
Asociación Escritores de Huánuco
Directora: Nancy Villaflor Lázaro
Diófer Vásquez Aguirre
Del poemario: Sinfonía de amor (2017)
Decisión
Si has de venir,
ven a esta desmedida pasión,
jurando no dejarme
para así vivir el sentido de la vida.
Si has de irte,
vete como la muerte
cargando tu sonrisa
que ilusionó a mi corazón.
Así que,
ven o vete de una vez
antes que muera
sin saberlo.
Silvia Nieto
Del poemario: Entre jazmines blancos y pecados infernales (2015)
Escúchame, corazón
Te lo repito una vez más:
“Corazón, por favor, ya no ames”.
¿Acaso no entiendes este mensaje exhortativo?
¡Qué desobediente eres!
Corazón ni siquiera te ilusiones,
tú sabes que saldrás lastimado.
Ya no escuches a las bellas mariposas que quieren hablarte.
¡Nunca más te detengas en la estación del tren primaveral!
Corazón ya no te enamores,
tú sabes que esto del amor no es otra cosa que algo utópico.
Estoy segura que otra vez te herirán.
Desgarrado corazón,
te suplico con los ojos cuajados de rocío,
que ya no ames más, por favor.
¡Escucha!
¡Hay muchos con el alma estéril y sin entrañas!
Corazón, ya no hagas caso al amor.
¡No mueras por causa de ello!
Samuel Guillermo
Del poemario: Caricias bajo la luna (2020)
La muerte
El viento empuja al mar, sin piedad,
al oír eufonías de desgracia,
y la luz se agita extrañamente
en el horizonte de la muerte.
¡Cuán triste es el crepúsculo envejecido,
al saber que los recuerdos
son amargos a la memoria!
Alzar el vuelo sin tener alas,
caminar descalzo por sendas infernales.
Se deshoja, la esperanza, en el ocaso de este día,
y la tarde anuncia el turbado rostro frío;
el alma pasa por un corredor oscuro
con la luz entrecortada, la muerte me espera.
Yace en esta fosa, mi memoria oscurecida.
¡Cuán triste es el crepúsculo envejecido,
cuando el tiempo se marchita
en este cementerio abandonado!
Ángela Mávila Acho
Del poemario: Bonhomía (2019)
… He despertado…
He despertado en la necrópolis de la vida
donde el cielo toca mis manos
¿o la tierra está muy arriba
o es que el cielo está tan abajo?
El agua quema mi cuerpo
¿La luna está prepotente
o es que el sol hoy está muerto?
Ignavo terreno de idilio fatal,
infamia, humillación… cuerpo sin dignidad.
Hoy he despertado en el camposanto divino,
donde la dureza suaviza mi pena
el bochorno, vestigio instintivo
la niebla, merecida condena.
Edén enajenado, desvariado desmayo,
enfermizo cementerio en el cual desperté,
escurridizo camino que nunca descansa
este es un mundo muerto por tan poca fe.
Bonny Stephany Durand Cornejo
Del poemario: Un dial a la vez (2022)
Amuleto
He salido de las cartas,
cansado del fondo blanco,
de las mesas del casino,
del humo, del licor
de las noches en encierro.
Alguien me ha prometido
días frente al mar,
noches junto a la luna,
majestuosos escenarios
y un teatro solo para mí.
De aquellas promesas,
solo queda el engañado,
encarcelado y alejado,
desde una caja de vidrio
he guardado silencio.
Una dama enmascarada
viene a visitarme,
ha dibujado la luna,
de su voz el mismo mar,
yo el arlequín ahora conozco el amor,
ella es libertad.
Roberto Vela
Al ruiseñor
Es un colorido ruiseñor,
encendido en fuego inmarcesible
tiene el santo pico que hace luz
en las madrugadas y en las tardes.
Es como el poeta enamorado,
canta a las orquídeas en el día
y en la noche elogia a las estrellas,
llenando el ambiente de esperanzas.
Surca el entusiasmo y la tristeza
con sus alas leves de romero,
para llegar sobre las campiñas
pobladas de trigos otoñales.
Donde recolecta los dorados
frutos que evidencian hidalguía
y una aristocracia palpitante
oriundo del sol imperceptible.
Es un colorido ruiseñor,
nació sobre el ritmo incandescente
cuando el vasto sueño de la Causa
habría sus yemas al no-Ser.