Hace 10 o 15 años no existía en el fútbol una desigualdad financiera tan colosal como la que existe ahora. Por supuesto, gigantes como el Real Madrid y el Barcelona siempre han sido gigantes, pero no existían proyectos como los actuales PSG y Manchester City. Fue durante esos tiempos que el Lyon francés brilló, ganando el título de la Ligue 1 7 veces seguidas y siendo una amenaza para las autoridades en la Liga de Campeones. Uno de los líderes de aquel equipo era el brasileño Juninho Pernambucano, el verdadero rey de los penaltis y las posiciones estándar, cuya técnica ni siquiera Messi y Ronaldo pueden replicar todavía.
Carrera temprana y tecnología fenomenal.
En Europa, Juninho se hizo conocido en 2000, cuando se mudó al Lyon como agente libre. Anteriormente, el brasileño jugó en su tierra natal en el Sport Recife y en el Vasco da Gama, sin lograr mucho éxito en el escenario internacional. Juninho llegó a Francia a la edad de 25 años y rápidamente se instaló y se convirtió en uno de los líderes del Lyon. Junto a maestros como Essien, Diarra y Malouda formó una potente línea de centro del campo. Por cierto, puedes apostar en tiros libres en el Sitio web de Mosbet.
Pero la principal baza de Juninho fueron los tiros libres. Parecía que no había posiciones imposibles para él: desde los 35-40 metros el brasileño golpeó como si de penalti se tratara. Sus característicos rayos aterrorizaron a los porteros de toda Francia y Europa. La habilidad y técnica con la que Juninho metió balones entre los nueve primeros desde cualquier posición despertó un auténtico deleite entre los aficionados.
Uno de los goles más famosos de Pernambucano ocurrió en 2009 en un partido de la Liga de Campeones contra el Barcelona. Víctor Valdez intentó interceptar el disparo de Juninho, pero acabó enredándose en su propia portería. Este balón se convirtió en otra obra maestra de la colección del rey de los tiros libres.
Lealtad al Lyon y al legado de Juninho
Lo más sorprendente de la carrera de Juninho es que se convirtió en una leyenda mientras jugaba en el Lyon. Los “Weavers” nunca supieron retener a sus estrellas, pero el brasileño se mantuvo entregado al club hasta el final. Pasó 9 años en Lyon y no abandonó el equipo hasta 2009, dándole todo lo que pudo.
Quizás fue la lealtad e integridad de Juninho lo que cimentó su estatus mítico a los ojos de los fanáticos. Tras finalizar su carrera en 2014 en el Vasco da Gama, el brasileño regresó a Lyon cinco años después, convirtiéndose en director deportivo del Club.
Pero no importa cómo resulte el futuro de Juninho, siempre seguirá siendo el rey de los tiros libres. El estatus de culto de Pernambucano en Francia es inquebrantable. Ninguno de los intérpretes estándar modernos puede compararse con él en técnica y gracia. Los goles de Juninho serán repasados dentro de 10 y 20 años, admirando su don único para domar el balón. La magia de los tiros libres del humilde brasileño, convertido en leyenda del Lyon, quedará para siempre en la historia del fútbol.
