HUÁNUCO DEL AYER: tiendas, fábrica de gaseosa y misa del recuerdo

Foto: Internet

Por Fortunato Rodríguez y Masgo

Caminando por las estrechas calles de nuestra hidalga ciudad primaveral, llega una ráfaga de recuerdos de nuestro Huánuco de antaño, que es necesario exteriorizar y de esa manera pueda transmitirse cómo se desenvolvía nuestra urbe en años anteriores; quizá, hoy solo son recuerdos, de las cuales podemos mencionar.

TIENDA DEL CHINO ROBERTO

El local comercial requerido y visitado por la población huanuqueña en los años 60-80, era nada menos la tienda del Chino Roberto, prácticamente era un almacén muy surtido, donde encontrabas de todo; solo le faltaba vender un motor de carro o de avión.

Era un local pequeño, de corazón enorme, porque la atención era personalizada de don Chino Roberto, amable, casi siempre vestía camisa manga larga y su chalecón de lana, pantalón de vestir, zapatos bien lustrados, delgado como todo oriental, no pronunciaba bien el castellano, pero con la sonrisa en los labios te saludaba y de inmediato te atendía. No sé como podía recordar el lugar donde estaba la mercadería y los enseres requeridos, prácticamente “buceaba” en su “laberinto”, para encontrar un alfiler, un desarmador, un pedazo de soga y también un hilo de pescar; en fin, lo que deseabas siempre te vendía. Hasta árnica para los golpes te ofrecía y un mentol Chino para el dolor, nunca te decía “no tengo”.

La tienda creo media algo de 4 x 6 metros cuadrados, era un local adyacente a la puerta principal del Mercado Viejo, localizado en el jirón 28 de julio cuadra 7 de nuestro Huánuco Señorial. Recuerdo que no podías dar un paso más, porque te chocabas con los sacos de mercadería que estaban ubicados a su alrededor, hasta en el cielo raso estaban colgados los productos, es decir era todo un verdadero “deposito”. Pero lo más importante todo era barato, bueno y bonito atendido por el Chino Roberto. Ya este local solo vive en el recuerdo de lo que fue Huánuco de ayer…

POLLERIA DE TUCHO MONTES

Al inicio de los años 70, llego por primera vez la novedad a Huánuco, nada menos que el !Pollo a la brasa!, Lo pregonaba Radio Huánuco ¡La Voz de la Actualidad!, Quien trajo este agradable y singular plato, fue nada menos que don Tucho Montes; quien acondiciono su local comercial ubicado en el jirón General Prado cuadra 6, a escasos metros de la plaza de armas dela ciudad. La novedad era el horno, que lo instaló casi en su puerta de ingreso, donde el público observaba el proceso del horneado y por su puesto el olor incomparable y luego te servía el pollo a la brasa crocante alrededor de ella las papas fritas dentro de una canastita pequeña de carrizo; era una novedad que atraía. En fin, se convirtió en uno de los platos preferido por las familias huanuqueñas.

Posteriormente ya apareció́ la competencia, el negocio desapareció́, solo quedando en el recuerdo de los huanuqueños amantes del plato bandera del Perú́ ¡el pollo a la brasa! que trajo Tucho Montes.

GASEOSA HUANUCO

En una oportunidad, el profesor de una escuela expresó que la única industria en la ciudad es ¡Gaseosa Huánuco!; por lo tanto, anunció una visita con el permiso del director del plantel. El salón retumbo en un sonoro aplauso y expreso su alegría de ir de paseo a esta importante empresa. Así fue, llegó el día y la hora prevista, salimos de la escuela a primeras horas de la mañana de clase, de aquel jueves de los años 70. Todos con uniforme de “gala”, desfilamos por la calles de Huánuco, luego de algunos minutos de caminar, en la puerta principal de industria de Gaseosas Huánuco ¡se abrió! el portón de esta empresa, caminamos algunos pasos, salió al encuentro un señor de canas, ya trajinado, aproximado de 50 años de edad, de tés blanca, baja estatura, medio calvo con dejo extranjero (chileno), nos invitó cordialmente a pasar a las instalaciones, previamente nos explicó cómo era Industria de Gaseosa Huánuco, quienes son los dueños y como es el proceso.Vimos la planta industrial, orgullo de los huanuqueños; lo que nos llamó la atención fu, cómo se enchapaba automáticamente las botellas, era para no creer, vimos las “enormes” maquinas por donde circulaban los envases de gaseosa, para luego terminar en jabas para ser trasladado al almacén y distribuir a los comercios.

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Realmente toda una experiencia, consumimos la gaseosa reconociendo, era nuestro orgullo, siempre que vemos Gaseosa Huánuco, nos trae el recuerdo a nuestra tierra. Lamentablemente, esto ya paso al olvido, una importante empresa que subió un día al tren del olvido para nunca regresar, solo quedo en el recuerdo y dentro del sentimiento de los huanuqueños que ahora recordamos previo sorbo de nuestra añorada gaseosa.

MISA EN LA CATEDRAL

Allá por los años 80, la colectividad huanuqueña se daba cita en la moderna iglesia Catedral de la bella y encantadora ciudad de los Caballeros de León de Huánuco, ubicado en plena plaza de armas, cada domingo a las 19 horas (7.00 p.m.) para asistir a la santa misa celebrado por el monseñor Antonio Khunner Khunner, obispo de la Ddiócesis de Huánuco.

Era un lleno total. Si deseabas tener un asiento debía “adelantar” un familiar faltando una hora antes y de esa manera reservar una banca. Los feligreses abarrotaban el lugar para implorar sus oraciones al Señor de Burgos, Rey y Patrón de Huánuco.

Luego de participar en la santa liturgia, se retiraban a sus hogares; pero, antes se apostaban en las carretillas de los vendedores de ponche y picarones para consumir estas delicias, luego se encaminaban a la plaza de armas, para dar algunas “vueltas” en compañía de la familia, mientras los niños jugaban en el monumento de Mariano Ignacio Prado, donde daban rienda suelta a su alegría y sus ocurrencias. Luego a los años fue retirado el monumento y el obispo falleció, ahora solo queda en el baúl de los recuerdos de nuestro Huánuco de antaño.

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