Por Luis Zuta Dávila*
Para Lissette Yllanes Nauca, la inquietud por la investigación y la generación de soluciones prácticas a los problemas cotidianos están contenidos en su ADN. Y esa vocación por la ciencia y la innovación, que empezaron a aflorar en su niñez, la han convertido actualmente en una de las peruanas con mayores solicitudes de patentes ante el Indecopi en los últimos 28 años.
Su amplia trayectoria en el ámbito de la ciencia y la innovación tecnológica le han conferido numerosos reconocimientos y distinciones en el Perú, siendo uno de los más importantes la “Orden al Mérito de la Mujer 2019”, otorgado por el Estado peruano en reconocimiento a su actividad destacada en el desempeño profesional en el área de ciencia y tecnología.
Arequipeña de nacimiento, pero identificada plenamente con Huánuco, la región donde reside desde hace varios años junto a su esposo Héctor Briceño y sus tres hijas, Lissette Yllanes recuerda que sus primeras aproximaciones a la ciencia ocurrieron cuando de niña le gustaba explorar con plantas a las que, por ejemplo, molía para extraer su jugo y mezclarlo con perfume para percibir el nuevo aroma surgido de esa fusión.
Al concluir la educación básica, decidió estudiar Farmacia y Bioquímica e ingresó a la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo, de Cajamarca, donde se licenció como química farmacéutica, profesión que le permitió diseñar soluciones innovadoras a diversas necesidades cotidianas vinculadas a la salud pública, el medio ambiente, la agricultura e incluso la seguridad ciudadana, sino también a combatir la anemia y la desnutrición crónica, flagelos que azotan desde hace muchos años a nuestro país, afectando sobre todo a la niñez.
Invenciones y patentes
Con magíster en Ciencias de la Salud y Docencia Universitaria, y a punto de culminar un doctorado en Ciencias de la Salud, Lissette Yllanes es una prolífica autora de inventos y soluciones innovadoras, de las cuales hay cinco creaciones que se presentaron ante el programa Patenta del Indecopi para obtener la patente respectiva como “Modelos de utilidad”. Y una de ellas ya cuenta con registro otorgado por la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías de dicha entidad.
En entrevista con la Agencia de Noticias Andina, refiere que en el 2017 se enteró de la realización del XVI Concurso Nacional de Invenciones del Indecopi, y si bien postuló con siete creaciones, al final fueron admitidas dos. Una de ellas fue el denominado “Pañal de doble capa con separación anatómica y bolsillo”, que buscó resolver un problema común en los bebés: las infecciones urinarias y escaldaduras producidas cuando permanecen mucho tiempo con el pañal desechable usado y con secreciones.
“Este invento surgió cuando mi hijita se enfermó con infección urinaria por estar mucho tiempo con el pañal. Entonces, me pregunté por qué no hay un pañal desechable que tenga una forma de evitar la infección impidiendo el contacto de la piel del bebé con las secreciones que quedan en el pañal. Fue así que ideé una barrera o capa que cumple esa función y allí surgió este pañal anatómico y antiinfección. Al ganar el concurso del Indecopi descubrí un mundo nuevo y diferente que se abría ante mí y mis creaciones para otorgarles la protección como propiedad intelectual”, comenta.
Este invento no solo fue reconocido en el XVI Concurso Nacional de Invenciones del Indecopi, sino que es el primero de Lissette Yllanes que cuenta con registro otorgado por la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías.
“Este invento tiene también registro de patente en Estados Unidos, Colombia, Uruguay, y está en trámite en España para que esté protegido a nivel internacional. Porque existe interés de empresas que fabrican pañales interesados en incluir mi innovación. Estoy trabajando este tema con un estudio de abogados para ver los temas de regalías, exclusividad o venta de patente si fuera el caso”, apostilla.
Botiquín para zonas altoandinas
La segunda creación de Lissette Yllanes que destacó en el mencionado certamen fue el llamado “Botiquín con ventilador para mantener los medicamentos que se conservan a una temperatura menor de 25°C con práctico uso de funcionamiento energético”. Este innovador y práctico botiquín mantiene la cadena de conservación de los medicamentos que se almacenan en las localidades altoandinas, evitando que se dañen por las bajas temperaturas, explicó.
Hidroabono
Si bien el tercer invento de Lissette Yllanes tiene que ver nuevamente con los pañales desechables, esta vez su finalidad no se vincula al cuidado de los bebés sino a una mayor eficiencia en el uso del agua en la agricultura y con ello una mayor productividad.
Además, esta creación contribuye a una gestión adecuada de los residuos sólidos, teniendo en cuenta que solo la ciudad de Huánuco registra alrededor de 100 toneladas de basura que no llega en su totalidad a los rellenos sanitarios autorizados.
Yllanes Nauca detalla que se trata del denominado “Hidroabono”, que es un abono natural obtenido del gel contenido en la celulosa de los pañales y que ayuda a mantener húmero el terreno de cultivo hasta por cuatro días más luego que se evapora el agua de riego. A este gel se le añade residuos orgánicos de plantas, entre ellas la cáscara de plátano, con lo cual se aporta nutrientes a las plantaciones.
“Esta idea fue concebida al interior de mi hogar y con la ayuda de familia empezamos brindando charlas en colegios y universidades para crear conciencia sobre el reciclaje y explicarles la idea. Luego hicimos un convenio con el Centro de Emergencia Mujer de Huánuco para comprar pañales usados de los niños y niñas de aquellas mujeres víctimas de violencia familiar. También adquirimos pañales usados de las cunas infantiles”, afirma.
Luego de acopiar una buena cantidad de pañales usados y tratarlos con los residuos orgánicos, Lissette Yllanes y su familia consiguieron una parcela de cultivo de papa para comprobar que el hidroabono cumplía su misión. Y así ocurrió. “Ante la escasez de agua en la sierra, esta propuesta resulta un aliado importante para los agricultores al retener la humedad en el terreno de cultivo por más tiempo”, asevera.
Destacó que este hidroabono, bautizado con el nombre quechua de “Raciyapui”, participó con éxito en la edición 2018 del prestigioso premio internacional “Latinoamérica Verde”, donde se ubicó en el puesto 71° a nivel general y en la ubicación 11° en la categoría “Agua”, dentro de los 500 mejores proyectos sociales y ambientales del continente.
Supergomitas antianemia
El interés de contribuir a reducir los índices de anemia y desnutrición crónica infantil que afectan a la región Huánuco llevó a Lissette Yllanes a investigar y crear en 2019, junto a la licenciada en Enfermería, Diana Palma Lozano, en un proyecto financiado por la Universidad de Huánuco, un producto similar a una golosina, pero que es altamente nutritiva.
Se trata de un caramelo masticable, conocido también como “gomita”, elaborado con sangrecita de cuy y aguaymanto, dos superalimentos con altas concentraciones de hierro y vitamina C que ayuda al organismo a fijar este mineral en el organismo. Y junto a los demás nutrientes presentes en ambos alimentos se consigue la pronta recuperación de los infantes y demás personas afectados por la anemia y la desnutrición crónica.
“Este proyecto fue auspiciado por el Universidad de Huánuco y tuvimos excelentes resultados en la recuperación de la hemoglobina de niños que antes tenían 7 y la duplicaron a 14 tras consumir las gomitas por un período de tiempo. También hemos tenido buena respuesta en mujeres gestantes y adultos mayores”, manifiesta.
Tanto el cuy como el aguaymanto son productos locales muy consumidos en Huánuco, y en el caso del fruto dorado se ha convertido en un cultivo con un enorme potencial de crecimiento dados los cada vez más conocidos beneficios de su consumo en una alimentación balanceada para fortalecer el sistema inmune y el buen funcionamiento del organismo, resalta la científica.
Indica que las también conocidas como “supergomitas” ya se comercializan con éxito en Huánuco y otras regiones del país, por lo que esperan que sigan contribuyendo a reducir la brecha de casos de anemia y desnutrición crónica en nuestro país.
Pulsera de auxilio
El quinto invento logrado por la incesante preocupación de Lissette Yllanes por encontrar soluciones a problemas cotidianos se relaciona con la seguridad ciudadana. Con el auspicio de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán y el valioso aporte del ingeniero electrónico Daniel Alberth Espinosa Alva, y sus sobrinas Maríabelén, María de los Ángeles Santos Yllanes, Jadyre Ortiz Yllanes y su hermana Nicol Yllanes Nauca, se diseñó un dispositivo tipo pulsera, capaz de generar una alerta cuando la persona que lo utiliza atraviesa un inminente peligro contra su integridad.
“El dispositivo no requiere de internet, solo una clave muy sencilla. Y se acciona al percibir las pulsaciones que se aceleran cuando una persona tiene una emergencia y automáticamente envía una señal de auxilio. Está pensado principalmente en las mujeres de las zonas rurales y urbano marginales que no cuentan con servicio de internet. Es una contribución para erradicar la violencia contra la mujer y las personas indefensas”, enfatiza.
Este invento participó con éxito en el concurso Patenta 2019 del Indecopi, donde obtuvo el “Premio al reconocimiento del público” y ese mismo año fue galardonado por la World International Property Organization, que también le confirió una medalla.
El trámite para la inscripción de la patente de estos cuatro inventos está muy avanzado y se espera que próximamente se oficialice el registro en el Indecopi, apunta.
Esta vinculación con el tema de la propiedad intelectual llevó a Lissette Yllanes a laborar en Universidad Nacional Hermilio Valdizán y la Universidad de Huánuco como responsable del área de propiedad intelectual.
Empresaria con responsabilidad social
Como muchas mujeres, Lissette tuvo que enfrentar el desafío de hacer ciencia siendo madre de dos hijas, esposa y empresaria, tratando de estirar lo más posible el tiempo para cumplir a cabalidad sus obligaciones en los ámbitos académico, laboral y del hogar.
“Siempre hay que buscar un tiempo para investigar, poder crear e innovar en soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas, sobre todo las más pobres”, dijo.
La inagotable energía creativa y emprendedora de Lissette la condujo a generar un emprendimiento materializado en la empresa Cruz de Mayo y su marca comercial Bricel, que ya cuenta con registro en Indecopi, dedicada a la fabricación de productos de limpieza e higiene personal e industrial.
Entre los productos que ha creado en este rubro resalta el alcohol en gel con aloe vera, jabones líquidos con extractos de frutas naturales, los cuales se diferencian de los productos que están en el mercado gracias a que esos componentes naturales evitan la irritación de la piel. También produce desinfectantes virucidas, alcohol puro y otros de saneamiento.
“Bricel distribuye a nivel nacional y está actualmente presente en regiones como Arequipa, Cajamarca, Chimbote, Piura, Tumbes, entre otras”, comenta.
Solidaridad en pandemia
La apuesta empresarial de Lissette va estrechamente enlazada con la responsabilidad social que siempre quiso imprimir a todas sus iniciativas. Y ello quedó evidenciado durante la pandemia, dado que a diferencia de lo ocurrido con la gran mayoría de negocios dedicados a la venta de estos productos de higiene, que especularon y elevaron los precios de manera desmesurada, Lissette Yllanes mantuvo los precios anteriores a la pandemia.
Dado el giro de su empresa, ella se está especializando en la industria farmacéutica y está en proceso de abrir su planta de fabricación de productos cosméticos. “Cuento con mi droguería y mi farmacia magistral, así como un laboratorio que cuenta con registro sanitario para elaborar mis propias fórmulas”, refiere.
Ejemplo de vida
Lissette Yllanes destaca con orgullo que su mejor ejemplo de vida, lucha y determinación para salir adelante es su madre, Yolanda Nauca Amésquita, médico pediatra que le inculcó los valores que la están llevando a destellar, con su creatividad, conocimiento y dedicación, en el campo de la investigación y la innovación, pero siempre con un compromiso solidario y de responsabilidad social y ambiental.
Herencia compartida
Las cualidades que exhibe Lissette Yllanes no son, felizmente, exclusivas de ella. Su hermana gemela es abogada en la Defensoría del Pueblo, y gracias a una propuesta legal de su autoría consiguió la aprobación de una norma según la cual no es obligatorio el uso de la falda en las escuelas.
Lissette tiene otra hermana menor que colaboró con ella en los proyectos del hidroabono y el pañal anatómico, así como una sobrina que destaca como representante del Perú en cónclaves infantiles sobre medio ambiente.
Y, por último, su hija Marifé Jara Yllanes, una arquitecta de 21 años, heredó la vocación por la ciencia y la investigación. “Ella acaba de desarrollar, junto a Jesús Malpartida Miraval, un proyecto que se ha presentado a la edición 2021 de Latinoamérica Verde, que consiste en la elaboración de placas y tableros para construir viviendas, hechos a base de la coronta del maíz o choclo. De esta manera, se tiene un producto ecoamigable, de bajo costo y que contribuye a reducir el déficit de viviendas en el país”, subraya.
Empoderamiento femenino
Para Lissette Yllanes son importantes los avances en el país para lograr una creciente empoderamiento y participación femenina en las diversas esferas de la sociedad, una de ellas en el campo del conocimiento, la investigación y la ciencia, así como en el emprendimiento.
“En Huánuco fundé la Escuela de Emprendedoras y lidero la iniciativa ‘Mujeres en Acción para un mundo mejor para nosotras’, en la que antes de la pandemia dictábamos charlas de empoderamiento femenino para desarrollar emprendimientos que conlleven a mejorar la calidad de vida de las mujeres y sus familias”, refiere.
La felicidad de los demás es lo más importante
Sin duda, el cielo es el límite para Lissette Yllanes, quien está convencida que el mejor reconocimiento a su labor indesmayable es la gratitud y felicidad de las personas a quienes benefician sus creaciones.
“Qué mejor retribución que la de esos padres de familia que agradecen que la supergomita permitió salvar la vida de sus hijos afectados por la anemia y la desnutrición. Y la de esas mujeres que pueden obtener ingresos vendiendo los pañales usados de sus hijos para producir el hidroabono. O la de que aquellos agricultores cuyos sembríos tuvieron mayor producción gracias al hidroabono. Para mí esa felicidad se queda grababa en mi corazón y en mi mente y me alienta a seguir adelante”, concluyó.
*Agencia Andina