La genialidad de “Chachico” Rétiz en «Evocación»: un maestro de las emociones

Por: Jorge Chávez Hurtado

 «Evocación», una invalorable joya musical que sutilmente nos transporta a los rincones más profundos de Huánuco, fue creada por el talentoso maestro Véder Rétiz Bedoya, quien nació en estas tierras el 3 de abril de 1933. Su sensibilidad artística y su profundo amor por su Huánuco quedaron plasmados en cada nota y cada palabra de esta canción.

Este año, el 3 de abril, se conmemoró el 91 aniversario del nacimiento del maestro Rétiz Bedoya, recordando su increíble legado y su contribución a la música y la cultura huanuqueña. A pesar de que nos dejó físicamente el 9 de agosto de 1912, consideramos que su obra sigue viva y continúa resonando en los corazones de quienes aprecian la belleza del vals huanuqueño y la riqueza emocional que transmite.

Esta extraordinaria obra creativa fue presentada en el Festival Nacional de Canciones y Danzas del Perú, organizado por el Concejo Provincial de Huánuco, siendo alcalde César Dioses la Madrid, con motivo del 436 aniversario de fundación de la ciudad. El tema fue interpretado por la reconocida cantante Yolanda Corzo.

«Evocación» es mucho más que una canción; es un poema que nos sumerge en una profunda reflexión sobre la esencia de Huánuco y la nostalgia de las evocaciones perdidas en el tiempo. La habilidad del maestro Véder Rétiz Bedoya para capturar la belleza y la melancolía de esta tierra se manifiesta de manera conmovedora en cada verso.

Desde las primeras notas, la melodía nos envuelve en un aura de ensueño, donde la triste mirada del compositor recorre los inolvidables paisajes de su juventud. Los huertos floridos y los amores de ayer emergen como fantasmas del pasado, recordándonos la efímera pero eterna belleza de esos momentos que aún viven en nuestra memoria.

La mención de Huánuco en la letra no es solo geográfica y citadina; es simbólica y profundamente emocional. Las noches bellas y perfumadas, las cuales hacen soñar, representan la profunda conexión profunda del poeta y compositor con su tierra natal. Bajo ese cielo estrellado, la inolvidable infancia regresa para ofrecer momentos de felicidad pura, como un regalo del pasado que nunca deja de brindarnos alegría.

La canción cobra vida e intensidad con la llegada de la mañana, donde el canto del jilguero y la luz radiante del sol simbolizan el renacimiento y la esperanza. La campiña pollera al viento y el rocío de la alborada son extraordinarias metáforas de la vida en su plenitud, una vida marcada por la tradición y la autenticidad social y cultural de Huánuco.

En cada estrofa, «Evocación» nos invita a contemplar la dualidad de la existencia humana: la melancolía de los inevitables recuerdos y la alegría desbordante del presente. Es un evidente recordatorio de que el pasado, aunque lejano, sigue siendo parte de nuestra identidad, y que las raíces nunca se pierden a pesar del tiempo y la distancia.

Esta hermosa canción es un verdadero himno a la memoria, al amor por la tierra que nos vio nacer o crecer y a la belleza intemporal de los momentos que atesoramos en nuestro corazón. Es un firme llamado a la reflexión sobre nuestra conexión con nuestras raíces y la importancia de preservar nuestra historia y nuestra identidad cultural.

Al escuchar «Evocación» recordaremos que, a pesar del tiempo transcurrido y las distancias recorridas, siempre habrá un lugar en el corazón para el hogar de nuestros sueños, para la tierra que nos vio crecer y que sigue siendo el dulce refugio de nuestras evocaciones.

 

EVOCACIÓN

Autor: Véder Rétiz Bedoya

En horas de ensueño, mi mirada triste

recorre la orilla de mi juventud,

y surgen recuerdos de huertos floridos,

de amores felices que aún viven en mí,

ternura de antaño, caricia distante,

canciones ya viejas que aún viven en mí.

Huánuco, Huánuco,

tus noches bellas y perfumadas me hacen soñar.

Huánuco, Huánuco,

bajo tu cielo vuelve mi infancia y soy feliz.

En la mañana canta el jilguero,

el Sol radiante me da su luz,

de la campiña pollera al viento

viene cantando natividad.

En el rocío de la alborada,

aguita fresca de mi alegría,

porque en mi canto paisano mío

anuncia el día que ya vendrá.

Huánuco, Huánuco,

tus noches bellas y perfumadas me hacen soñar.

Huánuco, Huánuco,

Bajo tu cielo vuelve mi infancia y soy feliz. (BIS)

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