El reconocido periodista y psicólogo clínico, ex director de los diarios Exitosa, Diario 16, la Primera y Correo; además de la revista Velaverde, columnista y conductor radial, quien estuvo en Huánuco para ofrecer el taller “La noticia como eje ético del buen periodismo”, organizado por Osinrgmin; considera que a corto plazo habrá una mejora cualitativa del periodismo. “Yo creo que de acá a diez años va ser mejor a pesar que la situación hoy puede parecer sombría o complicada, creo que esa circunstancia pasará y vamos a encontrar un mejor periodismo”, dijo.
¿Las redes sociales obligan a eso?
Obligan a eso. Las redes sociales son una plaga para el periodismo porque nos hacen confundir y nos hacen creer que la inmediatez es una virtud, y el periodismo tiene que entender que la inmediatez es un peligro, lejos de una virtud.
¿Cuál es el riesgo de la inmediatez?
Que no sea cierto en el afán de soltar lo antes posible, y segundo que nos hace olvidar que el periodismo tiene que darle valor agregado. En la noticia policial, por ejemplo, la gente cree que poniendo la foto o el video del muerto ya hizo periodismo, cuando detrás de un crimen siempre hay una gran historia y los periodistas nos estamos olvidando de eso, cayendo en el sensacionalismo que las redes generan. Tenemos que distinguirnos de eso.
Pero, de alguna forma la preferencia de la ciudadanía lleva a eso.
A veces el ciudadano busca el morbo, eso es verdad; pero si los periodistas queremos sobrevivir, estamos obligados a no solamente dar el morbo; porque si lo damos a corto plazo nos va ir bien en la lectoría, en el rating; pero a mediano plazo las redes sociales nos van a destrozar porque nunca vamos a poder competir con ellas en términos de inmediatez. En esa medida, es urgente que como profesión entandamos que estamos en una situación de tránsito, que va durar quizá diez años en producirse, pero es irreversible.
¿Qué otros obstáculos enfrenta el periodismo?
El internet en general hace que el público consuma ya no a través de los medios tradicionales, sino del internet, y por los términos de costos, cualquiera es fabricante de contenidos. Los periodistas tenemos que distinguirnos del que no hace periodismo, del que simplemente traslada información; sino, no vamos a sobrevivir.
¿Cómo nos diferenciamos?
Dándole valor agregado a la información. Si por ejemplo cubro el crimen, tengo que contar la historia del criminal, de la víctima, por qué se produjo eso, llamar al psicólogo, a forenses, expertos que nos ayuda para que el público entienda lo que paso. Estamos obligados a hacer eso, sino, no vamos a competir con las redes sociales.
Del Congreso empezó a lanzarse amenazas y ciertas predicas de los 90 contra instituciones del Estado, ¿el periodismo también está en riesgo?
El periodismo tiene que entender que la democracia es el mejor modo de vida para un buen periodismo, el periodismo florece en democracia, y en esa medida tiene que tener un compromiso explícito a favor de la democracia y alerta los riesgos. En estos momentos efectivamente hay el riesgo que una mayoría parlamentaria, la fujimorista, se está excediendo en el uso y ejercicio de su poder, allí el periodismo tiene que jugar un papel de contención crítica.
¿El proyecto de Mulder es una amenaza?
Yo no prohibiría la publicidad estatal en los medios de comunicación, pero si regularía. No entiendo, por ejemplo, como Caretas tiene diez avisos del Estado, y Hildebrant que vende 15 veces más, no tiene ni uno; es que Hildebrant es muy crítico, pero eso no debería importar, porque la publicidad es del Estado y no del gobierno.
