Por: Jorge Chávez Hurtado
Al llegar por primera vez a la casa del maestro Nelson Ayala, nos encontramos con un espacio donde la magia musical se respira en cada rincón. Con los jóvenes del Coro Ruicino, subimos al tercer nivel y nos adentramos en un estudio de grabación que parecía guardar en silencio los ecos de innumerables canciones que han recorrido el mundo. La amabilidad y calidez de Nelson nos envolvieron desde el primer instante, creando un ambiente de mucha confianza. Era evidente que estábamos en presencia de un artista cuyo talento y dedicación han elevado el nombre de músicos huanuqueños y nacionales a niveles egregios. Mientras los jóvenes del coro se preparaban para grabar el vals «Huánuco Viejo», bajo la atenta dirección del maestro Ayala, sentimos la emoción palpable de estar en el epicentro de la creación musical. En esta primera visita, tuvimos el privilegio de conocer de cerca la trayectoria y la esencia de este brillante músico que esta dejando una huella imborrable en la industria musical. Los siguientes párrafos resumen el fascinante viaje por la vida y obra de Nelson Ayala, un verdadero maestro del arte musical.
Desde sus primeros años, Elver Nelson Ayala Chota estuvo inmerso en un mundo donde la música no solo era una pasión, sino una herencia familiar. Nacido en la ciudad colorada de Pucallpa y trasladado a Huánuco a tan solo 15 días de vida, Nelson creció en un hogar donde los acordes y ritmos eran el pan de cada día, gracias a su padre, el maestro Elver Ayala Corcino, fundador de la legendaria y exitosa agrupación Los Totems. Este entorno, lleno de melodías y armonías, se convirtió en el primer maestro de Nelson, marcando su vida y su carrera musical.
Desde los ocho años, el pequeño Nelson mostró un talento excepcional para la música al iniciar sus estudios de piano bajo la tutela del ahora extinto maestro Roel Tarazona Padilla. Este temprano comienzo no solo cultivó su habilidad técnica, sino que también lo sumergió en el mundo de la música profesional. Durante su adolescencia, su prodigiosa habilidad para ejecutar instrumentos lo llevó a colaborar con diversas agrupaciones, marcando el inicio de una carrera que prometía ser brillante.
Su formación continuó en el Instituto Superior de Música Daniel Alomía Robles, ahora convertido en una universidad, donde culminó con éxito la especialidad en Piano. Este paso le permitió ampliar su horizonte musical, explorando la composición y los arreglos musicales con una profundidad y sofisticación que lo distinguirían en la industria de la música.
En la actualidad, Nelson Ayala se desempeña como un extraordinario productor musical, un rol en el que va dejado huellas significativas. Con más de 23 años de experiencia en la industria, ha trabajado con artistas de renombre tanto nacionales como internacionales. Entre sus trabajos más destacados se encuentran las producciones para su amigo y hermano en la música Pelo D’Ambrosio, con quien ha colaborado en varios éxitos, incluyendo el célebre «Lejos de Ti». Su moderno estudio de grabación ha sido el lugar donde la magia musical cobra vida, produciendo canciones que resuenan en escenarios de todo el mundo.
Su capacidad para innovar se manifiesta en su más reciente proyecto como director de Los Totems, donde está dando un giro moderno a la música bailable. Este nuevo enfoque no solo rinde homenaje a sus raíces, sino que también explora nuevas dimensiones del arte que lo apasiona.
Nelson ha producido una variedad de temas memorables, desde canciones para la Teletón interpretadas por Joselo Atencia hasta la reciente «La Calle se llama Perú», un tributo a una avenida en Miami cantado por el virtuoso Luis Meza. Su talento también ha alcanzado el corazón del folklore boliviano con la canción para la capital del folklore, Oruro, junto al artista JMACELI. Además, ha trabajado con nombres como Mito Ramos, Kesia Rivera, Malas Intenciones, Grupo Garu, Fernando Arias, Ignacio Carbajal, Gustavo Ratto y otros artistas de renombre consolidándose como un pilar de la producción musical en Huánuco y en todo el Perú.
Más allá de su éxito profesional, Nelson Ayala Chota sigue siendo una figura entrañable en su comunidad. Aunque nacido en Pucallpa, se considera más huanuqueño que el tocosh, mostrando un profundo vínculo con sus raíces. Como el mayor de tres hermanos, Nelson mantiene una conexión cercana con su familia, siendo hijo de Elver Ayala Corcino y Norma Chota Rocha.
Nelson Ayala Chota es un ejemplo de cómo la pasión, el talento y la dedicación pueden transformar una vida y una carrera. Desde los días de niño rodeado de instrumentos hasta su actual estatus como músico, productor y arreglista de renombre internacional, Nelson continúa deleitando al mundo con su arte, cumpliendo los sueños de aquellos que confían en su talento y su visión musical.
