
Cumplió 83 años de vida y su vínculo con la música huanuqueña es indesligable
Por Jorge Chávez Hurtado
Nació en la localidad de Cayrán el 26 de setiembre de 1939, hijo de Juan de la Cruz Domínguez Evangelista y de Simiona Villanueva Gómez. Músico de prolífica trayectoria, integró conjuntos y orquestas que dejaron huellas en nuestra música: Conjunto Aurora Huanuqueña, Los Tigres de Huánuco, Orquesta de los Hermanos Negrete, Orquesta Los Pillco Mozos, Conjunto La Peña Artística Huanuqueña y El Centro Musical Huánuco.

SU PRIMER DISCO FUE CON AURORA HUANUQUEÑA
Sobre sus inicios en la música nos cuenta con lúcida memoria: “En los años 62 al 63 me invitan para integrar el conjunto Aurora Huanuqueña, sin dudarlo me sumé al conjunto y en el 66 grabamos nuestro primer 45 rpm con dos canciones: ‘A ti huanuqueñita’ y ‘Quince de Agosto’, canción de mi inspiración, el conjunto estaba dirigido por Floriano Luciano conocido por los amigos como Llapsha. Lo de Shipico me viene desde la infancia, mis padres me llamaban así de cariño en la chacra, pues mi nombre es Cipriano y Shipico viene de mi nombre con un aire de confianza y cariño. Hasta hoy me conocen con este apelativo y no me molesto, todo lo contrario, me causa nostalgia porque me recuerda a mis padres”.
MÁS DE 59 AÑOS DE CASADO CON SU AMADA ZENAIDA
“De tal palo tal astilla”, sus hijos han heredado sus cualidades en la música, la mayoría son reconocidos músicos, fundadores e integrantes de la Orquesta Show La Solución: “Tengo ocho hijos, cuatro varones y cuatro mujeres: Dimas, Ernesto, Fredy, Élida, Edelvina, Roxana, Mirtha y Edgar. La mayoría son profesionales y músicos reconocidos, en verdad, me siento muy orgulloso de ellos. Estoy casado con mi paisana Zenaida Ramírez, ella conquistó mi corazón y por esas cosas buenas de la vida su natalicio es al día siguiente del mío, el 27 de setiembre”.
“LA TEMPRANA PARTIDA DE MI MADRE”
Mi infancia fue muy triste, perdí a mi madre a los cuatro añitos, crecí solamente con la protección de mi papá, cuando se iba a tocar a otros lugares me sentía solo y miraba a otros niños en las manos de sus progenitoras, no resistía mi dolor, entonces me iba a un lugar apartado de mi chacra y, mirando al cielo, buscaba a mi madre con lágrimas en mis ojos…”
UN HISTÓRICO CONTRAPUNTEO MUSICAL
De pronto, le embarga la emoción al evocar aquella tarde memorable cuando ganó, con el conjunto Aurora Huanuqueña, un mano a mano a la Orquesta Ritmo Alegre del Canipaco en el Coliseo Nacional de Lima, fue el año 1967: “Era un contrapunto, estábamos nerviosos, el coliseo hermoso y lleno de gente; en una tribuna había paisanos huanuqueños y en la otra tribuna estaban los residentes de Huancayo, también había gente de Lima y de otros lugares, la bulla era fuerte, cada grupo hacia barra para su tierra. El concurso consistía en que cada conjunto interpretara cuatro canciones de su región, nosotros interpretamos una muliza, un huayno, el vals “Bajo el Cielo Huanuqueño” y teníamos preparado el Cóndor Pasa. Era un contrapunteo, y de fondo la orquesta rival comienza a tocar el clásico santiago, el público huancaíno comenzó a gritar de emoción, bailar y aplaudir, se sentían ganadores; era el momento de tomar decisiones, nuestro Cóndor Pasa es hermoso, incomparable, pero, lentito, el santiago es más rápido y contagia para el baile”.
- El momento era muy difícil maestro… ¿Qué decisión tomaron ustedes?
“Los huanuqueños estábamos desmoralizados, en ese instante el cariño y la emoción por mi tierra los sentí como nunca, no permitiría que nos ganen,… entonces, le digo al director de mi conjunto “Lapsha”, ellos están tocando su santiago y han movido a la gente del coliseo, si tocamos nuestro Cóndor Pasa nos ganan porque es lento, hay que tocar la Adoración del Niño Dios de los Negritos de Huánuco, dicho y hecho señor periodista, tocamos ese tema y el público del coliseo comenzó a bailar golpeando su cabeza y con pañuelos blancos, al final, nos aplaudieron y ganamos el trofeo entre lágrimas y abrazos”.