Culebra Rumi, la guardiana pétrea del Alto Marañón

A tan solo cinco kilómetros al norte de la ciudad de Llata, en el sector de Huinao, jurisdicción del Centro Poblado de Querosh en la provincia de Huamalíes, emerge un enigmático coloso de piedra que ha despertado la admiración y la curiosidad de viajeros y estudiosos, llamado Culebra Rumi.

Se trata de una enorme formación rocosa natural de aproximadamente 15 metros de largo por 2 de ancho, cuyo perfil sinuoso recuerda la figura de una serpiente gigantesca. Su cabeza chata, orientada con gesto desafiante hacia el río Marañón, parece custodiar los secretos milenarios del valle que se abre a sus pies.

Los habitantes de la zona sostienen que podría haber sido un tótem sagrado erigido por antiguas tribus que poblaron estas tierras, mientras que otros aseguran que es una creación natural, una suerte de fósil antediluviano que el tiempo esculpió con paciencia. Sea cual fuere su origen, lo cierto es que su sola presencia impone respeto y despierta fascinación.

Cuentan los pobladores que, en tiempos inmemoriales, una enorme serpiente surcaba los cerros y valles del Alto Marañón, custodiando las riquezas del cerro Huinao. Los dioses, al verla amenazar con su poder a los pueblos cercanos, decidieron petrificarla para convertirla en guardiana eterna del lugar. Desde entonces, su silueta de piedra vigila el horizonte, inmóvil pero llena de energía ancestral.

Quienes han visitado el sitio aseguran sentir una vibración especial, una mezcla de energía cósmica, misticismo y respeto ante la fuerza de la naturaleza. El silencio del acantilado, el eco del río en el fondo del valle y la inmensidad del paisaje invitan a la reflexión y conexión espiritual.

El entorno que rodea a la Culebra Rumi es de una belleza sobrecogedora. Desde este punto privilegiado, a más de mil metros de altura sobre el abismo, se domina el recorrido majestuoso del río Marañón, serpenteando entre los valles y montañas que guardan los vestigios del Gran Imperio Yaro.

Es un destino ideal para los amantes del turismo de aventura, el excursionismo y la fotografía de paisajes. El visitante puede recorrer senderos naturales que conducen hasta el mirador rocoso, donde el viento parece llevar consigo las voces de antiguas leyendas.

Culebra Rumi no solo es un monumento natural, sino también un símbolo cultural que representa la unión entre el hombre andino y su entorno. El lugar que se perfila como un destino emergente de turismo ecológico en la región, ideal para quienes buscan desconectarse del bullicio urbano y reencontrarse con la naturaleza, esta siendo muy tomada en cuenta por la Municipalidad Provincial de Huamalíes para su puesta en valor, como parte de los atractivos en la jurisdicción.

Visitar este lugar es más que un paseo, es una experiencia sensorial y espiritual que combina aventura, historia y leyenda en un solo escenario.

¿Cómo llegar? Desde Llata, capital de la provincia de Huamalíes (Huánuco, Perú), se toma la ruta hacia el norte, rumbo a Huinao, hasta el poblado de Querosh. Desde allí, una caminata corta hasta el mirador natural donde yace Culebra Rumi. Llevar calzado adecuado para caminatas, protección solar y, sobre todo, una cámara fotográfica: las vistas del Marañón y la silueta de la serpiente son, simplemente, inolvidables.

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