«Escribo porque tengo pasión por la literatura», Samuel Cárdich

 

Por: John Cuéllar

 

 

 

 

Entrevista al escritor Samuel Cárdich, cuya solidez poética y narrativa lo han posicionado como uno de los máximos exponentes de la literatura peruana actual.

Gabriel García Márquez decía que escribía para que lo quieran, ¿por qué escribe Samuel Cardich? Escribo porque tengo pasión por la literatura y porque me seduce el hecho de que lectores anónimos lean lo que escribo.

¿Cómo es el ambiente de trabajo de Samuel Cárdich?, ¿hay música, libros al costado, café, vino, apuntes por doquier…? No fumo ni tomo café, menos vino. Solo necesito soledad y silencio para escribir. Eventualmente, escribo con música de fondo, pero solo música instrumental.

¿Cómo construye sus historias?, ¿las planifica o deja que ellas se construyan sobre la marcha? En narrativa, tomo apuntes sobre un tema que me ha llegado a interesar. Lo que tengo escrito lo paso a la computadora e imprimo una copia que luego corrijo a mano. Voy haciendo lo mismo con el texto que va creciendo en el proceso creativo, hasta que llego al final de la historia. Entonces lo releo un par de veces, y cuando tengo la certeza de que el lenguaje, la estructura y la historia funcionan bien, considero que ya lo puedo publicar.

¿Es necesario documentarse para hacer una narración o un poema? En narrativa es necesario informarse sobre el tema que se va a desarrollar, pero no en poesía, pues es un género que tiene más que ver con la experiencia personal del autor, con su interioridad.

¿Cuándo sabe que su texto está listo y no hay vuelta que darle? Cuando llego a la última corrección y descubro que el texto expresa bien lo que pretendo comunicar.

¿Cuánto tiempo le dedica a la creación literaria?, ¿hubo alguna variación, entre la prepandemia y la pandemia? Por lo general, trabajo seis a siete horas diarias. Dentro de ese tiempo, está considerada la escritura creativa, las incesantes correcciones que le hago al texto y asimismo las lecturas de consulta en medios escritos y páginas virtuales que tienen que ver, directa o indirectamente, con el tema que he venido desarrollando.

Como es un tiempo habitual de escritura diaria, no afecta de manera significativa las contingencias que se dan en el futuro.

¿Qué libro le costó mucho escribir?, ¿por qué?, ¿alguno del que se arrepienta? Creo que el libro que demoré mucho en terminar fue Memoria del dolor, que es un libro de poemas dedicado a Georgina Carrasco, mi esposa. Tratar temas que tenían que ver con sentimientos que estaban aún latentes y el dolor que me provocaba su deceso, hacía que el avance en la escritura del libro se truncara por semanas y meses.

En cuanto a lo segundo, no me arrepiento de haber publicado ninguno de mis libros.

Como autor que tiene muchos e importantes libros publicados, ¿qué es mejor, autopublicación, coedición o publicación por interés editorial? Yo prefiero la publicación con mis propios recursos y la coedición por razones económicas. Empleo habitualmente esas dos maneras porque puedo decidir en qué fecha va aparecer un libro mío.

¿Ha hallado la fórmula secreta para la promoción de libros?, ¿el Plan Lector y las ferias de libros han ayudado en algo? Las ferias ayudan en algo, pero, en mi caso, el hecho de ser un autor cuyos libros circulan desde hace varias décadas en el medio, influye para que mis libros tengan salida.

En la literatura infantil, usted tiene una buena producción y de calidad: ¿podría decirnos cuál es el talón de Aquiles de los autores de literatura infantil? Felizmente no se trata de todos los autores, sino de una parte de los que escriben literatura para niños. En primer lugar, está el mercantilismo, escribir solo para vender. El humorismo de mal gusto, el ternurismo, la absurda idea que el niño no ha alcanzado todavía desarrollo mental y hay que explicarle todo.

¿Qué le falta aprehender a las nuevas generaciones?, ¿en qué desaciertos no deberían caer? No voy a opinar sobre los autores de nuestra región. Pero lo que veo, en el ambiente literario nacional, es la impaciencia por publicar sin antes haber madurado para decir bien lo que se piensa y siente. Existe en algunos la fatuidad de creerse poseedores de mucho talento, pese a ser autores bisoños, con uno o dos libros en su haber.

¿Alguna anécdota digna de olvidar en su camino literario, ya sea con el público lector, editorial o amistades? Felizmente, hasta hoy no he tenido ningún inconveniente serio en ese campo.

¿Qué piensa de la actitud de ciertos escritores? Usted sabe: el autobombo, la falta de fraternidad… Como ocurre en todas las artes, esas actitudes negativas se repiten en la literatura. Sin embargo, son menos visibles en el interior del país que en la capital, donde hay una competencia feroz por estar en primera línea y ver ampliamente comentadas en los medios de comunicación masiva las obras que publican. Además, hay una crítica literaria que favorece a autores pertenecientes a sectores económicos privilegiados y hace comentarios encomiásticos de libros cuyo valor es mayormente escaso.

¿Qué piensa de la actitud de nuestras autoridades peruanas, regionales, locales, ante la literatura?, ¿del poco o nada de apoyo, que mayormente es para la foto? Llevados por su desinterés o ignorancia, no prestan ningún apoyo a ninguna de las artes. En cuanto a la literatura, es mejor que sea así, pues el autor tendrá mayor libertad de expresar lo que desee, sin sujeción a nada ni a nadie en particular.

¿Cuándo juzga que está ante una buena literatura? Cuando un libro, sea del género que se trate, conmueve mi sensibilidad, me produce una satisfacción estética durante el proceso de la lectura y me deja una huella permanente en la memoria.

¿Por qué debieran leer literatura los pequeños, los adolescentes, los jóvenes?, hoy que se mantiene la creencia de que no es necesario que lean literatura quienes van a ser ingenieros, médicos, arquitectos. Primero porque es necesario que el niño y el joven tengan una cultura integral y no circunscrita a lo que será su futuro ejercicio profesional, pues ello significaría empobrecer su visión de la vida y del mundo. Y, también, porque la literatura escrita para dichos lectores, incluye una enorme gama temática, tan diversa en su propósito y contenido, que puede favorecer el desarrollo de la imaginación y la sensibilidad de sus lectores, así como de proporcionarle momentos de solaz más intensos y permanentes de los que podrían darle, por ejemplo, otros medios de esparcimiento como los juegos virtuales o los programas televisivos.

Infinitas gracias por cedernos parte de su valioso tiempo, maestro.

 Nota final: Este es un rescate de la entrevista que le hicimos al maestro Samuel Cárdich, allá en el 2021. Espero les guste. Muchas gracias.

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