Cuencas del Huertas y del Chaupiguaranga se contaminan

Por Pascual E. Alejo Rettiz

La vida biológica de las cuencas del valle del Huertas y del Chaupiguarangas cada vez se ven más contaminados por los desfogues que produce la minería artesanal metálica y no metálica, sumado a esto también los residuos sólidos inorgánicos (animales muertos, etc.), los residuos biocontaminantes (plásticos, etc.) donde los organismos del Estado aparentemente son desbordados por los explotadores de dichos recursos que brinda la madre naturaleza.

Desde épocas pretéritas los ríos llamados en la colonia “marañón” por la harta existencia frondosa de plantas en sus márgenes, fueron fuentes de alimentación de los primeros nativos que se asentaron desde el encuentro de los ríos en la afluencia de la capital de la provincia de Ambo; así tenemos a los “Gollormayos”, “Ataw”, “Wacas”, “Yanarumis”, entre otros que ante el avance de la civilización fueron emigrando a las partes altas del corredor de los ríos hoy conocidos como el Huertas (Huacar – Ambo – Huánuco) y el Chaupiguaranga (Yanahuanca – Paucartambo – Pasco).

Estas cuencas hidrográficas en el pasado fueron lugares de pesca por la abundancia de peces (bagres, capchas, truchas, etc.), donde los pobladores afluentes a su cauce y márgenes se alimentaban, y servían sus aguas para riego de los principales productos agrícolas durante la colonia y parte de la república se producía la caña de azúcar, uva, algodón, frijol, maíz, ají, zapallo, etc.

Actualmente desde el encuentro de los ríos Huariaca y el Huertas, “naciente del río Huallaga” esto en Ambo, existe una indiscriminada exploración de materiales no metálicos (arena, piedras, etc.), que han dañado el ecosistema y en algunos casos cambiaron el curso de los ríos. Agregase a esto la exploración que realizan algunos mineros artesanales que en los tramos pertenecientes a la cuenca de Chaupiguaranga (Yanahuanca – Pasco), contaminan sus aguas con residuos minerales que afectan la vida de los peces y plantas.

Se conoce que en el corredor de estos valles se ubicaban varios yacimientos mineros, de plata, oro, litio, plomo, etc., pero que a la llegada de los españoles y al ser forzados a trabajar en dichas minas los naturales, fueron tapados y destruidos.

Algunas compañías mineras que vienen explorando (Rondoni – Cayna) están tras su búsqueda y ubicación, mientras otros aventureros han llegado a realizar denuncios mineros llevados por el informe oral de nuestros abuelos, y en su afán de encontrar dichas vetas mineras están desarrollando una minería informal.

En la misma forma, la explotación de los recursos no metálicos que sale al mercado local por miles de metros cúbicos de arena de los ríos (Huertas y el Chaupiguaranga), está llevando a destruir cada vez más los lechos de dichos ríos y de paso a debilitar la plataforma de la vía alterna (Ambo – Yanahuanca – Oyón – Huacho – Lima).

La contaminación y destrucción medioambiental que ocasiona la mano del hombre debe ser cautelada y sancionada, con urgencia. Porque solo una cultura de defensa a toda vida existente con el agua, podrá evitar la destrucción del hombre y de nuestro medio ambiente.

Leer Anterior

Decomisan droga e incautan 18 mil soles a «Las intocables de Leoncio Prado»

Leer Siguiente

Impacto del cambio climático en nevados y lagunas de origen glacial