Frank Mamani Barrantes: «La pandemia ha demostrado que los libros físicos son más consumidos que los digitales»

Por: John Cuéllar

 

 

 

 Esta vez quisimos entrevistar al prestigioso editor del sello EDICIONES CONDORPASA, una editorial independiente nacida hace más de una década y dirigida por el escritor Frank Mamani Barrantes.

Buenos días, maestro Frank. Queremos aprovechar la ocasión para hacerle algunas preguntas muy necesarias:

 Queremos iniciar preguntándole ¿por qué se animó a crear un sello editorial? El sello nace cuando cursaba los estudios universitarios. Por aquel entonces, con un grupo de amigos, nos animamos a divulgar nuestros primeros esbozos literarios y veíamos que no había una alternativa para poder publicar dichos trabajos; es por ello que, mediante «ensayo y error», nace Ediciones Condorpasa, para ser una alternativa para que los escritores puedan difundir sus trabajos.

 ¿Qué es un editor y en qué se diferencia del corrector y del impresor? Es importante desglosar esas diferencias. El editor no puede trabajar solo; el editor es el responsable de materializar el libro y para ello trabaja con el corrector, quien es el encargado de pulir (corregir) el manuscrito del autor. Por su parte, el impresor es quien lleva el texto al soporte físico (impresión). Si se quiere garantizar la calidad del libro no debería prescindirse de ninguno de ellos.

¿Podría mencionarnos los diferentes pasos de la edición de un libro, a partir de la recepción del manuscrito? Como ya mencionamos, el editor es el responsable de materializar el libro. Cuando el manuscrito llega a las manos del editor, se procede a evaluar si se ajusta al catálogo o a la línea editorial. Posteriormente, se trabaja con el corrector para que vaya levantando las observaciones que se encuentran en el texto. Paralelamente, se trabaja con el ilustrador, quien es el encargado de diseñar la portada y las ilustraciones; este proceso dependerá del futuro público objetivo. Una vez que ya se tenga el texto y las ilustraciones, se procede con la maquetación del libro; esto lo hace un diagramador quien tendrá que ajustar la caja del libro, revisar las fuentes pertinentes y asegurarse de que no haya “viudas” y “huérfanas” en el futuro libro.

¿Qué tipo de libros publica Ediciones Condorpasa? Por ahora estamos publicando novela, poesía y cuento. Esos son los libros que principalmente editamos; sin embargo, en estos dos últimos semestres nos hemos animado a abrir la colección «Biblioteca universitaria», donde venimos publicando libros de investigación como ensayos y estudios académicos.

De la variedad de géneros que ha publicado, ¿cuál de ellos ha obtenido mayor demanda? Uno de los géneros que mayor demanda tiene es el narrativo, en especial, los libros de literatura infantil y juvenil. Esta no es una afirmación gratuita. Si revisamos el catálogo de varias editoriales, quienes inicialmente tenían una “línea bien marcada”, la dejaron de lado por la demanda que existe por este tipo de libros. El género narrativo es el que más vende. Oswaldo Reynoso en una oportunidad me dijo: “La narrativa es como la cerveza, todos la consumen, pero la poesía es como el whisky, solo para un público selecto”.

 ¿Cuán fácil o difícil ha sido llegar hasta aquí? Durante este tiempo ha sido fácil equivocarse y “meter la pata”, lo sigo haciendo; sin embargo, esto nos permite seguir aprendiendo y mejorando. En el Perú no existe la profesionalización como editor. Ha sido difícil aprender del error porque nos ha costado cuestionamientos de gente más experimentada.

¿Cuáles son los beneficios de ser un editor? El beneficio es que puedes leer el texto antes de que esté impreso. Por ejemplo, he podido leer varias novelas y, sobre todo, poemarios antes de que salgan al mercado. Incluso el ejemplar impreso lo tengo antes que el mismo autor.

¿Con qué problemas tiene que lidiar constantemente un editor? Una de las principales dificultades es el tiempo. Muchas veces se nos acumula el trabajo y tenemos que correr con el proceso de corrección, maquetación y, sobre todo, de impresión. Esto hace que fallemos con el tiempo de entrega que prometemos al autor.

¿Alguna vez tuvo problemas o inconvenientes con uno que otro autor? Sí. Uno de los grandes errores que comete un autor es no aceptar sugerencias y correcciones. Los grandes autores aceptan que sus creaciones se corrijan, pero existen autores “noveles” que quieren hacer respetar “su arte”. Como decimos en el oficio: siempre es necesaria la mirada de un tercer ojo.

¿Alguna vez rechazó un manuscrito porque le pareció que no valía la pena publicarlo, que el autor debía trabajar más su texto? Definitivamente. He rechazado algunos libros que aún faltaban trabajar y dejar madurar. Hay algunos autores que dejaron de hablarme cuando les dije que por ahora su texto no estaba listo para publicarse. Es que muchas veces se ve a la creación con ojos de padre, donde aparentemente todo es perfecto.

Con la pandemia, ¿qué ha mejorado y empeorado en el mundo editorial? Con la pandemia ha mejorado un poco la profesionalización. Se aperturaron diplomados, especializaciones y másters en edición, corrección, ilustración entre otros. Esto ha permitido que desde un ordenador podamos seguir aprendiendo de los expertos.  Sin embargo, las ventas y la sostenibilidad de la editorial como empresa se ha visto afectada. Si revisamos los datos de la FIL LIMA entre 2019 y 2023 se verá cómo han caído las ventas en los años de pandemia.

Alguna apuesta o rescate del cual no se lamenta porque ha salido mejor de lo que esperaba?

Hay libros que nos sentimos orgullosos de haber publicado y esto porque la gente que ha leído nos escribe y nos felicita por el trabajo de edición. Incluso autores y críticos de renombre recomendaban nuestro trabajo. Prefiero reservarme y no decir qué libros son mis favoritos dentro del sello.

El maestro Andrés Cloud decía que no todo escrito merece ser publicado, ni toda publicación merece ser leída, ni toda lectura merece ser recordada. ¿Qué opina al respecto? Definitivamente. Existe una cuantiosa lista de obras que se publican a diario y no todas se ajustan a altos estándares de calidad, estéticamente hablando. Así como hay textos malos, también hay buenos. Considero que el lector es el encargado de juzgar el libro, no todos tenemos una misma perspectiva sobre qué merece ser recordado, leído y publicado.

¿Puede mencionarnos tres editoriales transnacionales que usted considera como ideales, sobre todo por la calidad de sus diseños y el cuidado de los contenidos internos? Mencionaré tres editoriales que me agradan. La editorial española «Candaya» me gusta porque son independientes, pero aún así tienen un catálogo muy selecto y son muy cuidadosos con sus publicaciones. Otra editorial que me gusta por la composición de sus libros es «Páginas De Espuma», su producción es impecable. Y para cerrar esta lista diré que tengo una predilección por los libros de «Cátedra», sobre todo por el riguroso estudio que tiene cada una de sus obras.

¿Cómo se compite con las grandes editoriales, digamos San Marcos, Peisa, Alfaguara, SM? Es difícil competir las editoriales transnacionales, sobre todo por el tiempo que llevan en el mercado. Para competir se necesita una inversión fuerte, para hacer campañas de publicidad que ayuden a que los autores sean más visibles en diferentes espacios y medios. El negocio editorial es como cualquier otro, sin publicidad no hay venta. Esto es al margen de la calidad del producto (libro) que se ofrece.

¿Ediciones Condorpasa tiene el propósito de llegar al ideal de calidad?, ¿qué acciones viene tomando para lograrlo? Siempre buscamos acercarnos al ideal de calidad. Tropezaremos, pero siempre tratamos de levantarnos. Ya estamos siendo más cuidadosos con nuestras publicaciones. Si revisan los libros que comenzamos a editar hace unos cinco años y los comparan con los de ahora, verán que hay un crecimiento.  Tal vez no sea el ideal, pero estamos apuntando a ello.

Hace un tiempo, opiné que los libros digitales iban a destronar al libro en físico. Ahora tengo serias dudas. ¿Qué piensa usted? Veo difícil que por ahora el libro digital destrone al libro físico. La pandemia ha demostrado que los libros físicos son más consumidos que los digitales. Considero que el libro digital es una extensión del libro físico.  Al lector le gusta sentir el libro físico, es una suerte de romance y coqueteo que se transforma en clímax con la lectura del mismo.

Según la última encuesta nacional en materia de lectura, un peruano común lee de 1 a 11/2 libros al año, ¿por qué no se puede mejorar?, ¿qué estrategias se debe tomar? Para mejorar esta situación se debe combatir desde dos flancos. El primer flanco es el hogar, si en una casa no hay un espacio para una biblioteca el niño no tendrá ese contacto con los libros y por ello será difícil que se acerque a la lectura. El otro flanco es la escuela, los docentes muchas veces recomiendan textos que son “aburridos” y que no se acomodan al estudiante. Si se trabaja desde esos dos puntos, otra será nuestra realidad.

Para finalizar, ¿qué proyectos de edición de libros debemos esperar los lectores de Ediciones Condorpasa?  Dentro del panorama nacional, estamos trabajando la colección “Peruanos imprescindibles” que se aperturó con el libro “Cuentos criollos” de Abraham Valdelomar y ya estamos trabajando con los libros de Manuel González Prada, Ricardo Palma y Adolfo Vienrich. Dentro del ámbito local, estamos a puertas de reeditar “Los hijos de Pacha y Punchau” de Víctor Domínguez Condezo,  un libro muy particular por el rescate de la tradición oral y el misticismo que tiene cada una de sus historias.

Muchas gracias por su tiempo, maestro Frank. Le seguimos augurando todos los éxitos del mundo a usted y a su sello editorial Ediciones Condorpasa. Un abrazo grande. Agradecerte por el espacio que nos brindas para difundir un poco del trabajo editorial que venimos realizando. Como empresa buscamos que nuestros libros y autores se difundan a nivel nacional e internacional. Muchas gracias.

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