Por Jorge Chávez Hurtado
Eterno poeta enamorado de su tierra. Nació un tres de abril de 1933 y encontró el último hálito de su existencia un nueve de agosto de 2012, en el Hospital Almenara de Lima a los 79 años de edad. Huánuco lloró la partida del hijo que innumerables poemas y canciones escribiera en mil noches bellas y perfumadas.
Sí señores, Véder Rétiz Bedoya, “Chachico” Rétiz, el autor y compositor de valses, huaynos y poemas inspirados en la belleza, significado histórico y cultural de su tierra pudo haber cumplido 89 años el tres de abril último.
En busca del tiempo feliz
Fue maestro de muchas generaciones en la Gran Unidad Leoncio Prado. Trabajó en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán y en la Universidad de Huánuco, fundó su propia Institución Educativa San Miguel Febres.
Además, fue conductor y productor en diferentes emisoras del programa de radio “En busca del Tiempo Feliz”. Se fue hacia la eternidad dejando bendiciones y amor a su amada Petty y las mejores lecciones de todo lo vivido a sus siete hijos.
“Esta pena mía no tiene importancia, es la vieja tarde que llevo en el alma…”
Tuvo una admirable formación humanista. Fue todo un maestro en la creación de poemas y canciones con fibra y sentimiento; su mejor carta de presentación son sus hermosas canciones que nacieron de sus propias vivencias: “Esta pena mía no tiene importancia, es la vieja tarde que llevo en el alma, me trae recuerdos de días felices, jugando la infancia en mis noches blancas”.
En efecto, son vivencias que reflejan una vida alimentada de amor, de admiración a los detalles de la vida familiar, social y la naturaleza misma: “Montañas azules, dibujando el cielo, alientan en mi alma una dulce inquietud”.
Sus versos significan el pináculo de sus innumerables inspiraciones que, con verdadera poesía, explican la tristeza y la alegría del hombre en las diferentes facetas de su vida: “Es mi cielo un poema infinito que llevo en el corazón y donde quiera que vaya soy gorrión peregrino añorando su nido… Un perfil de tristeza, una inmensa alegría, es mi cielo de niño”.
Dejó innumerables opúsculos y poesías
Silvia Rétiz Hidalgo, hija del maestro Chachico, dice: “Mi padre escribió innumerables poesías y opúsculos: Memorias de un transeúnte y En busca del tiempo feliz, que es la suma de sus experiencias y recuerdos gratos que le ayudaron a vivir y soñar.
Asimismo, como cantautor escribió hermosas baladas dedicadas a Huánuco y a la paz como son: Evocación, Rincón Divino, Huallaga mío, Caminante sin camino, Cielo de niño, Perfume de mujer, Yo soy la voz de adentro, Dulce madre mía, Cóndor Majestuoso y legendario, Montañas azules, vienes, Cuaderno de abril, Canto para ti, Diciembre, Humareda y otros.
Como autor e intérprete participó en varios concursos como en el Primer Festival Nacional de Canciones y Danzas en el Perú y lo premiaron como mejor compositor.
Sus canciones evidenciaron su grandeza humana y espiritual…amó a su hogar donde nació, amó a su escuela, amó a su tierra y a su gente y a su patria…”.
EVOCACIÓN
Autor y compositor: Véder Rétiz Bedoya
Cantan: Yolanda Corzo, Charito Chocos y Juan Rivera Moreno
En horas de ensueño mi mirada triste
recorre la orilla de mi juventud
y surgen recuerdos de huertos floridos
de amores felices que aún viven en mí.
Ternura de antaño, caricia distante
canciones ya viejas que aún viven en mí.
Huánuco, Huánuco
tus noches bellas y perfumadas me hacen soñar.
Huánuco, Huánuco
bajo tu cielo vuelve mi infancia y soy feliz.
En la mañana canta el jilguero,
el Sol radiante me da su luz
de la campiña pollera al viento
viene cantando natividad.
En el rocío de la alborada
aguita fresca de mi alegría
porque en mi canto paisano mío
anuncia el día que ya vendrá.
Huánuco, Huánuco
tus noches bellas y perfumadas me hacen soñar.
Huánuco, Huánuco
bajo tu cielo vuelve mi infancia y soy feliz. (BIS)