
Apuntes de Osmider Herrera Foria
Como expresión cultural del mestizaje, Los Negritos de Huánuco se diferencia de las demás porque se escenifica detalladamente la realidad socioeconómica de la Colonia, que muestra la particularidad de cada personaje, distinto uno de otro en vestimenta y ejecución de pasos, pero dentro de la misma danza.
Los caporales representan a los negros que tenían cierta confianza de sus amos. Estaban a cargo de grupos o personas de su raza. Su vestimenta está compuesta por sombreros bordados con adornos de penachos de plumas multicolor, máscaras de charol negro, cotones o chaquetas bordadas con hilos, perlas y piedras, con charreteras de perlas, cintas diversas, corbatas bordadas, chicotillos, campanillas, botas bordadas, pantalones con franjas bordadas y pañuelos. Las mudanzas o figuras coreográficas deben ejecutarlas inicialmente los caporales, luego los demás integrantes: los pampas.
Los pampas, negros que representan a los trabajadores del campo, que hacían faenas agrícolas, guiados por el caporal. Llevan similar vestimenta que los caporales. En la ejecución de la danza hacen dos filas paralelas, donde bailan, realizan pasos y movimientos coreográficos que repiten la mudanza antes hecha por los caporales.
El turco y la dama representan a los españoles y amos de las haciendas; pertenecían a la clase dominante. La vestimenta del turco es de luces, tomando como referencia al torero español; de la dama es vestido elegante de hacendada de la época. Bailan simulando ser los dueños negreros, en el centro de la cuadrilla, tomados de la mano, de lado a lado, haciendo un paseo al compás y ritmo de la música.
El corochano ridiculiza al corregidor español que pertenecía a la clase dominante. Su vestimenta consta de sombrero, matraca, máscara blanca, con nariz roja, cejas y barbas grandes, sacos largos o levas con hombreras doradas o plateadas, franjas pegadas a los pantalones, pecheras o chalecos, corbata, fajas y botas bordadas. Realiza movimientos jocosos de acuerdo con las circunstancias improvisadas, abre paso entre la multitud con el sonido de la matraca y también pone orden.
Los abanderados representan a los comerciantes traficantes de negros que negociaban con los hacendados. Inicialmente llevaban el blasón de la insignia real; posteriormente, con el proceso de independencia, lo remplazan por banderas de Perú y Argentina. Sus vestimentas imitan también a los toreros desde la montera, máscara metálica, pantalón y casacas del mismo color, corbata michi. Bailan en el centro o alrededor de la cuadrilla ejecutando saltos, dando dos o tres patadas para avanzar.
Las etapas de la danza son la cofradía que se baila desde la víspera hasta el mediodía, antes que se despidan; la adoración al Niño Jesús la realizan con una música característica en las iglesias y en las visitas a la casa de los mayordomos; y la despedida o ayhuallá donde se despiden hasta el próximo año.
Así la danza ha llegado hasta nuestros días. Se baila en toda la región. No hay pueblo, comunidad o barrio donde no se encuentre una “cuadrilla de negritos”. Cuadrilla define a la unión de personas que cooperan en una misma obra, en este caso, en una misma danza, en un solo deseo, en un mismo sentimiento.
Si bien, en la ejecución de la danza, los estilos e interpretación de las cuadrillas son diferentes, algunas de ellas han sabido mantener la evolución natural, respetando los pasos, mudanzas o figuras coreográficas, que es ejecutado primero por los caporales, luego los negritos pampas imitan; el saludo que representa el encuentro de los negros en sus faenas de trabajo; el perdón es la súplica del negro hacia el capataz para no ser castigado, no debe de obviarse. Al tener pasos y mudanzas establecidos no hay la necesidad de incorporar cambios ni estilizaciones innecesarias que pretenden la “aceleración” (cambios bruscos) de la danza.
La vestimenta constituye un elemento importante para la ejecución de la danza, por la comunicación visual que trasmite. Es la que mayor variación ha sufrido porque, en el discurrir del tiempo, se ha nutrido de diversos elementos, desde una indumentaria simple, modificándose cada vez, hasta llegar ahora a un deslumbrante multicolor, convirtiéndose, en la actualidad, en traje de luces. Lo que resalta de la vestimenta es su aspecto plástico y estético, que también es producto del mestizaje. No debe llevarnos al “guaragua”, que es adorno exagerado del vestido, resultando antiestético y de mal gusto.
El acompañamiento musical es con banda de músicos, con instrumentos de metal, bombos y tarolas que acompañan la fiesta, en la serenata, días de celebración y las despedidas que resultan nostálgicas.