
(Por el Mes de la Letras)
Por: John Cuéllar
Escribir una historia impactante y cautivadora requiere atención a cada detalle. A continuación, te brindaré una guía detallada sobre cómo mejorar tus relatos, centrándonos en la estructura narrativa, la especificidad temática y errores comunes a evitar, con ejemplos para ilustrar cada punto.
- Etapas o estructura de un relato
- Inicio: El inicio de un relato es crucial para captar la atención del lector. En lugar de comenzar con una descripción genérica, como «Era un día soleado», opta por algo más impactante, como: «El estruendo de la explosión sacudió la tranquilidad del pueblo, marcando el inicio de una tragedia inesperada».
- Núcleo: El núcleo de la historia es donde el conflicto principal se desarrolla. Por ejemplo, en una historia de amor, el núcleo podría ser el momento en que los protagonistas se enfrentan a un obstáculo insuperable que pone en peligro su relación.
- Desenlace: El desenlace es la culminación de la trama y donde se resuelve el conflicto. Un ejemplo de desenlace sorpresivo sería en un thriller psicológico, donde el verdadero villano resulta ser un personaje inesperado que había pasado desapercibido durante toda la historia.
- Especificidad temática
- La especificidad temática consiste en centrar la trama en un solo hecho o tema principal para mantener la cohesión y el interés del lector. Por ejemplo, en un relato de ciencia ficción sobre la colonización de Marte, enfocarse en los desafíos de adaptación de los colonos a un entorno hostil sería un tema específico y absorbente.
ERRORES COMUNES A EVITAR:
7.1. Hiperbaton: Evita alterar el orden habitual de las palabras en una oración, ya que puede dificultar la comprensión del lector. Por ejemplo, en lugar de decir «Por el bosque oscuro caminaba el valiente caballero», es preferible utilizar la estructura más común: «El valiente caballero caminaba por el bosque oscuro».
7.2. Sobreinformación: Evita sobrecargar tu historia con información innecesaria. Por ejemplo, en lugar de detallar cada aspecto del entorno de un personaje, como la disposición de los muebles en su habitación, enfócate en los detalles que contribuyan al desarrollo de la trama y la caracterización.
7.3. Adjetivación: Utiliza los adjetivos con moderación y asegúrate de que cada uno aporte valor a la descripción. Por ejemplo, en lugar de decir «la hermosa flor roja», podrías simplemente decir «la flor roja», a menos que la belleza sea un detalle relevante para la historia.
7.4. Repetición de palabras: Evita repetir palabras o verbos dentro de un mismo texto. Por ejemplo, en lugar de decir «corrió rápidamente hacia la puerta», podrías utilizar sinónimos como «se apresuró hacia la puerta» para enriquecer la narrativa y evitar la monotonía.
7.5. Frases hechas: Evita el uso de frases cliché o estereotipadas. Por ejemplo, en lugar de decir «lloró lágrimas amargas», podrías explorar nuevas formas de expresar la tristeza del personaje, como «sus lágrimas saladas inundaron su rostro».
7.6. Anfibología: Evita la ambigüedad en tus expresiones para que el mensaje sea claro y preciso. Por ejemplo, en lugar de decir «Vi a mi hermano con el telescopio», podrías aclarar si fue tu hermano quien usó el telescopio o si lo viste a través del telescopio.
7.7. Mal manejo del tiempo: Mantén la coherencia en los tiempos verbales utilizados en tu narración para evitar confusiones. Por ejemplo, si estás narrando en pasado, evita saltar repentinamente al presente sin una transición adecuada que justifique el cambio de tiempo.
7.8. Mal manejo de diálogos: Los diálogos deben ser naturales y realistas, reflejando la personalidad de cada personaje. Evita diálogos artificiales o forzados que rompan la credibilidad de la historia. Por ejemplo, en lugar de diálogos excesivamente explicativos, permite que las acciones y las palabras de los personajes revelen la información de manera más orgánica.
En conclusión, al escribir un relato, es fundamental estructurar la historia en etapas claras, centrarse en un tema principal, evitar errores comunes y ser creativo en el lenguaje y la expresión. Con práctica y atención a estos detalles, mejorarás tu habilidad narrativa y lograrás cautivar a tus lectores con historias envolventes y memorables. ¡Adelante, futuros escritores, el mundo de la escritura creativa está lleno de posibilidades!