¡Régulo Vilca Huamán, amigo con roles de maestro!

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

Su aporte intelectual en la educación, a través de la matemática, le hace merecedor de loas (Yauyos, Lima, 2 de febrero de 1947 – La Oroya, jueves 27 de junio de 1996). Multiplicó verso por verso hasta obtener poesía, dividió ejercicios con precisión admirable y ante la presencia de los estudiantes, para luego dejar las consabidas tareas; también sumó metáforas y otras figuras literarias junto a figuras estelares de la región centro andino del Perú; haciendo un guiño a la carraspera, supo restar las indiferencias para superarse en lo académico, mejor todavía como ser humano. Solía repetir: «El hombre quiso prolongar su memoria, inventó el libro». 

Andaba de prisa porque tenía la convicción de dónde venía y hacia donde quería llegar; líder entre los discípulos de Baldor, pero hombre sensible cuando intervenía en los cenáculos y cuando parlaba con los autodidactas; protegió a su familia con hechos tangibles, esposa e hijos fueron la inspiración permanente. No escribo un cumplido, es homenaje a quien tuvo propio bagaje.

ARITMÉTICA VERBAL

Nos quiebra la voz, la pluma se pone reticente para registrar este hecho fatídico. Era la madrugada del jueves 27 de junio de 1996, el ómnibus de la Empresa de Transportes “San Pedro” que retornaba de Lima a Cerro de Pasco colisiona con el tren de ENAFER Perú que se dirigía en sentido contrario. Cut Off La Oroya es el lugar trágico que se tiñó con la sangre de Régulo Vilca Huamán, Marleni De la Cruz Bustillos y de otros pasajeros.

Nació el 2 de febrero de 1947 en Yauyos, Lima. Devoto convicto del “Sr. Ascensión de Cachuy”. Empezó a ejercer la docencia como alfabetizador en Yanahuanca, pronto llegaría (por la ley de la gravedad) a la cátedra de Matemática que impartía en la Universidad Nacional “Daniel Alcides Carrión” hasta el momento de la tragedia. Estudió doctorado en la Universidad Privada “San Martin de Porres”, Lima.

Su presencia en Cerro de Pasco estuvo ligada a un accionar activo y fructífero, llegando a ser director ejecutivo y presidente del Comité Directivo del Centro “Labor”, Decano de la Facultad de Educación y Ciencias Humanas adscrita la Universidad Nacional “Daniel Alcides Carrión” de Cerro de Pasco, presidente del Comité de Defensa de los Derechos Humanos de Pasco…

Dejó obras inéditas de narrativa y poesía. En 1993 participa en el Concurso Literario “Vida y Sentimiento Minero” organizado por “Labor”, ocupa el primer lugar en poesía con el seudónimo de Gnomo. De su campo profesional publicó “Matemática moderna” (1986, 44 pp.), Escuela de Profesionalización Docente de la Facultad de Educación y CC. HH., UNDAC.

Era habitual su cuota espiritual en los proemios de libros y revistas, de igual modo, en la presentación pública de obras congénitas a música y literatura. Transcribo dos alocuciones de Régulo:

Uno. En la presentación del libro alusivo al Primer Concurso Literario de “Labor” (noviembre 1992). «Todo libro representa la memoria de un pueblo, la memoria de la humanidad. El hombre desde épocas muy antiguas ha combinado maravillosamente el producto de la mente con el producto de la mano, es decir, todo el avance de la ciencia, tecnología, humanística, del arte es producto de la combinación dialéctica entre lo que ha forjado y producido en su mente y forjado y producido con sus manos. (…) Precisamente el ser humano quiere prolongar lo que a sus sentidos le ha prodigado la naturaleza. Entonces, al querer prolongar su visión ha creado el telescopio para ver los astros, las estrellas; quiso prolongar sus pies, inventó el arado, los tractores; quiso prolongar sus manos, inventó la espada, los instrumentos; el hombre quiso prolongar su memoria, inventó los libros». La soflama en su última parte destella con semejanza de relaciones (analogía), muy usados en aptitud verbal y en la vida diaria. Un poco de gimnasia mental. RÉGULO VILCA es a MATEMÁTICA como LUIS PAJUELO es a LITERATURA. Una más, MATEMÁTICO es a NÚMEROS como LITERATO es a LETRAS.

Dos. Al presentar el casete de audio “Dos generaciones de la música cerreña” del Grupo “La Familia” y de Fidel Roque López (27 de febrero de 1993), producción del Centro “Labor”. «¡Ea!, gaviota cantarina, / hija de dos generaciones, / vuela por nuestro cielo y nuestra alma cerreña / y cumple tu destino». Estas palabras resultaron premonitorias, pues “La Familia” de los hermanos Apéstegui-Ramírez vuela con estilo propio, la estela de ese discurrir véase en canciones de esperanza; mientras que don Fidel Roque López aún compagina celajes con su mágico violín cuerpo de niño.

ELUCUBRACIONES

Arco iris de nieve”, obra póstuma de Régulo Vilca, vio la luz en 1997 con el patrocino del Fondo Editorial “Labor”, las páginas cautivan con poesía, acróstico, juegos, adivinanza, cuento, caligrama.

No quiero morir como Alfonso, / por zonzo, // no quiero morir como Antón, / por ladrón, // no quiero morir como Dante, / por pedante.

Yo quiero vivir como Clemente, / ¡excelente! // Yo quiero vivir como infante, / ¡triunfante! // Yo quiero vivir como Jesús, / ¡en plena luz!

El coro de los animalitos. Unos dicen pío, pío, / y completan glo, glo, / continúan miau, miau, / y termina el guau, guau. // Otros dicen cocoroco / y completan quiquiriquí, / continúan ba, ba, ba / y terminan mu, mu, mu.

Mis “Apuntes de tiza y lápiz” me alcanzan la siguiente inspiración: Hombre auténtico, Régulo obtuvo resultados inmejorables.

Vivó brillante, calculó ejercicios causales.

Bataholas nunca, examinaba humanidades, matemáticas, vivencias.

EVOCANDO LA PARTIDA

Luis Pajuelo Frías, previo a la despedida del féretro de su amigo generacional (Régulo Vilca), hacia el cementerio de Huancayo, de forma atinada hizo una sinopsis: «Hoy está callado… Cerreño no solo es el que nace aquí, sino el que se consustancia con el pueblo. ¡Régulo!, amante de todos los signos y gestos… Con Régulo tuvimos entrañables noches de felicidad con gente pasqueña». La tarde repercute en el ataúd y la plaza “Carrión” solloza con los familiares del extinto.

De nuestra parte, aún con el impacto en la epidermis, un esbozo: «Régulo, poeta desde las matemáticas, vibrante y sereno, hizo vibrar el claustro universitario, porque supo rescatar la pizarra vivencial. Amigo yauyino de andar firme, del verso preciso (era matemático pues), abrazamos tu ideal sin miramientos y quebrando prejuicios; eres número con letra que generan cifras para el reto. Yauyos te parió, Cerro de Pasco multiplicó retos contigo, Huancayo suspira por tu ausencia. ¡Régulo Vilca Huamán, amigo con roles de maestro!».

*“El Puchkador de la Nieve”

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