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Por Fortunato Rodríguez y Masgo
Reza la historia escrita por el Dr. José Vara Llanos, quien afirma que ante la rebelión del capitán Inca Illathupa, los españoles rendidos decidieron trasladar Wuanuco Marca al valle del Huallaga, encomendado la misión al capitán español Pedro Barroso, llegando al territorio de los Chupachus, donde fueron alcanzados por los curacas Pariacaico y Masgo jefes de Pachabamba, luego continuaron por Santa María del Valle hasta llegar al Valle del Pillco a orillas de los ríos Higueras y Huallaga, donde fundaron el 15 de agosto de 1539 la nueva ciudad española de Huánuco, con la bendición de la primera misa celebrado por el misionero franciscano Pablo Coimbra, sobre un altar improvisado de piedras donde hoy está la iglesia de San Cristóbal.
Llegaron los días esperados del año: 14 y 15 de agosto. Eran momentos inolvidables de la temporada del 70, hoy pretendo resumir algunos hechos:
Fiestas de Aniversario
Cómo no recordar aquellas fiestas sociales de aniversario. Se iniciaban el 14 de agosto, la jarana empezaba desde la noche de la serenata hasta la amanecida del día central del 15 de agosto. Casi todos salían a las 6 de la mañana luego de zapatear hasta no poder. Las damas regresaron a casa sacando sus tacos, mientras los caballeros, saco al hombro y la corbata en el bolsillo, cuando rayo el día y el sol despertaba en medio del alba. Muchos deambularon, después del festejo, por el mercado nuevo para consumir un caldo de cabeza; otros, prefirieron el caldito verde acompañado del café cargado con pan de piso.
Desfile
Cada 15 de agosto, la ciudad despierta a razón del tradicional saludo colonial de los 21 camaretazos, que se disparan a las 6 de la mañana retumbando las estrellas y románticas calles, muchas de ellas adornadas con cadenetas de papel cometa, y gomadas con “engrudo”.
A partir de las 10 a.m. las autoridades en el palco de honor, levantado en el frontis del municipio, se daba inicio al desfile, en primer orden las delegaciones escolares quienes se disputaban al añorado gallardete, desfilar con fervor patriótico o ver algún familiar dentro de las compañías generaba mucha emoción; mientras el público con sonoros aplausos daba tributo a los participantes.
Luego, se presentaban en la pista del desfile las instituciones públicas integrados por su personal y cerrando la “marcha”, presentes las estampas costumbristas de los danzantes de las provincias y distritos del interior del departamento, quienes con su indumentaria tradicional danzaban al compás de sus inconfundibles músicos diestros con el arpa, violín, quena y tinya expresaban el sentimiento popular. De esa manera, tributaban su saludo al señorial Huánuco.
Festival de la Canción
Comienzo a vivir el ambiente festivo del gran Festival de la Canción de Huánuco, allá por los años 80, evento que convocó a grandes artistas del ambiente local, nacional e internacional. Para dar mayor realce al evento se designó, como maestro de ceremonia, al recordado David Odría, quien, con su voz sonora, anunciaba la presentación de los cantantes, mientras que el maestro Peter Delis dirigía magistralmente la orquesta.
El Coliseo Kotosh, escenario de la fiesta musical, prácticamente quedaba estrecho por la masiva asistencia. La emoción explotaba cuando la orquesta interpretaba Rapsodia a Kotosh. El público vibraba al escuchar esta melodiosa interpretación, prácticamente era el himno del festival.
En primer orden participaron los intérpretes de la música regional. Esta secuencia tuvo como maestro de ceremonia al profesor Edmundo Panay Lazo, heredero de la chispa huanuqueña, siempre con la alegría que le caracterizaba. En el escenario desfilaron, en su gran mayoría, artistas huanuqueños que interpretaban el sentimiento del pueblo que se sentía parte de esa composición musical; cantaban al amor, a la vida y a los hechos cotidianos del huanuqueño.
El artista de nuestra tierra destacó en todos los géneros, a muchos de ellos se les recuerda hasta hoy. Uno de ellos es Rolling Vásquez que se coronó dos veces ganador. cantando Recuerdo de un tierno enamorado, canción que hizo vibrar a todo el pueblo. No podemos dejar de mencionar a los hermanos Chony y Pela Rosales, también ganadores de dicho festival, Romer Cabrera, Wilde Palomino y otros más. Mención merecida a David Dalí (Cerro de Pasco) triunfador con la canción Cómo estará la casa. Lamentablemente este festival ya no se realiza, murió por la desidia de las autoridades que no supieron organizar, menos mantenerlo.
Feria en Puelles
Hoy recuerdo claramente los años 70. La población huanuqueña desfilaba entre los apretados pasadizos del campo ferial de Puelles con la finalidad de presenciar la producción agrícola de las haciendas. Las cooperativas agrarias llegaban trayendo variedades de papa, hortaliza, fruta de huerta, te, café, aguardiente, queso y mantequilla de Baños, Huallanca, Queropalca; también destacaban hermosos ejemplares de ganado vacuno, ovino, enormes cerdos, conejos y, como invitados especiales, las abejas arrojando harta miel pura de la familia Daga “oriundos” de la banda de Paucarbambilla.
En el momento del juzgamiento, las improvisadas tribunas, abarrotadas de público, alentaban a sus preferidos. Cuando se realizaba el concurso de caballo peruano de paso, al compás de una banda de músicos, la afición aclamaba y se rendían ante la presencia de estos hermosos ejemplares que bailan marinera, huayno con elegancia y prestancia, conducidos por chalanes procedentes del valle del Huallaga y de la provincia de Dos de Mayo.