HUÁNUCO DEL AYER: La vela sagrada de Pullico

Por Fortunato Rodríguez y Masgo

El aroma del café de huerta era inconfundible en la hora del lonchecito, se desparramaba por las estrechas y acogedoras calles de nuestro Huánuco querido. Minutos antes, todo huanuqueño alargaba sus pasos con dirección a las panaderías para adquirir pan francés de piso, el mestizo o mestishongo, y con el sencillo que sobraba, la deliciosa empanada para disfrutar de su cafecito.

Era mayo, a principios de la década del años dos mil. En una de las visitas que realice a nuestro inconfundible Huánuco Primaveral, llegue a la casa de mi compadre Apolinarío, cariñosamente Pullico, quien se encontraba prestando servicios en la Comandancia de la Policía en Huánuco, era un alto oficial que estuvo destacado en las zonas de emergencia en los años del narcoterrorismo, era todo un Sinchi; estaba en compañía de su familia, como también de su adorada madrecita doña Mercedes, con cariño mamá Mashica.

La casa conservaba su atractivo, tradicional, romántico y acogedor; con ventanas grandes de madera protegido con rejas de fierro fundido, paredes anchas con arcos, siempre erguido esta la puerta principal, conocido como el zaguán de antiquísima madera; un hermoso jardín de ingreso, en medio esta un viejo árbol de molle, alrededor de ella, hermosas rosas que roban el suspiro del visitante. Posterior a la casa, conservan su huerta de árboles frutales, café y plantas aromáticas como cedrón, manzanilla, hasta cebolla; actividad al que se dedica doña Mashica a pesar de su trajinada edad, ella tiene más de 80 años, la finca es herencia de sus padres, quienes a la vez recibieron de sus antepasados; una propiedad que tiene más de 200 años en poder de la familia de mi compadre Pullico.

Es hora del lonche, la mesa esta tendida con mantel blanco bordado por las delicadas manos de mamá Mashica, en la panera destaca panes de piso hechas con leña en el horno de casa, el cafecito acompañado de su chicharon con mote; además, queso de Baños, que daba el toque del sabor huanuqueño.

En momentos del lonchecito, doña Mashica interviene para revelarnos: la vela es sagrada y venerada desde sus antepasados con mucha reverencia. La velita te puede pronosticar o decirte lo que deseas saber, pero tienes que tener fe a ella.

Contó que en una oportunidad vino a visitarla una sobrina, quien estaba casada por más de 8 años, no podía tener hijos, se puso a llorar por su “desgracia”, porque no podía ser madre. En eso, dijo que se pusieron a rezar a Dios y encendieron una velita a su nombre; le preguntó ¿mi sobrina va a tener hijos?, casi al instante le indico mediante señales, la mecha prendida decía que sí; señalaba sufrimiento y comenzó a lagrimear, ya casi a la mitad, se calmó, comenzó alumbrar lindo, hasta comunico que iba realizar un largo viaje. Al recibir esta respuesta, su familiar se retiró de la casa, calmada. Efectivamente, a los meses su esposo quien trabajaba en un banco, fue trasladado a otro lugar, luego de un tiempo salió embarazada y tuvo un hijo varón.

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Luego, doña Mashica, relató: “En una ocasión, mi hija Chavelita, estaba conmigo, vino a visitarme desde Lima, rezamos a taita Dios y prendemos una vela a nombre de su hijo Betito, quien era fabricante de camisas en Gamarra. Efectivamente, al momento la velita comenzó a flamear negro, pareciera que iba apagarse; entonces dije, algo malo va suceder a tu hijo, que tenga cuidado, al poco rato me señalo dinero, algo de robo, le advertí a mi hija, que le comunique a su hijo que tenga cuidado Beto, mejor que no camine con plata, pueda que lo asalten. Al final, la velita se calmó y comenzó a brotar una linda mecha encendida. Ya al rato mi hija converso con mi nieto y le advirtió de lo que le puede suceder. Como aquí en casa creemos en la vela, Beto tomo todas preocupaciones del caso. Así fue, una mañana del día jueves, salió de su residencia de Surco con su camioneta con dirección a Gamarra, a las cuadras fue interceptado por asaltantes, quienes lo encañonaron y le quitaron el maletín, pero ese día solo llevaba documentos y un cuaderno de pedidos”.

De esta manera doña Mashica nos indica lo que la vela podía hacer; por esta razón es sagrada, hasta te responde a tus preguntas y te señala soluciones a tus problemas; solo debe tener mucha fe.

Para cerrar esta tertulia en medio del lonchecito; participa Pullico: “Compadre, mi hijo ingreso a la universidad para estudiar derecho, yo feliz porque no se inclinó a la carrera policial. Una noche en medio de mi soledad puse mi vela, oré, le pedí como va ir en sus estudios mi hijo. Comenzó a lagrimear, el fuego era casi negro, muchas veces a reventar, comprendí que mi hijo no va a culminar sus estudios universitarios, va a tener problemas. Al final se arregló su mecha, el fuego era hermoso, me estaba señalando que va a seguir otra carrera, que si va a culminar y estar feliz. Así fue, mi hijo abandono los estudios universitarios para ingresar a la escuela militar, ahora es oficial y disciplinado, ama a su profesión. Algo para no creer, aquí la familia creemos por tradición en la vela sagrada”.

Efectivamente, muchas familias huanuqueñas conservan esta tradición en forma reservada, la misma que fue transmitida por sus antepasados, hasta la fecha se practica con mucha fe en medio del misticismo.

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