

Obedezco a mis neuronas (soy obediente pues) y avanzo tras los versos, las horas van detrás de Cronos, el crepúsculo pretende alcanzar a la oriunda aurora, mientras tanto, nevada y lluvia sortean turno de quien va descender primero, ya se pusieron de acuerdo, entonces con aguanieve y aroma de tenaces bosques haré loas a Cochacalla, a su gente, a su paciencia.
La plaza y el pueblo de Cochacalla respiran siempre libre de prejuicios a 3.217 metros de altitud. Un taciturno ángel vino de visita y permanece como guardián imbatible de la pileta y plaza. Los asientos de cemento posibilitan el diálogo y muchos árboles piden sosiego para cristalizar esta crónica.Por el perímetro de la plaza andan la rutina y los actos especiales. El soltero anda de la mano del viento; la soltera conserva su estado civil para bailar tranquila. Los casados caminan abrazados del sol; hallan consuelo alentador, viudos y viudas. En tanto, las personas divorciadas, miran la puerta principal del templo católico con el reto de darse una nueva oportunidad de miel en la región Huánuco.
Juegan voleibol –por la tarde– grupo de estudiantes, profesores y madres de familia. Ronal Alpes Espinoza motiva la práctica del deporte, para mí, él es deportista más que jugador.
Cruzan la plaza desolada piara tras piara de cerdos; detrás niños y niñas jugando a lo que se presente. Un triciclo agrupa a tres. Una fotografía convoca a cinco varoncitos. Acémilas también circulan campantes, debe ser por la alegría de regresar a sus corrales.
Por encargo de funciones, a las buenas o a las malas, el atardecer languidece y desaparece por los cerros, esa noche llega por el declive y se asienta en las chacras, quedan pocas. Con los últimos minutos de luz solar, en las calles, juegan voleibol aprisa, porque ya llega la oscuridad y su cómplice de esta temporada, la helada, sucede en junio, julio, agosto.
El alumbrado público ayuda al tránsito y a quienes concurren al templo evangélico, martes y jueves después de la cena. Admiro la fe sostenida de José Calero Valdivieso e Ibeth Remigio Valdivieso.
Poesía. La plaza de Cochacalla (anadiplosis o concatenación). La plaza de Cochacalla / sabe de faena y gozo, / gozo de su juventud, / una juventud serena. / A veces, una honda pena / quiere llevarse la plaza, / nuestra plaza y la faena, / espanta faena y gozo, / el gozo hecho juventud, / pero Cochacalla existe.
Desde aquí y desde las lomadas puede divisarse Chacos, San Pedro de Matihuaca, Iscurrumi [Ishcurrumi], Pucara, Pillao, pueblos colgados en plena ladera como si fueran wayunkas que respiran.
Fiesta patronal. Homenaje a la Virgen de Natividad y a San Jerónimo de Cochacalla, el 8 y 30 de setiembre, respectivamente de cada año. En ambos casos, en la verbena queman castillo y bombardas; al día siguiente, oficia la misa –siempre– un párroco que viene desde la localidad de San Rafael; procesión en la plaza y calles vecinas, luce su memoria el declamador infantil (loador, decidor de versos). Niños y niñas hacen la primera comunión en el marco de ambas fechas litúrgicas. Walter Mejía Espinoza y Estelares Huaranga Herrera explican la necesidad y beneficios del sacramento.
Virgen de Natividad, Santa Patrona y San Jerónimo, Santo Patrón, reciben la advocación desde hace buen tiempo; como dicen en Cochacalla: Desde la época de los bisabuelos.
Cuando falta carquyok entrante (de igual forma llámese mayoral o mayordomo) la comunidad asume la responsabilidad de pasar la fiesta luego de haber cogido y disfrutado el trukay (cambio) de los salientes. Brota la participación comunal y pervive la fiesta; llegan donaciones de toro, mercadería, banda de música, cohete, fuegos de pirotecnia. La pólvora fue descubierta en oriente y el arte corresponde a cada fiesta patronal.
El 8 y 30 de setiembre muestran La Capitanía. Jinetes en ropa de gala, cada corcel con aparejo de estreno. Jinete que cae del caballo debe ponerse de pie para seguir la demostración o buscar el perdón divino.
La gente prefiere escuchar el amplio repertorio de los músicos, pocas veces bailan.
Las chinganas con sus puertas nerviosas aguardan esta oportunidad para justificar su existencia.
¡Salud compadre!
¡Salud promoción!
Así hablan dos jóvenes devotos que truncaron los estudios de educación secundaria por dedicarse a tareas eventuales.
El ocho de setiembre se rinde homenaje a la Navidad de Santa María o Santísima Virgen Natividad, santa patrona de Chacayán (provincia “Daniel Alcides Carrión”, Pasco), de San Pedro de Pari (provincia y región Junín), de Cochacalla (San Rafael, Ambo).
Apellidos y barrios. Un apellido un barrio. Cada quien sabe dónde está su cuna. Remigio, Valdivieso, Gonzales…, apellidan al barrio arriba. Con la misma plenitud, nombres egregios tiene el barrio abajo… Si alguien niega su tierra podría negar a su progenitora o negarse a sí mismo.
Medios de comunicación. La existencia y mantenimiento de la carretera incumbe al accionar comunal. De manera esporádica la gestión municipal distrital de San Rafael pone su cuota. Por esa vía da gusto subir, gusto duplicado al ir bajando.
Hay camino de herradura del pueblo a las chacras, caseríos y a la carretera central. Camino polvoriento / tú eres mi contento; / al ir bajando, / suspira mi corazón, / tiemblan mis pies, / el recuerdo me da fuerzas / y el porvenir me paraliza.
Tienen televisión por cable, un comité evaluador selecciona los programas, ahí aparece Armando Santos Alcedo, yerno preferido de este paraje. Ven un canal a la vez, es decir, ven y pagan mancomunadamente. El teléfono fijo complementa la señal del teléfono móvil. Captan en frecuencia modulada radioemisoras de San Rafael, Ambo, San Francisco de Asís de Yarusyacán; en amplitud modulada de muchas partes del Perú.
Paráfrasis cabal. Tengo el privilegio de conocer, casi en sus pormenores, Cochamarca (en Vicco, Pasco, asimismo, en Obas, Yarowilca), Cochatama (en Huácar, Ambo), Cochacalla (en San Rafael, Ambo). En todos estos casos –y posiblemente en otros–, cocha deriva de (qocha-gocha) y significa laguna, bajo el sustento toponímico y morfológico.
Cochamarca = pueblo viejo junto a la laguna ocasional que se forma en épocas de invierno.
En el caso de Cochatama existen dos propuestas de toponimia: «árboles que rodean una laguna o laguna rodeada por árboles» y «lluvias que forman una laguna o lagunas».
Cochacalla es igual a laguna muda, silenciosa, callada o taciturna.
Cochacalla, contigo aprendí a efectuar sinergia, vamos a ser como silencio ruidoso.
*“El Puchkador de la Nieve”