«Personajes de mi tierra»

Por Napzaly Dionicio Avila

Debo confesar que existe un natural nerviosismo en mi ser, pero al mismo tiempo una gran emoción al saber que falta poco para presentar en Huánuco mi primer libro de semblanzas titulada: «Personajes de mi Tierra». Sin embargo, antes de su entrega, quiero compartir una maravillosa experiencia que me tocó vivir en el inicio de esta aventura; que no sólo es grato y reconfortante; sino que es una tarea pendiente que me propuse desde el principio: rescatar la proficua labor de los personajes que hicieron historia en la provincia de Dos de Mayo, en el departamento de Huánuco.

Mis primeros escritos aparecieron en 1985. En el epílogo que escribí para mi primera edición de la revista documental La Unión, publicada años después en julio del 2000. En ella existe un texto que explica la historia de un personaje que me inspiró a recorrer esta travesía. Tenía 17 años cuando comencé a dar mis primeros intentos en la investigación, preparando los textos en borrador. Ni en el colegio, ni en el hogar había encontrado a alguien que alentara en mí una vocación en la investigación; más aún, en el método de trabajo literario.

Recuerdo con qué inspiración y nostalgia viví mi adolescencia que inagotable era mi sed de conocimiento por saber de aquellos años dorados de la tierra que me vio nacer: La Unión, la otrora Aguamiro en Huánuco. Es así que me inicié coleccionando fotografías muy antiguas, pero la primera impresión que me causó al ver esas imágenes de los habitantes de la época de los años 1910 al 1940, era el aspecto de los mismos, todos apuestos caballeros que usaban elegantes termos y sombrero de Borsalino que le dieron a la capital provincial una tónica de ciudad ordenada, limpia y donde todos se integraban en perfecta armonía como una sola familia. Las damas también eran partidarias del buen vestir desde la cabeza hasta los pies.

Siempre estaba ahí un personaje que llamaba mi atención. Era don Pedro N. Cardich Ronquillo, (padre del recordado arqueólogo domaino, Augusto Cardich Loarte), fallecido casi más de cuatro lustros. Era un maestro silencioso, pero elocuente. Yo jamás lo había visto ni conocí en persona, y tampoco era de mis tiempos, pero fue el personaje que alentó mi inspiración para conocer sobre su vida.

Se convirtió en mi personaje favorito y todos me decían lo mismo, que era un hombre alto, distinguido, cuya presencia impactada a propios y extraños, además que este hombre visionario hizo de su hacienda Lauricocha, un importante emporio agrícola y ganadero, con hermosos ejemplares, fruto de su extraordinaria capacidad de trabajo; unido estaba un indiscutible liderazgo y carisma que muchos admiraban y reconocían como tal.

De Pedro Cardich, recogí en la intensa intimidad de su obra literaria «Negro Cielo», publicada en Buenos Aires, Argentina en 1972, por su hijo Augusto y de sus manuscritos «Sóraida», en el que plasma con gran intensidad y nitidez la sociedad de su época y de su existencia, una lección que dejó para siempre en mí, una huella profunda de un hombre visionario que capaz de desafiar al tiempo y adelantarse a la época. Hizo patria en un lugar aislado del mundo y donde ni siquiera llegaba la carretera; Lauricoha, a la que dedicó los mejores años de su vida y a la que consideró como la niña de sus ojos, de límpido cielo azul intenso que respiraba a todo pulmón y parecía tocar el cielo con las manos.

No cabe duda, que don Pedro era un hombre visionario, multifacético, de recias convicciones democráticas quién  incursionó en la política, literatura, minería, industria,  ganadería y el comercio, en esta última, se dice que en su natal La Unión tuvo uno de los mejores establecimientos comerciales de la época, donde se podía encontrar una gran variedad de productos de calidad, tanto nacionales como importados, que no tenía nada que envidiar a los artículos que se expendían en los grandes establecimientos de la Lima de antaño.

Sin duda, era un ciudadano muy organizado y de una gran preparación en temas de palpitante actualidad, como la política, las ciencias, las artes y podría sostener una conversación con el más versado de la época. Esto le permitió granjearse y relacionarse con los personajes más importantes de esos años, tanto es así que mantuvo una estrecha amistad con los Miro Quesada, Graig Morris, John Murra, Junius Beart, Cutberto Giles, Esteban Pabletich y una amistad muy cercana con el ex presidente de la República, Fernando Belaunde Terry, quién en 1968 llegó a La Unión y ese día se hospedo en su casa del Jirón Dos de Mayo.

Tuvo siete hijos con doña Fortunata Loarte Omonte; tres de ellos conformaron una trilogía de brillantes profesionales que destacaron cada uno en su campo: Pedro Koening, médico cardiólogo, quien llegó a ser viceministro de Salud en el Gobierno de Belaunde y además dirigente nacional del partido Acción Popular. Augusto, el famoso arqueólogo quién a mediados del siglo pasado revoluciono los conceptos de la edad del hombre americano con el descubrimiento del «Hombre de Lauricocha» que asombro al mundo; y Lucio, el último de los hermanos quien conquistó Europa con una tesis muy importante logrando un doctorado en Geoquímica y Física Nuclear, donde fue reconocido por su abundante y prolífica producción intelectual, principalmente en el campo científico. Por suerte, a los dos últimos tuve la dicha de conocerlos y entablar una bella amistad por largos años hasta el día de su muerte.

Hoy, que ha pasado el tiempo, puedo decir con gran satisfacción, que La Unión es, sin lugar a dudas, cuna de grandes personajes; cuya trayectoria es una sucesión de hechos notables que nunca dejaran de sorprendernos, por ser gratas, constructivas, positivas y de gran calidad humana.                                   

Así, en nuestro deseo de contribuir a la cultura, pongo a disposición del público lector, este sugestivo compendio de 464 páginas, titulada: «Personajes de Mi Tierra», constituidas en 11 capítulos que los hará transitar principalmente por aquel Aguamiro mágico de mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, evocando los momentos más significativos y la vida de los personajes más emblemáticos.

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