
Por: Fortunato Rodríguez y Masgo*
Era una noche de agosto de los finales de la década de los 70, caminé entre las románticas y estrechas calles de la hermosa ciudad de Huánuco, observé con mucha alegría un cielo totalmente estrellado, allá en la inmensidad donde las estrellas cobran vida y desde donde nos observan, son “almitas buenas”, como dijo la mamacha Antuquita, aquellas estrellas brillan, particularmente tengo la seguridad una de ellas es mi santa madrecita que se fue al cielo para vivir a lado de taita Dios; eso me reconforta, verla cada noche viva, mentalmente converso con ella y disipo mis penas, me llena un poco de nostalgia, pero la vida tiene que continuar, debo seguir transitando, porque es el camino de la vida, voy a la bella Izcuchaca conocido también pasaje dos aguas, lleno de verdor las viviendas con huerta, como magia te envuelven dentro de su dispersada aroma de nísperos, chirimoya, pacay y café; en una de ella, vive Baldomero, con cariño Baldaco, compañero en la secundaria allá en la década de los setenta en el legendario e histórico Colegio Leoncio Prado de Huánuco, con quien compartí gratos e inolvidables momentos.
Ya en casa de Baldaco, la cocina a leña se encontraba en preparativos de un suculento locro de gallina de chacra, mientras los presentes preparaban la “camita” con copas y copas de shacta de aguardiente procedente de la hacienda “Huayocoto” de Sadicho Bernal, ¡purito caña carajo! ¡achalau! (rico), expresaba don Shanti, amigo de Piqui Martel, un añejo y carismático huanuqueño, quien con mucha nostalgia dijo ¡No ay otro como nuestro León de Huánuco! Casi al instante se prendió los recuerdos y cada uno de los invitados comenzaron a rememorar a nuestro glorioso e histórico equipo de los años 60-70: En el arco estaban dos señores arqueros Carlos Chávez Huapalla y Hugo Bolarte Morales, ambos atajaban “lo imposible”, verlos “volar” en la portería era emocionante, las tribunas de hinchas vibraban, tuve la suerte de verlos jugar, con eso me quedo ¡carajo! dijo Baldaco; prosigue la tertulia nocturna, para entrar en el tren de los recuerdos, nuevamente otra “copita” de shacta de “Huayocoto” acompañado de cigarro inca para limpiar de los malos espíritus.
Prosigue: Hemos tenido una férrea defensa, era una “muralla” impenetrable, “Goliat” Adolfo Valdivia, “gato” Cesar Chacón Valdiviezo, Rodolfo Muñoz, Chani Luis Follegatti, el negro Víctor Dávila, el chato Darwin Bravo, Carlos Souquon, Miguel Cabanillas, eran jugadores “duros” para el choque, manifestó “chumbeque” Tarazona.
Como si fuera poco, en el medio campo vi jugar a José Luis Cabanillas, quien hacia diabluras al lado de “Shanti” Santiago Madrid, el chato Alejandro Ríos, el destructor recio Máximo Falla, “Shanaco” Ronald Zanabria, “Pele” Jaime Isuiza, “Marruqui” Mardonio Baldeón, “Pajarito” Humberto Benancio, era un medio campo de lujo, creaban futbol de salón, toque más toque y ¡gol! expresó emocionado Ticucho Morales ¡por eso te quiero mi León de Huánuco!
Tuvo una delantera de oro, cuyo conductor nuestro eterno “Cholo” Javier Fano, huacarino de nacimiento, el “brujo” temido por lo arqueros, sus tiros libres eran “cañonazos”, prácticamente ya era gol cantado, “la pelota entraba con todo arquero al arco” ¡carajo!, al lado estuvo el “loco” Carlos Trujillo, era el cachito Ramírez huanuqueño, velocidad drible coraje era su tarjeta de presentación, siempre marcaba su gol, era “pícaro” “bochinchero”; en la otra “punta”, el “posheco” Jaime Torres “exquisito” para jugar, velocidad, fuerza coraje era su característica, era un dribleador quimboso, un acriollado “elegante”, siempre con la sonrisa saludaba y su dejo huanuqueño encariñaba a las bellas damas, José Delgado joven el, hábil con el balón veloz, con su drible hacia bailar a su marcador, y como refuerzo llegó el “cholo” Liber Palacios Mallqui, era un “demonio” cuando corría, difícil de alcanzarlo, era veloz, fuerte, drible potentes disparos, te ponía la pelota como si fuera con la mano, listo para “patear” y gol. No podemos dejar de mencionar, al “negro” Armando Cabanillas, quien retorno de jugar en la profesional por los grandes equipos Universitario, Alianza Lima entre otros, ambino, familia de futbolistas, era toda una leyenda, tuve la suerte que me entreno en el equipo “Daniel Carpio” del viejo Abram, cuando participaba en el campeonato de segunda en el estadio viejo del Colegio Leoncio Prado, dijo el “alaraca” de Timoteo.
Como si fuera poco, Balduco prendió el tocasset para escuchar los huaynos de la banda de músicos “Los Pillcos Mozos” de don Nico Miller, esto encendió más los recuerdos, para “apaciguar” más shacta de Sadicho Bernal, ya no eran copas, sino copones, llamado “huaracañazo”, eso sí templaba el sentimiento.
Mención aparte, el aporte de don “Ñumico” Echevarría para el glorioso León de Huánuco, fue determinante, un hombre con sentido humano, entregado a su equipo de sus amores, como presidente lo “proporciono todo” a cambio de la alegría y la sonrisa de ver jugar al conjunto del pueblo huanuqueño cada domingo, secundado por una junta directiva de huanuqueños. Don “Ñumico” nunca se aprovechó del sentimiento de nuestro pueblo, siempre respeto la afición deportiva y dejo de lado los “intereses” que podría haber aprovechado, una de ellas ser autoridad electa, cada domingo con su humildad y sencillez alentaba a nuestro histórico León desde la tribuna de madera del estadio viejo. Fue un señor de señores, nunca recibió un homenaje de nuestra Municipalidad Provincial de Huánuco, menos de la Liga de Futbol Departamental de Huánuco; pero si, se llevo el cariño y la consideración de su pueblo, realmente es un ejemplo a seguir como persona, emocionado quizás con algunas lágrimas brotaba en la mejilla de doña Tomasa, mamá de Balduco y antes de culminar dijo ¡te regalaba medicina! Si no tenias plata ¡ya me traes después! Era un alma de Dios, yo siempre le recuerdo a papa “Ñumico”, cada vez que paso por la puerta de su botica en Santo Domingo, rezo por él.
Silencio total, el ambiente se apacigua, cuando hablan de personas que dejaron huellas en el sentimiento del pueblo, uno de ellos es sin duda don “Ñumico” Echevarría.
Para culminar la velada de los recuerdos, trae a memoria, aquella noche del 12 de marzo del año 1972, cuando Huánuco se paralizó para escuchar o ver el partido en televisor blanco negro de la casa, entre el Deportivo Junín de Huancayo y nuestro León de Huánuco, al final los huanuqueños logramos vencer, gran partidazo de nuestro arquero Carlos Chávez y del cholo Javier Fano. Así llegamos al futbol profesional, el recibimiento fue apoteósico, desde San Rafael hasta Huánuco, una enorme caravana de autos, camiones, motocicletas hasta triciclo estaban metidos como “ayayeros”, todos recibieron a nuestros bravos jugadores, al final fiesta popular en la plaza de armas, con banda de músicos, orquestas hasta cuetes reventaron, el pueblo salió a las calles a festejar tal hazaña, dijo el “cuto” Valderrama, que no dejaba de brillar sus ojos de alegría. Un extenso saludo a Teófilo Alejandro Rodríguez hasta Italia, eternamente agradecido “primo”.
*Cronista, economista y abogado.
Fotos: D.R.