Por: John Cuéllar
La pregunta que titula esta nota viene de la importancia que tiene la lectura en todo sector. Nos atreveríamos a decir que no hay profesión pueda eximirse de la lectura. El dominio de cualquier materia o profesión siempre ha estado condicionado por la lectura, el libro. A pesar de ello, de la importancia de la lectura para todo ser humano, no es posible que, en nuestra sociedad, la lectura/el libro sea la última rueda del coche.
Ante la pregunta titulada, la primera respuesta que salta a la vista es que los países latinoamericanos fracasan en el plan lector por el desinterés de sus autoridades competentes, sean estas locales, regionales y nacionales. Y para muestra, algunos botones de nuestra realidad nacional:
- Poquísima promoción de ferias de libros. Si existe una clara y voceada “emergencia nacional” en materia de lectura, que no ha sido superada por más de una década desde que se hizo oficial el Plan Lector, las autoridades de turno debieran programar periódicamente ferias de libros en colegios, plazas, alamedas, quizás aprovechando sus festividades internas o aniversarios institucionales.
- Poquísimas, desactualizadas y poco funcionales bibliotecas. Las instituciones competentes, llámese el Minedu, la Dre, la Ugel, etc., debieran promover la implementación de bibliotecas o salas de lecturas en todas las instituciones de su jurisdicción. Pero no solo es decir: “Pongan sus bibliotecas obligatoriamente”, sino otorgar un manual de cómo debería implementarse, cómo debería ser la distribución de libros, de qué forma debería ser la atención, etc.
- Poquísimos y nada estimulantes concursos de lecturas. Si queremos una generación de lectores es necesario promover concursos de lecturas institucionales, locales, regionales y nacionales. Y no solo eso, sino ofrecer premios estimulantes para los ganadores. Ofrecer diplomas y simples medallitas, que acaban como soporte en una de las patas de la mesa —parafraseando al recordado maestro Andrés Cloud— dice mucho del poco valor que se le da a una de las actividades más esenciales de la vida: la lectura.
¿POR QUÉ EL DOCENTE FRACASA AL EJECUTAR EL PLAN LECTOR?
Existen varios motivos, algunos de ellos son los siguientes:
- Falta de formación y capacitación: Los docentes no están capacitados para implementar de manera efectiva un plan lector en el colegio y en el aula.
- Falta de hábito lector docente: Resulta una doble moral que el docente encargado del plan lector sea el que menos lea y más exija. Este es uno de los talones de Aquiles que ha generado y va a seguir generando problemas en el plan lector, pues un docente que no lee, no puede identificar el valor o la falencia de las lecturas, menos recomendarlas.
- Abandono del diccionario: El diccionario otorga sentido (signo lingüístico) al lector. Todo docente debe prever esto, más si la lectura que va a dirigir está plagada de términos técnicos —llámese palabra de difícil significado para el común de los mortales—. No hacerlo es poner en riesgo el plan lector y generar un odio desmedido a la lectura.
- Falta de recursos y materiales adecuados: Las instituciones carecen de recursos y materiales de lectura adecuados, lo que dificulta y limita la implementación y ejecución del plan lector en el colegio y en el aula.
- Falta de motivación y compromiso: Los colegios y los docentes le dan más importancia a las materias de matemáticas, que también son importantes, y creen que la lectura solo es una pérdida de tiempo o un negociado.
- Falta de adaptación a las necesidades de los estudiantes: Resulta poco atractivo y no logra despertar el interés de los estudiantes por la lectura, si no se toma en cuenta los intereses y las necesidades de estos a la hora de implementar el plan lector.
- Falta de seguimiento y evaluación de la lectura: No solo se debe hacer una programación de las lecturas de los estudiantes sino también una evaluación de verificación, a fin de saber qué tanto ha leído y qué tanto sabe de la lectura.
¿QUÉ ESTRATEGIAS PODRÍAN DAR BUENOS RESULTADOS AL PLANIFICAR Y EJECUTAR EL PLAN LECTOR?
Hay una infinidad de estrategias, pero aquí citamos algunas de las más sencillas e importantes:
- Crear un ambiente o espacio de lectura atractivo y acogedor, con buena iluminación, estanterías de libros, mesas o carpetas de lecturas, cojines…
- Ofrecer una variedad de libros, de géneros y temas diferentes, y de formatos diferentes (cómics, novelas gráficas o libros electrónicos) para que el estudiante halle lo que más le interese.
- Organizar actividades de lectura en grupo, como clubes de lectura o debates literarios, para fomentar la discusión y el intercambio de ideas sobre los libros.
- Organizar visitas de autores y escritores para que los estudiantes absuelvan sus dudas sobre la lectura realizada.
- Realizar lecturas en voz alta a los estudiantes, para despertar el interés por el libro a leer.
- Crear juegos y actividades relacionadas con la lectura, como representaciones teatrales, libros artesanales, historietas, dibujos…
- Aprovechar las herramientas tecnológicas, como aplicaciones de lectura interactiva o plataformas en línea, para involucrar a los estudiantes en la lectura.
- Asignar momentos específicos en clases para que los estudiantes puedan leer el libro que llevaron en la mochila, sin interrupciones.
- Fomentar la lectura al aire libre, como leer en el parque o en el jardín, para promover el disfrute de la lectura en un entorno agradable.
- Animar a los estudiantes a leer de manera crítica, cuestionando y analizando los mensajes y perspectivas de los textos.
- Animar a los estudiantes a escribir reseñas de libros, ensayos o reflexiones sobre lo que han leído, para fortalecer su comprensión y expresión escrita.
- Ayudar a los estudiantes a establecer metas de lectura personal y a llevar un registro de los libros leídos, para motivarlos a leer más.
- Utilizar evaluaciones de verificación, para comprobar la lectura y asegurarse de que se ha comprendido el texto.
- Desarrollar estrategias de comprensión de lectura, como subrayar, resumir o hacer preguntas, para que los estudiantes comprendan mejor lo que leen.
Como ven, existen diversas estrategias para efectivizar el plan lector y no fracasar en el intento. Servido y buen provecho.