Carnaval Huanuqueño: un legado cultural presente en nuestros días

Por Jorge Chávez Hurtado

El maestro Edmundo Panay Lazo, periodista y decimista huanuqueño, en diálogo con el programa “De Cantos, Calles y Campos”, que se transmite a través de radio Unheval, sustentó las características del carnaval huanuqueño. De esta interesante tertulia, compartimos con nuestros lectores una apretada síntesis de lo que pudo exponer nuestro invitado.

Sobre el tema el estudioso don Nicolás Vizcaya manifiesta lo siguiente: “Del carnaval traído por la Conquista y que se iniciara después de la pacificación de estos reinos, no quedo sino el nombre, pues cada región geográfica del país, y aún cada localidad, creó poco a poco lo suyo, trasunto de los sentimientos del medio”.

Como puede apreciarse, y esto vale para la generalización, cada pueblo fue forjando esta festividad con su idiosincrasia y dándole su alma, quedando ciertas costumbres o aspectos generales de la fiesta, pero las singularidades hasta terminológicas, dentro de ese contexto festivo corresponden a cada colectivo, el mismo que le ha dado su alma de carnaval.

El mencionado trabajo, decía del mismo don Nicolás, es el “relato del hermoso carnaval de la ciudad de Huánuco, correspondiente al ciclo que feneció en 1924, en él se nos presentó una guía del carnaval huanuqueño de ayer:

*Juego general, con agua desde el 20 de enero.

*Correo, Bando y Entrada de don Calixto, Rey del Carnaval de la Ciudad: jueves “comadres” viernes y sábado, respectivamente.

*Extracción, jalado, colocación y corte de árboles: domingo, lunes y martes de carnaval.

*Lectura del testamento y entierro del don Calixto en la noche de miércoles de ceniza.

La novedad introducida en 1924 es la del corso del día domingo en torno al cual don Nicolás Vizcaya dice: “una autoridad política, en acto de rendida obsecuencia con el régimen que servía, instituyo en 1924 el corso del Domingo de Carnaval en remedo suntuoso y de boga en la Lima de esa época, es decir con reinas, batallas de flores y bailes de gala. El pueblo, tomado por sorpresa, abandonó sus posesiones y usanzas ancestrales y corrió tras el corzo, aunque para arrepentirse poco tiempo después”.

Aun cuando en algunos renacimientos del carnaval huanuqueño siempre ha estado presente el corso, claro está sin el esplendor y fanfarria de otras horas.

No sabría decir hasta cuando estas fiestas mantuvieron en su rigor tradicional, lo cierto es que fue disminuyendo el esplendor y oropel de años anteriores por una serie de factores, entre ellos el económico, pero sobre todo por la carencia de espíritu tradicional en los gobiernos locales; aun así, las veces que se realizaron como fiesta masiva siempre dejaron cosecha para enriquecer nuestro arte popular.

En los años 50 todavía podíamos perseguir a don Calixto los días de bando entrada y entierro, así como a los corsos cada vez con menos carros alegóricos. Luego este itinerario de la fiesta de don Calixto continúo con algunas intermitencias. En la década del 70 hubo una especie de renacer. En ello mucho tuvo que ver la presencia de don Jacinto Castañeda Caballero como regidor municipal.

Fue justamente esta época cuando ingreso protagónicamente en la festividad, más específicamente en la elaboración de la Carta, Bando y Testamento, a la sazón prestaba servicios en Concejo Municipal y no se había elaborado la carta que tenía que enviarse el día jueves de comadres en el correo de don Calixto, en la que el rey del carnaval huanuqueño se dirigía a las damas solteras de la ciudad y postillones llevaba la correspondencia en asnos espectacularmente adornados.

Recordando mi capacidad para versar, acepte a la comisión el compromiso de hacer la carta, para lo cual utilice la estructura de la décima de pie forzado. El trabajo agrado, y como tampoco había bando para el día viernes, ni testamento para el día miércoles de ceniza, que terminaba sus días quemado y arrojado al río Huallaga del puente de Calicanto, siguió mi aporte a la fiesta, trabajo que por lo demás  era mi forma de diversión, pues tras satirizar ciertos falsos conceptos de moralidad, me permitía tomar el pelo a cuantos podía, a más rango mejor, si era popular ni que decir, si era impopular también, así como también criticar los desatinos u omisiones de representantes y funcionarios públicos.

A partir de entonces recopile con especial cuidado todos los documentos de carnaval, habiendo editado el año 2008 un libro titulado “El Carnaval Huanuqueño en el que sustento la presente crónica”.

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25.01.2023

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