¿Cuyada con sabor a chanchito?

Por: Víctor Raúl Osorio Alania*

 

Los cuyes que vivieron en el futuro relámpago comieron a placer un marrano cebado de 150 kilos de pasado mañana –así comentaba el porquero que todavía no había nacido en la fecha imaginada.

«Sepa a quien encargar la casita, por más que sea por unos minutos», repetían en aquel hogar añejo y conservador, la misma consigna repetían la mayoría de habitantes del terruño que podrían imaginarse.

El cumpleaños juliesco del patriarca estaba tan cerca como la playa del mar o como los labios tuyos de los míos o como la medianoche de los gallos o como las sirenas del tritón.

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Apreciada familia, mi natalicio 99 ha de ser monumental, porque luego voy a quedar en el umbral de cumplir un siglo.

Papito, ¿cómo quiere celebrar su día?

Embanderamiento total porque coincide con el aniversario de la patria nuestra.

La música será de costumbre con sus eternos amigos, ¿o tiene algún pedido especial?

Además del Trío Siderales, esta vez hay que invitar o contratar a la Orquesta Típica “Amantes del Futuro” y la Banda de Músicos “Pasión Inmensa”.

El cumpleaños u otro festejo en aquel terruño encienden los ánimos que conlleva al contrapunto musical con todas sus galas. ¡Ganan los asistentes porque bailan y cantan sin parar! Risitas nerviosas. ¡Ganan meritoria experiencia los artistas!

El año pasado hemos compartido trucha en diversas presentaciones, ¿ahora que se te antoja, mi amor?, preguntó la esposa de casi todas las experiencias.

Picante de cuy, cuy chactado, caldo de cuy, relleno de cuy… vamos a invitar a todos, recuerden que somos los mejores productores y vendedores de cuy en nuestro país. Hay que darnos un gustito, por algo laboramos todo el año. ¡Pasado mañana haremos la convocatoria a la mayor cantidad posible de matarifes! ¡Hay que tomar sus servicios con antelación!

Cumpleañero precavido goza desde la víspera, pasa por el día central, refuerza en la joroba y andavete, recalcó el hijo mayor junto a su adorable esposa.

El acuerdo se había adoptado, todo estaba anotado, cada quien sabía qué comisión integraba y cómo cumplirla.

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Llegó el día esperado, parecía ayer no más cuando hablaba el festejado.

La mamita Hercilia, esposa de Bernardo, salió en busca de las vecinas expertas en degollar y desollar animales grandes y pequeños. Ellas, aunque eran contadas, gozaban de la confianza cero riesgos que parecía nunca se iba terminar.

Irene, ¡cuida bien la casa mientras realizas tus tareas escolares! ¡No le quites la mirada al cerdito que está cebando para tu fiesta de quince años que será en setiembre!

Nubes quemadas observaban el pueblo, en específico, la vivienda de la familia que dio lugar a la narración.

Si mamita, vaya tranquila, toda mi vida he cuidado a nuestros animalitos, hoy no va ser la excepción.

Irene estuvo muy concentrada en el juego con las amigas fuera de la casa.

¡Salta soga controla mi corazón emocionado!, decía media sonrojada.

La rayuela me ha convertido en chica avisada, por eso cuando vienen los galanes piensan dos veces, presumía su astucia con rimbombante voz.

Incluso juego a las canicas, le he ganado a todos los varones de esta colonia, informaba a sus amigas.

El puerco con su fuerza descomunal de 150 kl ingresa a la cocina y arrasa con todos los cuyes.

¡Hay mamita, esto parece un campo de batalla sin cuartel!, exclamaron las matarifes y llevaron las manos hacia las sienes buscando doscientas respuestas.

Irene de mis aptas entrañas, hiciste todo lo contrario, que parte del mensaje no captaste, habló lloriqueando y dócil doña Hercilia, sus 97 años bien cumplidos no supieron darle consejos.

Al día siguiente, el patriarca de la familia cumplía cien años de edad menos uno y había pedido con mucha anticipación, que preparen cuy según el estilo peculiar de la familia. ¿Tanto preparativo para que termine sobre olas imaginarias o en la cara oculta de la luna? Esta caricia festiva deja lecciones para que todos cumplan a cabalidad su respectivo afán.

Papito, aunque suene a justificación injustificable, todo es mi culpa, el chancho ha causado destrozo porque tenía mucha hambre, pudo escucharse el argumento de Irene.

Al no haber cuyes idearon otras salidas y qué salidas. Aquellos conejos adheridos a conejas fueron puestos a buen recaudo. Las gallinas ni fueron aludidas, menos los gallos; cuidaron a los pavos con sus pavas, incluso a las palmípedas patas bajo sus patos.

Picante de cerdito sirvieron al agasajado y este dijo a sus invitados: ¡Cuyada con sabor a chanchito, gracias a mi venerable familia, esto no se va repetir, disfruten!

Entredientes con nada de regañadientes recrearon la expresión culinaria: Los cuyes fueron alimentados con pericia que parece el mejor de los lechones.

¡Fino sea el paladar! Aquel suceso dio lugar a otras iniciativas desde labios vibrantes al ritmo de la reunión.

Comadre, ¡agrégueme el potaje sin agregarme!

¡Muliza con tono de huayno, aunque parezca chimaychi festivo y tierno!

¡Tu angustia canta una alegría mayúscula!

¡Bailando con usted no he extrañado a mi pareja que todavía no tengo!

¡Aquellos cuyes blancos parecen conejos libres de orejas cortas en el pasto!

¡Ella no te ha engañado solo quiso demostrarte quienes son tus verdaderos amigos!

¡Ellos no se fueron, los llevaron por si acaso!

El gallo negro, blanco o rojo cuando muere lo venden como carne de gallina, es la mera verdad en la confesión de doña Hercilia, mamá de Irene.

La promesa queda pendiente para siguientes onomásticos, fácil voy a superar a mis abuelos, por esta vez, fue cuyada con sabor a chanchito, repuso el nonagenario cuasi centenario. El ja, ja, ja invadió el ambiente

Voy a estudiar ludoteca, es el regalo de papito Bernardo por no cuidar a los cuyes y gracias a un ansioso marrano que arrasa con todo como si fuera tornado, habló resignada y alegre, Irene, la cuasi quinceañera.

Voy a imitar el acto creativo y serviré cuyada con sabor a chanchito cuando nazca este libro.

 

*“El Puchkador de la Nieve”

 

COMPRENSIÓN DE TEXTOS

Nivel literal. 1. Menciona a los personajes principales. 2. Enumera los encargos del futuro cumpleañero. 3. Indaga el significado de las siguientes palabras: umbral, galanes, patriarca, cuy, puerco. 4. Sintetiza en un mapa semántico el relato.

Nivel inferencial. 5. Infiere el tamaño del cerdo.

Nivel crítico reflexivo. 7. Juzga. ¿Qué opinas de la actitud de Irene?

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