Por: Arturo Alfaro Dávila
Fotos: archivo Municipalidad de Amarilis
El 28 de agosto de 1963, un grupo de valientes ciudadanos huanuqueños cambió el curso de la historia de su comunidad. La toma de tierras de Paucarbamba, Paucarbambilla y San Luis no fue solo un acto de necesidad, sino una gesta que dejó una huella imborrable en la lucha por la justicia social y el derecho a una vivienda digna en Huánuco.
En un tiempo en que la desigualdad y la falta de acceso a una vivienda eran palpables, un grupo de ciudadanos se organizó para tomar en sus manos su destino. En 1963, los terrenos desocupados de Paucarbamba, Paucarbambilla y San Luis pertenecían a don Heriberto Echevarría, pero no cumplían con su propósito de ser hogar para los huanuqueños.
Ante esta situación, se gestó un movimiento en la pequeña peluquería de don “Pirichico” en el jirón Huallayco, donde inició la planificación de lo que sería una de las acciones más significativas en la historia local.
Lo que comenzó como una serie de reuniones clandestinas, se convirtió en un movimiento organizado y decidido a reclamar lo que les pertenecía por derecho. La junta directiva, encabezada por Julio Alejandro Hurtado, coordinó cada paso, enfrentando la represión y el seguimiento de las autoridades con valentía.
El 28 de agosto de 1963, los pobladores, divididos en dos grupos, cruzaron el puente Calicanto y el río Huallaga, armados con herramientas de trabajo y el firme deseo de conseguir un hogar. Con cada paso, demostraron que la unión y la determinación podían superar cualquier obstáculo.
Según la historia, la primera directiva estuvo formada de la siguiente manera: presidente, Julio Alejandro Hurtado; secretario de actas y archivos, Francisco Bernardo Dueñas; secretario de Economía, Juan Borja Ursula; secretario de Defensa, Juan Estacio Martel, secretario de disciplina, Roque Rosales Malpartida; secretario de organización, Augustin Zevallos; secretario de prensa y propaganda, Abelardo Flores Bernal; secretario de asistencia social, Juan Izquierdo Hidalgo; y como vocales: Serafín Espinoza Illatopa, Eduardo Flores Pérez, José Francisco Portal Mendoza, Augurio Laos Machuca, Avelino Chocano Estacio, Merino Chocana Garay y Eloy Flores Pérez. Jorge Espinoza Egoavil se desempeñó como asesor legal de los primeros pobladores.
La toma de tierras se celebró como un triunfo no solo personal, sino colectivo, marcando el inicio de una nueva etapa en la vida de muchas familias huanuqueñas.
Más de seis décadas después, la toma de tierras de Paucarbamba sigue siendo un pilar en la memoria colectiva de Huánuco. Este acontecimiento no solo resolvió una necesidad inmediata, sino que también sentó las bases para una mayor conciencia sobre los derechos sociales y la importancia de la organización comunitaria.
El legado de aquellos que participaron en la toma se refleja en cada hogar, en cada calle de Paucarbamba, Paucarbambilla y San Luis. Su coraje y determinación inspiraron futuras luchas por los derechos de los más desfavorecidos, convirtiéndose en un ejemplo de cómo el pueblo puede cambiar su destino a través de la unidad y la acción.
Este aniversario nos invita a reflexionar sobre la importancia de la lucha por los derechos básicos y a rendir un homenaje justo a aquellos hombres y mujeres que, con su sacrificio, lograron transformar la realidad de su comunidad. Recordar la toma de tierras de Paucarbamba es también celebrar el espíritu indomable de un pueblo que, a pesar de las adversidades, supo unirse para construir un futuro mejor.
La toma de tierras significó la unión de los pobladores, para reclamar que se dé cumplimiento la Ley de expropiación, una de las primeras solicitudes luego de esta gesta fue la instalación de electrificación, después la creación del primer colegio en Amarilis, lo que es ahora la institución educativa Julio Armando Ruiz Vásquez, asimismo la atención primaria en el Centro de Salud Carlos Showing Ferrari.
ALGO +
En 1963, estaba como presidente de la República el arquitecto Fernado Belaúnde Ferry y como alcalde de Huánuco se encontraba el ingeniero Walter Gustavo Soberón Velesdevilla.
