“Jilguero de Llata”: bajo tu sombra otra pléyade 

Víctor Raúl Osorio Alania (*)

 El 22 de diciembre de 1934 nace Arturo Reyes Rosales, “Jilguero de Llata”, en el pintoresco fundo de Racrish, Llata, siendo sus padres don Florentino Reyes y doña Alicia Rosales; hermanos: Elio y Felisa ya murieron, Julia, Mavila y Delia completan el linaje Reyes Rosales. Solo estudió hasta el quinto grado de primaria en la Escuela Guasha N° 386 de Llata.

Contrajo nupcias con Angélica Garay, siendo sus hijos: Marleny Lady, Jhovel Fosafat, Milton Orlando y Madeleyne Angélica Reyes Garay.

Ha trabajado en Cerro de Pasco a los 16 años de edad (1950), ahí entabla amistad con el Jilguero del Huascarán, pronto, labora en Atacocha, pero cuando sus padres intentan repatriarlo decide enrolarse a las filas del Ejército Peruano en Chorrillos (1954-1956).

Por si acaso, como buen musico también resultó excelente arquero del “Deportivo Huamalíes” de Atacocha, además, tetracampeón con el Club Aurora de Llata (1957-1960).

Ciento veinte soles (S/ 120.00) costó su primera guitarra y lo adquirió en Cerro de Pasco. Privado de la libertad por cuatro meses, dio impulso a la creatividad con “Cárcel Pública de Llata” (1958), su primer tema musical. El 3 de enero de 1964 sale de Llata rumbo a Lima.

Lo que se hereda no se hurta, adagio añejo que calza a la perfección con el trajinar del vate del pueblo. Sus abuelos ejecutaron instrumentos de viento, en tanto, sus padres instrumentos de cuerda.

Su talento ha subido a los escenarios para quedarse en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos.

Veo en él a una generación espontánea, sincera, que supo quebrar cualquier abulia. De ese modo, los solistas cantautores, Ernesto Sánchez Fajardo, “Jilguero del Huascarán” (1928-1988), María Dictenia Alvarado Trujillo, “Pastorita Huaracina” (1930-2001), Víctor Alberto Gil Mallma, “Picaflor de los Andes” (1930-1975), Leonor Efigenia Chávez Rojas, “Flor Pucarina” (1935-1987) son coetáneos y contemporáneos del Jilguero de Llata, cada quien supo brillar en su tierra natal, ipso facto, ganaron un espacio en el selecto auditorio mundial.

Collage. Ciento setenta y dos (172) temas honran su arte en discos elepé de vinilo, casete, disco compacto, DVD, MP3, MP4. Aquí un collage con los títulos de su proficua cosecha.

Luego de caminar treinta leguas, en medio del temperado calor o la lluvia jovial, escribiré tu nombre con todo mi afecto, porque tus luceros me guían. Amor mío, cuando llegues a las plazas de Llata y Vichón, en ese orden, te voy a conferir serenata llatina.

Ocho libras mal gastadas en el cruel destino y por antípoda de una suegra interesada, quien a la vez resulta víctima de acciones fortuitas. Ciertas razones me impulsan a gozar con toril llatino, pero tus labios me gustan más, por ello, ¡caray!, el matrimonio contigo será unicidad, jamás habrá litigio por pensar en brazos ajenos.

Pueblo de Porvenir y la patria toda luchan por salvar a esa flor marchitada; mis ideales y pluma ascienden por aquella falda, ahí permanece una rosa colorada por los recuerdos de una madre que me decía: no sufras tanto… En coro: Llaquinchi nimanchi (sufrirá dirá), pipis mayasunsu (que no sepa nadie).

Reconocimientos. Una calle se denomina “Arturo Reyes Rosales” en el pueblo de Huarocondo (capital del distrito del mismo nombre), en la provincia de Anta, Cusco. El pedregal del cóndor hace loas de forma pertinente.

Jueves 29 de agosto, 2013. “Personalidad Meritoria de la Cultura” por parte del Ministerio de Cultura (RM-242-2013-MC).

Junio 8 de 2016. La Escuela Nacional de Folklore “José María Arguedas”, Lima, lo distingue como artista.

Julio 28 de 2016. Resolución de alcaldía y placa recordatoria por parte de la municipalidad provincial de Huamalíes.

Jueves 28 de marzo, 2019. El Poder Legislativo, a través de la resolución N° 30923, concede pensión de gracia a don Arturo Reyes Rosales, ascendente a dos remuneraciones mínimas vitales. Dicha pensión es personal e intransferible.

Análisis. Escribiré tu nombre –como los otros huaynos de su cosecha– resulta sugestivo, literal, figurado, ecológico, impactante, bilingüe en buen timbre.

Voy a escribir tu nombre, / en las nubes del verano, / para que en invierno se convierta / en gotitas de lluvia clara. / Rosa de mi pecho serás tú, / clavel de tu corazón seré yo / a ver si de esa manera paisanita / seré el jardinero de tu pecho.

[Hablado. Hay Rosita, Rosita, Rosita hasta cuando me tendrás sufriendo].

Ya que tú me has querido / no me niegues tu cariño, / el amor cuando se cultiva / cada día crece y florece. / Ima chinami taqay china, / ima wambrataj taqay wambra, / jukta musaraykar, musamayniman / maylacho nilapte / kaylacho jukla niman.

“Jilguero de Llata” y sus adeptos. Adolfo Céspedes Valverde, llatino de actitud y palabras. «El “Jilguero de Llata” le ha dado personería, identidad y diversificó la música llatina a lo largo y ancho del territorio nacional, con estilo, ritmo y melodía propias que describen emociones, sentimientos, vivencias de la tierra querida sin soslayar el quechua como elemento articulador de la cultura. “Lejos y ausente” su tema más logrado». Adolfo se pone a canturrear y la nostalgia invade su voz, absorbe un poco más de oxígeno y reparte el cancionero de su paisano.

José Orlando Vara Mazzini, tenaz promotor del Festival Escolar de la Identidad Musical Huanuqueña 2012-2019. «Arturo Reyes tiene ascendencia para los huanuqueños, porque ha creado temas desde la vivencia domaína, también ha recopilado bajo la influencia huaracina, pero el swing o estilo de Llata se impone con su cadencia diferente. “Serenata llatina” me gusta porque transmite vida y felicidad; en mi familia cuando llegaba el cumpleaños, nuestros padres contrataban saludos en radio Ondas del Huallaga y disfrutábamos con “Serenata llatina”», escucho a través del auricular el lúcido recuerdo de Orlando Vara.

 Recomendación. La casa donde nació, en Racrish, Llata, debe ser considerado como Patrimonio Cultural y convertirse en Casa-Museo. También sería oportuno una réplica en el pueblo de Llata.

 Añadido. Esta línea de tempo y demás perfiles que atañen a don Arturo Reyes Rosales, “Jilguero de Llata”, ha sido por el testimonio del mismo autor, de su hija Marleny Lady Reyes Garay, también del homenaje tributado en el IESPP “Marcos Duran Martel de Huánuco (viernes 29 de noviembre de 2019), donde tuve la ocasión de impetrar a los asistentes: «Por favor, se ponen en pie para recibir y aplaudir a don Arturo Reyes Rosales, Jilguero de Llata». Tres veces el aplauso fue unísono, amplio, quedó empoderado y aun reverbera en el hipotálamo y corazón del hombre que dio escalafón musical a Llata, por ende, goce a Huánuco y el Perú.

El cuadro melódico puede variar, sin embargo, el mensaje pervive y se multiplica, puede ser con “Los Lirios” de Llata, quizás Conjunto Musical Llata o mediante su amigo César Parra. ¡Que siga la fiesta!

(*) “El Puchkador de la Nieve”

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