‘Huánuco en tañido de guitarra’

El grito sagrado que Omar Majino Gargate arranca a una guitarra que no olvida sus raíces

Por: Jorge Chávez Hurtado

Hay libros que se leen con los ojos y hay otros que se escuchan con el alma. El maestro Omar Majino Gargate, docente de la Universidad Nacional de Música Daniel Alomía Robles de Huánuco, acaba de publicar uno de esos libros que nacen del corazón del pueblo y vibran en la piel de una guitarra. Se titula Huánuco en tañido de guitarra y reúne arreglos para guitarra solista de piezas emblemáticas del cancionero huanuqueño, muchas de ellas ligadas a la danza, al recuerdo y a la memoria festiva de nuestra tierra.

Además de su labor docente y de investigación musical, el maestro Omar Majino Gargate es uno de los fundadores e integrantes del afamado grupo Garu de Huánuco, del cual también fue su director musical por muchos años, aportando desde ese espacio a la difusión y renovación de la música huanuqueña tradicional de la región.

A ello se suma otro hito significativo en su trayectoria: meses antes de fallecer, el maestro Francisco Gumersindo Atencia Ramírez le confió personalmente el legado y la responsabilidad de asumir la dirección musical del Conjunto Centro Musical Melodía Huanuqueña, encargo que Omar Majino ha honrado con profundo respeto y compromiso.

Lo entrevisté por teléfono desde el programa “De cantos, calles y campos” de Radio Unheval. Conversamos sobre sus motivaciones y el arduo trabajo detrás de esta obra. Al final, me extendió una invitación cálida y directa: “Venga a mi casa, le voy a dar un ejemplar”. Fui, lo recibí con gratitud y me interné en la lectura. Lo que encontré no fue solo música escrita, sino una cartografía emocional de Huánuco.

En la entrevista afirmó también que ya se está trabajando en el volumen 2 del libro. Adelantó que el nuevo repertorio incluirá temas como No lo digas, Imaillapes, Fox Incaico, Quiero morir, Adiós cariño, entre otros. Con ello, el proyecto editorial busca seguir rescatando y dignificando el patrimonio sonoro huanuqueño desde la rigurosidad y el afecto.

Dijo también que el objetivo principal del libro es dotar de un repertorio a los guitarristas académicos, ofreciéndoles material con raíces en la música tradicional huanuqueña pero trabajado con exigencia técnica y sentido artístico. Contó con satisfacción que el libro ha llegado a otras regiones del país, y que ese reconocimiento fuera de Huánuco lo motiva a seguir investigando y escribiendo con mayor entusiasmo.

En las primeras páginas, el maestro expresa su agradecimiento a quienes hicieron posible la edición, entre ellos instituciones como la Universidad Nacional Daniel Alomía Robles y el Instituto Superior de Música Público Daniel Alomía Robles, pero también a sus maestros y amigos: Francisco Gumersindo Atencia Ramírez, Oscar Zamora Corcuera, Mary Lou Roberts, Coco Vega, Camilo Pajuelo Valdez. Cada nombre evoca un lazo de guitarra y afecto.

La obra se divide en varias secciones. Comienza con dos expresiones costumbristas de la corrida de toros de San Pedro de Chaulán: Chinchán y Rompe chaleco, piezas de bandas que resuenan el 29 de junio y el 20 de enero. Luego vienen tres tonadas de los Negritos de Huánuco: Cofradía, Adoración y Despedida, danzas que mezclan historia, fe y alegría en cada mudanza.

Y siguen huaynos y mulizas como Cuando salí de mi tierra, Arroyito, Huanuqueña por ti, A la vida le he pedido, Barrio querido, Huanuqueño soy, Ojitos negros, Soledad. Cada uno con su historia, sus compositores, sus resonancias íntimas. Están Wilde Palomino, José Zevallos, Andrés Fernández Garrido, Reynaldo Suárez, Daniel Alomía Robles, Gumersindo Atencia… nombres que han bordado la música del alma huanuqueña.

El libro no es solo un repertorio para los guitarristas; es también una fuente documental. Con referencias a estudios como los de Rodolfo Holzmann, Francisco Daza, Alarco, Guerra, se nota la rigurosidad del maestro Majino Gargate. La presentación es clara: Huánuco como centro de confluencia cultural, como tierra de música, como herencia viva de un mestizaje que canta.

Huánuco en tañido de guitarra es una obra que debería estar en todas las instituciones educativas, universidades, en los conservatorios, en las casas donde aún se canta después de almorzar. Porque es testimonio, es arte, es resistencia cultural. Y porque recuerda que mientras haya alguien que afine su guitarra para tocar cachuas, chimayches, yaravíes y mulizas, Huánuco seguirá cantando.

 

Foto: Carla Támara.

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