El presidente Vladimir Putin negó que Rusia tenga responsabilidad alguna por la crisis alimentaria mundial que se avecina debido al conflicto en Ucrania.
Ucrania, importante exportador de cereales, especialmente maíz y trigo, ha visto bloqueada su producción por la ofensiva militar de Moscú, lo que ha provocado un repunte de los precios y temores de escasez de alimentos que afectará especialmente a los países más pobres.
“No hemos impuesto ninguna restricción a la exportación de fertilizantes, ni a la exportación de productos alimenticios”, dijo Putin al dar la bienvenida al Kremlin al líder indonesio Joko Widodo, cuyo país ocupa la presidencia del G20.
Moscú “no obstaculiza la exportación de trigo ucraniano”, dijo Putin, y agregó que Rusia está “en contacto constante” con la agencia de la ONU a cargo del tema.
Putin, en cambio, culpó a las sanciones occidentales impuestas a Rusia. Dijo que al apuntar a los propietarios de las empresas de fertilizantes, las sanciones occidentales han “creado condiciones que dificultan mucho” la entrega de ciertos productos a escala internacional.
Moscú dice que permitiría que los barcos ucranianos cargados con productos alimenticios partieran si el ejército ucraniano desminaba sus puertos, una opción rechazada por Kyiv, que teme por la seguridad de su costa del Mar Negro.
Por su parte, Rusia, otra potencia productora de cereales, no puede vender sus cultivos y fertilizantes por las sanciones occidentales que afectan a los sectores financieros y logísticos.