, junto a Elmer Baldeón Diego y la fuerza monolítica de los Andes peruanos manifestamos: ¡La nunca y jamás rendida Vilcabamba! (p. 17).

*“El Puchkador de la Nieve”

 

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01.06.2023

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