La artesanía, uno de los rubros más golpeados por la pandemia en Huánuco

Hasta antes del 16 de marzo de este año, luego de que se confirmara el primer caso de Covid-19 en Perú, más de 5 mil huanuqueños vivían de la artesanía. Sin embargo, tras la emergencia sanitaria, muchos han visto truncada su pasión, por lo que algunos han optado en cambiar de actividad.

Los artesanos afirman que esta crisis es lo peor que les ha tocado vivir, pero, según Pedro Jesús García, uno de los artesanos más reconocidos y premiados de Huánuco, sostiene que esta nueva realidad le hará mucho bien al rubro, porque logrará la unión y formalización de todos aquellos que se dedican a conciencia a esta actividad, respetando la tradición y costumbre de los antepasados; y separará a quienes trabajan de manera informal.

“La forma de vender cambió, antes esperábamos que los turistas visiten nuestros lugares, ahora tenemos que ir hacia el público y esa nueva manera es digital; algo que es aún más duro para muchos de mis colegas que sólo tiene los conocimientos básicos y nunca ha usado la tecnología”, comentó Pedro.

El destacado artesano que regenta el taller ‘La Casa de la Cabuya’ en la ciudad de Tomayquicha, agregó que en la actual coyuntura, para los artesanos hay una forma de salir adelante y es involucrando a la familia y al gobierno.

Otra de las salidas que han encontrado algunos de los artesanos afectados por la pandemia es la innovación en las manualidades y la incorporación del arte andino en las prendas modernas. Tal es el caso de Cinthya Guerra Sifuentes, quien ha logrado incursionar en el arte combinado, mezclando el bordado andino con las prendas modernas.

Ella cuenta que el método descubrió en sus inicios, cuando recorrió las calles de Miraflores, en Lima, vendiendo sus trabajos. Allí también saboreó el rechazo de sus productos, porque lo veían poco convencional; sin embargo, eso precisamente motivó a la artesana a innovar el arte tradicional, con el que pudo abrirse espacios en ferias y mercados de la capital regional y nacional.

“Mi sueño es que la mujer huanuqueña siga usando en su prenda un bordado que transmita nuestra identidad cultural, que sienta orgullo de llevar un sombrero andino, una pollera bordada”, dice Cinthya, al recordar que las técnicas de los abuelos aún se practican, pero no son valoradas.

“Quisiera que seamos como los mexicanos que usan sus sombreros y sus flores bordadas con orgullo, en cambio nosotros hemos perdido ese concepto de identidad”, lamenta Cynthia, quien heredó las manualidades de su abuela materna, una artesana que amaba la costura y cuya línea genética anhela poder continuar en la región.

Otra es la historia de Antonio Rivera Flores, un artesano de Tomayquichua, quien desde sus 15 años ha dedicado su vida a la elaboración de figuras representativas de la región, utilizando semillas, piedras, plantas y otros elementos de la naturaleza, con ello ha mantenido a su familia, pero ahora ha cerrado su taller para dedicarse al cultivo de maíz y papa, como peón.

Antonio recuerda que una de sus primeras artesanías fueron miniaturas de pozos de agua antiguos a base de piedra y otras figuras, y cuando pudo venderlo, se dio cuenta que podía vivir de la artesanía. Luego pasó a los pirograbados en madera. Eso es lo mejor sabe hacer, porque ha logrado ganar hasta 60 soles por día, pero en estos momentos volvió a “cero”.

TURISMO EMPRENDE

Mientras transcurre la emergencia, una luz de esperanza apareció para los artesanos y sus familias. El gobierno central ha implementado varios programas de apoyo a los sectores más afectado por la crisis, es el caso de Turismo Emprende, un fondo de 3 mil soles no reembolsables al que muchos artesanos podrán acceder para comprar sus materiales y reiniciar su producción.

No obstante, muchos se han visto imposibilitados a acceder a este beneficio debido a la falta de conectividad de la zona donde viven y a la informalidad en la que trabajan. Por eso el Gobierno Regional de Huánuco a través de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) convocó a 60 voluntarios, para brindar apoyo a los artesanos que viven en las zonas rurales y que no pueden registrarse en el programa. Un requisito básico es aparecer en el Registro Nacional de Artesanos (RNA).

Por esas limitaciones, hasta la fecha solo habían 250, pero el Ministerio de Cultura amplió la inscripción hasta el 23 de noviembre, por lo que la meta es registrar a por lo menos 500 artesanos de las provincias de Puerto Inca, Leoncio Prado, Marañón, Huamalíes, Pachitea, Lauricocha, Huacaybamba, Ambo, Dos de Mayo y Yarowilca.

Las líneas artesanales que participan en el concurso de Turismo Emprende son los trabajos en cueros y pieles, en madera, de fibra vegetal, tapices y alfombras, los metales preciosos y no preciosos, piedra tallada, cerámica, vidrio, instrumentos musicales, muebles, productos de mate, trabajos en cera y parafinas, pinturas, estampados y teñidos, artesanía en base a cuerno de toro o elementos marinos.

ALGO MAS

Los artesanos interesados en participar del programa y que aún no se inscribieron deben ingresar a la página web: www.turismoemprende.pe hasta el 23 de noviembre, dado que la evaluación y selección será el 24 del mismo mes y la publicación de lista ganadora el 4 de diciembre de 2020.

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